Autónomos: contra viento y marea

El camino del autónomo no es un camino de rosas. Nunca lo ha sido. En el día a día de un autónomo siempre ha habido obstáculos, leyes injustas, impagos, dificultades de financiación. Pero con la crisis, ese panorama ha empeorado aún más si cabe. Cuesta creer cómo están tratando las administraciones públicas y las entidades financieras a los autónomos teniendo en cuenta el importante peso que tienen en nuestra economía. En Granada, por ejemplo, casi uno de cada cinco trabajadores es autónomo y en Andalucía, el porcentaje es del 17,5%. A pesar de eso, el colectivo de los autónomos es uno de los más afectados por la crisis, aunque sea de los pocos que crean empleo. Es labor de las organizaciones empresariales, con la Federación Andaluza de Autónomos CEAT-Andalucía a la cabeza, luchar porque este colectivo vea escuchadas sus demandas y sea tratado con la importancia que realmente tiene en el desarrollo económico de nuestra tierra. Urge que los distintos gobiernos adopten medidas concretas de apoyo a los autónomos en particular, y a los empresarios en general, porque solo así conseguiremos salir de la crisis.

Entre esas medidas urgentes, destaca un mejor acceso a la financiación, con la creación de líneas específicas para autónomos, porque hasta ahora la financiación ha provenido más de las propias familias que de los bancos. De hecho, sería interesante otorgar beneficios fiscales aaquellas familias, particulares y empresas que ayuden a financiar nuevos autónomos, para que así este colectivo cuente con más respaldo a la hora de encontrar crédito con el que mantener su actividad.

​Otro paso importante para mejorar la situación de los autónomos es cambiar la imagen que tiene de ellos la sociedad. De hecho, en los últimos años los políticos han cambiado la palabra autónomo, como si les diera miedo, por la palabra emprendedor, cuando en realidad son los empresarios autónomos los que más están tirando del carro para intentar salir de la crisis. En nuestra mano está cambiar esa percepción y hacer ver a la sociedad no solo la importancia de los empresarios, sino que emprender es una salida más a la crisis, y además una salida viable.Debemos cambiar nuestra cultura, mentalidad e ideales,  para perder el miedo a emprender, a iniciar nuevos negocios que contribuirán a generar empleo y riqueza en la sociedad.

​Desde las organizaciones empresariales seguiremos luchando durante este año, aún más si cabe, por defender los intereses de las pymes y los autónomos, porque constituyen un colectivo de gran peso de la economía y no están recibiendo de las administraciones públicas el apoyo y respaldo que merecen y necesitan. No podremos salir nunca de la crisis sin contar con las empresas, que son el verdadero motor de una economía.

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