Lo que hacemos para acabar con los ninis

Este artículo podría ir encabezado con una pregunta “¿En qué ha fallado una sociedad para que más de un millón y medio de sus jóvenes entre 16 y 29 años no estén trabajando, ni estudiando?”

Es, sin duda, una pregunta pertinente porque nos coloca en la fase del diagnóstico de un grave problema en España. Pero, desgraciadamente, en Granada solemos usar los diagnósticos como armas arrojadizas, para echarnos la culpa los unos a los otros y como excusas para no avanzar. Por eso, en la Cámara de Comercio de Granada hemos decidido afrontar los obstáculos económicos y empresariales a los que se enfrenta nuestra provincia de otra manera: no mirando hacia atrás sino mirando al frente; superando los diagnósticos para entrar en el terreno de la acción.

El del traumático paro juvenil no es el menor de los problemas que aquejan a esta provincia. De hecho desde el punto de vista de la Cámara de Comercio es uno de los más graves porque como ha señalado en ocasiones nuestro presidente, Gerardo Cuerva, Granada no podrá despegar, colocarse como un territorio atractivo y competitivo, si no somos capaces de acercar a los jóvenes a nuestras empresas.

Por ello, esa es una de las obsesiones de la Corporación.

Acaso el más importante de los proyectos que la Cámara de Comercio tiene hoy en marcha, y el que justifica el titular que encabeza estas líneas, es el Programa Integral de Planificación y Empleo, al que llamamos PICE, y que en resumen tiene como objetivo rescatar —acepten que utilice ese término— a cientos de jóvenes granadinos que ni trabajan ni estudian, ofrecerles formación y orientación práctica para enfrentarse a su primer empleo: en definitiva acercarles al mundo laboral. En 2017, el PICE entra en su segunda edición, pero los datos de la primera nos hacen sentirnos esperanzados: alrededor de 600 jóvenes recibieron orientación, más de 400 formación especializada y cerca de 100 encontraron trabajo. Aunque la gravedad del problema nos puedan hacer pensar que las cifras son pequeñas, lo cierto es que nos gusta ponerlas en perspectiva; tan importantes son los 100 que encontraron trabajo, como los 600 que, por primera vez, entraron en contacto con el mundo laboral, porque, a buen seguro, acabarán encontrándolo y porque su efecto será multiplicador sobre jóvenes de su entorno.

El PICE, además, no sólo trabaja con los jóvenes, sino también con las PYMES que reciben ayuda para incorporar a sus plantillas a jóvenes cualificados y con ganas de “comerse el mundo”.

No es el único programa sin embargo que la Cámara ha diseñado para los jóvenes sin empleo. En octubre pusimos en marcha Aprender a emprender, en colaboración con el Ayuntamiento de Granada y la Diputación Provincial, un proyecto en el que han participado alrededor de 80 jóvenes, algunos de los cuáles han montado ya su propia empresa; y nuestras aulas están repletas de otros chicos y chicas que se forman en aquellos ámbitos que más demanda la sociedad con el objetivo de encontrar empleo.

¿Es suficiente? Sabemos que no. Pero es un paso —el nuestro— en la dirección correcta. Un paso al que esperamos que se sumen muchos otros desde diferentes ámbitos institucionales, políticos y sociales. 

No sólo está en juego el futuro de esos jóvenes sino, en realidad, el de toda Granada.

Compartir es demostrar interés!