Entrevista a Emilio Medina, responsable de Grupo Medina.

Emilio Medina Romero ha sido el ingeniero responsable de uno de los capítulos de obra que destaca especialmente al Edificio Compositor Luis de Narváez, como son las telecomunicaciones. Este profesional, con 25 años de experiencia, trabaja en Grupo Medina, estudio de ingeniería multidisciplinar con gran tradición en Granada. Desde 1997 compatibiliza la actividad empresarial con la docencia, como profesor de Proyectos en el Politécnico de Granada y tutor de proyectos fin de carrera en dos ingenierías, como profesor asociado.

Ha participado en el desarrollo de las telecomunicaciones y su carrera se ha vinculado a proyectos singulares. Participa en distintos grupos de trabajo en Madrid y comités técnicos de AENOR.

¿En qué ha consistido el capítulo de telecomunicaciones del Edificio Luis de Narváez y qué singularidad tiene esta obra?

La singularidad radica en la ejecución de las telecomunicaciones según el RD 346/2011, que en materia de edificación es el reglamento más avanzado de toda Europa. Es una normativa muy desarrollada, hasta el punto de que ya ha sido copiado en varios países. 

Las construcciones según este RD se preparan para lo que serán, dentro de poco, edificios inteligentes, que van a estar insertados en ciudades inteligentes. Hay que tener en cuenta que la tecnología tiene un coste con respecto al total de la obra muy reducido, en este caso un 0,5% sobre el presupuesto de ejecución material, pero sin embargo, el valor añadido que incorpora según un reglamento tan novedoso hace que estemos hablando de edificios que pueden tener una infraestructura cercana a lo que podría ser el germen de un edificio inteligente que incorpora las rampas de acceso a las nuevas tecnologías.

Este tipo de infraestructuras tienen un coste ridículo que nunca va más allá del 1 o del 1.5% del coste total. Los grandes costes de una obra suelen estar en temas de estructura, cerramientos, tabiquería, pavimentos, … pero la tecnología no supone un coste apreciable.

En pocos años, los edificios irán incorporando cada vez más tecnología sobre esa infraestructura, basándose en necesidades reales de ayuda al usuario final en materia de salud, seguridad, comunicaciones, ocio, etc..

¿Y siendo tan reducido el coste del que nos habla, porqué los promotores no apuestan por incorporar más tecnología en estas instalaciones?

El promotor tiene que optimizar costes, y todo aquello a lo que no esté obligado por normativa lo puede tener en cuenta o no, en función del mercado. Hay ejemplos de malas prácticas en cualquier lugar pero también de sensibilidades muy especiales como en este caso.

Ya se trabaja en distintos grupos de trabajo y estoy implicado en ello, en definir nuevas pasarelas de servicios dentro de una mayor integración de todas las instalaciones. Al final se trata de mejorar la calidad de vida del usuario y cubrir necesidades en general y sobre todo para las capas más vulnerables de la sociedad, como los ancianos. El promotor, por un ahorro de apenas el 1%, no tendrá motivos para no implementar más tecnología porque supone además un parámetro más de ayuda en la venta.

Pondré un ejemplo: a partir del 2015 será obligatorio instalar sistemas ecall en los vehículos. Esa tecnología (gps, acelerómetro,..) está operativa desde hace mucho tiempo y sin embargo pueden salvar vidas generando una llamada automática ante un accidente. 

¿Volviendo a la normativa, usted cree que es lo suficientemente ambiciosa?

Algunos políticos españoles tienen complejo de inferioridad, de manera que todos los temas de obligado cumplimiento tienen que venir impuestos de Bruselas. Hay una agenda digital europea, con horizonte 2020, para que haya una mayoría de la población con acceso a banda ancha de Internet que hay que cumplir. Reglamentos como el RD 346/2011, reconocido desde Europa en el Informe Mason, están ayudando en el cumplimiento de plazos de la Agenda, con edificios que son células dentro de la globalidad del territorio cada vez mejor preparados. En España, estamos cumpliendo muy por encima de la media, por encima de países como Alemania o Inglaterra.

Estamos dando los pasos que Europa está insinuando y por ahora solo en el tema del acceso a Internet. Pero faltan temas que ayuden a usuarios en un abanico amplio de necesidades reales, que ayuden también a optimizar costes. Tenemos que cambiar la mentalidad y no pensar tanto en controlar,  por ejemplo, la climatización desde una tablet, sino sistemas que den la información necesaria para mejorar la calidad de vida. Hay que favorecer la e-salud, redes de regulación y control energético, seguridad en zonas comunes y control accesos, lectura en tiempo real de los contadores, pasarelas uniformes para distintos servicios, etc….

Por otro lado, también a nivel de urbanización, ya se está observando la adecuada sinergia en el actual despliegue de fibra óptica con acuerdos, por primera vez, entre operadores, Aprovechar las redes que se tienden para que varios operadores puedan compartir la misma canalización, es algo que hasta ahora no era posible. Se está empezando a hacer como consecuencia de la nueva Ley General de Telecomunicaciones, actualmente en trámite en el Congreso de los Diputados. Esa Ley da un impulso para facilitar y simplificar el despliegue de operadores, también con el objetivo de la agenda digital.

¿Centrándonos en el edificio de viviendas Luis de Narváez, ha habido alguna sensibilidad especial a la hora de adoptar medidas vanguardistas en temas de telecomunicaciones?

Así es. El equipo, comenzando por la propia cooperativa y sus gestores, con Jesús Mellado al frente, Arquitecto y Dirección Facultativa, todos han tenido muy claro que no iban a escatimar en ejecutar esos nuevos requerimientos del reglamento. 

¿Qué destacaría como principales elementos de telecomunicaciones de este edificio?

Lo más importante, aparte de una completa dotación en el interior de las vdas., radica en que las acometidas al edificio y hasta las propias vdas. se realicen mediante fibra óptica. Esto supone mejorar las posibilidades de acceso a la banda ancha para distintos servicios IP.

Otro aspecto a destacar es la posibilidad de crecimiento sin necesidad de tocar nada de obra. El edificio tiene armarios de instalaciones en planta baja y cubierta, de manera que cualquier operador o cualquier servicio nuevo que se habilite tanto vía radioeléctrica como vía soterrada, llegue simplemente conectándose en el punto de interconexión habilitado en esos armarios. Por lo tanto, la infraestructura del edificio está preparada para la llegada de cualquier operador no sólo de los que ya han entrado en el edificio (Movistar y Ono).

Además de este edificio, ¿podría comentarnos en que otros proyectos está participando en estos momentos?

Estoy trabajando en el Centro de Empresas del Campus de la Salud, cuya finalización está prevista para este año, y un centro de mayores de la Fundación Fray Leopoldo en El Serrallo, con una sensibilidad especial por parte del promotor que quiere desarrollar un proyecto singular en materia de tecnología y telecomunicaciones. Hemos visitado residencias en toda España y no hemos encontrado ninguna con esa dotación de servicios.

Estos son los dos proyectos principales y esperamos acometer otros pronto, ya que parece que está empezando a moverse algo el mercado.

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