La doctora Silvia López defiende con números un programa que beneficia al paciente y a la economía
Granada Económica • Economía/Salud
«La inversión en seguimiento evita reingresos en insuficiencia cardiaca»
José Manuel es un hombre de 44 años al que hace tres, con 41, le cambió la vida: “Estaba viendo a mi hijo jugar un partido de fútbol y sufrí un mareo. No le di mayor importancia y seguí con mi vida, hasta que unos días después empecé a perder visión en el ojo izquierdo. Acudí al oftalmólogo, que me comunicó que mis ojos estaban sanos y que había sufrido un ictus. Después de eso me ingresaron, y en las pruebas que me realizaron detectaron varios problemas cardíacos; el mayor de ellos, una necrosis en una zona del corazón que ya no me funciona”.
José Manuel había dejado de fumar con 35 años y llevaba una vida saludable. El problema le cogió de sopetón y, después de superar el mal trago, se vio preso de una insoportable sensación de incertidumbre y desamparo: “El trato durante mi ingreso fue correcto, pero se circunscribió a mi recuperación en planta. Sin embargo, una vez recibida el alta, la sensación de desamparo se llega a hacer insufrible. Las dudas y los miedos ocupan el pensamiento la mayor parte del día y, además, no sabes vivir con tus nuevas circunstancias. De la noche a la mañana, hay muchas cosas que ya no puedes hacer o comer y necesitas que te enseñen, por un lado, y, por otro, que te presten asistencia psicológica para asumir las nuevas circunstancias y no hundirte en la frustración”.
Para José Manuel fue un alivio enterarse de que la doctora Silvia López dirigía un equipo de apoyo y seguimiento a pacientes con problemas cardíacos, y hoy afirma “ver la luz” y da las gracias por “las puertas y ventanas” que le han abierto.
De todas maneras, los pacientes suelen ser reticentes, a priori, a recibir apoyo psicológico: “Aunque parezca un tópico, lo primero que uno piensa es que no está loco, y que bastante tiene con el peligro que se cierne sobre su salud para perder el tiempo hablando con un desconocido. No obstante, cuando se pierden los prejuicios y se razona con más claridad, no sólo se agradece la ayuda, sino que se toma conciencia de su total importancia”.
Equipo
El equipo lo conforman la cardióloga Silvia López, la enfermera Montserrat Puga y la psicóloga Rosario Recio. El éxito de su metodología reside en la coordinación de los tres pilares que sustentan al grupo.
La enfermera cumple dos labores esenciales: imparte talleres para pacientes y atiende a los enfermos cardíacos al teléfono de lunes a viernes, en horario de 8 a 15 horas. Montse, como la conoce todo el mundo, es además la primera enfermera que se adhiere exclusivamente a una unidad de insuficiencia cardiaca en toda Andalucía.
A los talleres acude un grupo heterogéneo de hombres y mujeres que son instruidos por Montse sobre hábitos alimentarios y actividades aconsejables, y sobre aquello que deben evitar. Los pacientes interactúan con la enfermera y cuentan sus experiencias con medicamentos o los síntomas que experimentan, en unas clases dinámicas en las que la interacción no se traduce en caos ni en desorden; las enseñanzas de Montse y las dudas de los asistentes se retroalimentan a la perfección.
El teléfono, por su parte, está a la disposición de los enfermos para despejarles cualquier duda. Ante un síntoma, descuelgan el auricular, y la enfermera los orienta personalmente, los pone en contacto con la doctora López o les sugiere que se personen en el centro hospitalario si los síntomas revisten gravedad o son preocupantes.
Por último, la psicóloga, Rosario Recio, ofrece terapias grupales y hace un seguimiento del estado anímico de los pacientes. Recio corrobora las palabras de José Manuel y admite que los enfermos atraviesan un “periodo de adaptación” antes de entregarse con convicción a la terapia. La figura del psicólogo fue la última en incorporarse a este equipo, en el año 2013, al que se pretende añadir también un nutricionista a corto plazo.
La doctora
La doctora López Fernández es una profesional joven, con talento, iniciativa y vocación. Ejerce de cardióloga en el Virgen de las Nieves desde 2006. En 2008 inició la consulta monográfica y en 2011 formó este equipo, cuyo cometido es “aumentar la supervivencia en los primeros meses tras un episodio de insuficiencia cardiaca -mediante el incremento de las dosis farmacológicas- y evitar los reingresos de los pacientes, que suelen oscilar entre el 30 y el 50 por ciento en los primeros seis meses”.
Este programa, por tanto, “incide en la salud física y mental de los enfermos y, además, es un estímulo económico, porque demuestra que la inversión en asesoramiento evita muchos reingresos, que son bastante más caros”.
“El proyecto -continúa la doctora- comenzó como una consulta monográfica: en lugar de enviarlos a la consulta general de cardiología, decidimos juntar a los pacientes con disfunción VI severa y grado funcional avanzado para poder ofrecer un seguimiento más cercano, siguiendo las recomendaciones del Proceso Asistencial Integrado en Insuficiencia Cardíaca de la Consejería de Salud.”.
Eso fue en 2008, y en 2011 comenzaron los talleres. Las iniciativas no dejan de sucederse, y ahora el equipo está inmerso en la elaboración de un recetario gastronómico de comida cardio-saludable, en colaboración con las facultades de Medicina, Ciencias y Farmacia de la Universidad de Granada.
El programa, de hecho, ha despertado el interés de varios centros hospitalarios de toda España, que han enviado comitivas para informarse y adoptar sistemas análogos.
Los pacientes rellenan unos cuestionarios, antes y después de los talleres, sobre los conocimientos que tienen para cuidarse y sobre sus sentimientos y calidad de vida: “se trata de que sobrevivan, mejoren su salud y siempre se sientan arropados”.
