¿Partidos para el cambio o simplemente cambio de partidos?

El cambio ha sido un arma muy recurrente electoralmente, lo han ofrecido todos los partidos, incluso ofrecen cambio los que están gobernando. Cuando se ofrece cambio es porque el electorado está descontento y este es, precisamente, el escenario que aprovechan Ciudadanos y Podemos para abrirse camino: un electorado insatisfecho y estar legitimados para ofrecer cambio, aunque ésta legitimidad no viene de su capacidad (que se desconoce) sino de su novedad. Tal vez, por esto, intuyo que serán reacios a pactar y a lo sumo aceptarán pactos de investidura pero nunca de gobierno. Su objetivo principal será no gastar su crédito de “partidos de cambio” antes de las elecciones generales. 

En un artículo anterior hicimos un breve análisis del programa económico de Podemos; hoy haremos lo mismo con el de Ciudadanos, los dos partidos que ofrecen el cambio como principal propuesta electoral. Su programa económico se sustenta sobre tres pilares: Medidas para luchar contra la crisis, empresa e innovación y fiscalidad justa y sostenible. En relación a las medidas para luchar contra la crisis sus principales propuestas, bajo mi punto de vista, son el contrato único, el seguro de despido y el cheque para la formación. El contrato único y el seguro de despido son medidas para favorecer la contratación pero precarizando el empleo. Yo creo que en esto está casi todo inventado, el empresario contrata más si puede despedir fácil. Tal vez este sea el coste de solidaridad que deben asumir los trabajadores en activo para favorecer la contratación en épocas de trágico desempleo como la actual. El problema es que los derechos de los trabajadores se pierden de un plumazo y luego su reconquista cuesta sudor y sangre.

En cuanto a empresa e innovación se insiste en el apoyo a la innovación y al autónomo. La apuesta por la innovación es un compromiso que todos los partidos políticos vienen recogiendo en sus programas electorales de las últimas décadas pero que luego no se lleva a cabo. La inversión en innovación produce efectos a largo plazo y los partidos políticos quieren réditos a plazo no superior a cuatro años (hasta las próximas elecciones). Supongo que a los nuevos habrá que darle un voto de confianza y creernos que gobernarían pensando en nosotros y no en las próximas elecciones.

El tercer pilar del programa es una fiscalidad justa y sostenible.  Aquí, nuevamente, nos encontramos con un habitual en las elecciones: Bajaremos los impuestos, pero como va a ir la cosa mejor, recaudaremos más; es decir, tú vas a pagar menos pero entre todos, pagaremos más. El PP hablaba de esto en su programa y miren como vamos; según José Carlos Díez, Rajoy ha hecho la mayor subida de impuestos desde Isabel la Católica. El problema es que la Comisión Europea no cree en futuribles, la contraseña para que te abran la puerta es: voy a subir los tipos impositivos y voy a reducir el gasto público; si no dices eso, no se abre la puerta. Por tanto, o le cambiamos la cabeza a los alemanes, o Ciudadanos tendrá que cambiar su política de fiscalidad. Parece más fácil lo segundo. 

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