El emprendimiento en la universidad

El debate sobre el papel de las universidades en la sociedad actual no es nuevo, pero cada vez más se hace necesaria su orientación efectiva hacia el desarrollo económico y social del entorno donde están inmersas. Más que nunca, las universidades se reafirman en su función cuando sus actividades están alineadas con las necesidades que les demanda la sociedad. Entre los muchos retos que las universidades deben afrontar están la mejora de la empleabilidad de sus egresados, la generación de un conocimiento capaz de ser transformado en innovación en las empresas y organizaciones, o el ejercicio de un mayor liderazgo en la transformación social. 

El concepto de universidad emprendedora se ha configurado como un concepto prometedor para lograr que las universidades alcancen sus objetivos de sostenibilidad, empleabilidad y de apertura hacia el entorno. Una universidad emprendedora debe desarrollar modelos más flexibles e innovadores que le ayuden a detectar nuevas oportunidades y a movilizar los recursos para atender a las necesidades de estudiantes, personal y sociedad en general.

Aunque se ha avanzado mucho en materia de emprendimiento dentro de las universidades, queda mucho camino por recorrer en diferentes aspectos. Por ejemplo, considerando la empleabilidad, los estudiantes universitarios son conscientes de que tener un título no les garantiza el acceso a un puesto de trabajo en el mercado laboral. La formación en emprendimiento es importante para dotarlos de capacidades emprendedoras que les ayuden a buscar una salida profesional. Terminen o no creando su propia empresa, estas capacidades los convierte en personas más proclives a afrontar los cambios, a ser proactivos, a asumir riesgos, a resolver problemas y a promover la creatividad y la innovación. Esta mentalidad emprendedora es la que necesita la sociedad para transformarse. Por tanto, se hace necesario promover la enseñanza del emprendimiento en un mayor número de titulaciones y ampliar el tipo de enseñanza en cuanto a los contenidos y las metodologías para el aprendizaje.

Son además necesarias un mayor número de iniciativas que potencien el intercambio de conocimiento interno y externo, aumentando las actividades multidisciplinares y la relación con los agentes del contexto social que configuran el ecosistema emprendedor. Así mismo, es fundamental el papel de los egresados que actúan de modelos de referencia y pueden ser de gran ayuda para transmitir los valores del emprendimiento en sus diferentes facetas. La materialización de una colaboración mutua y efectiva con agentes del ámbito empresarial y social a fin de lograr objetivos comunes relacionados con el emprendimiento debe ser un objetivo prioritario.

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