Tercer mes consecutivo de descenso del desempleo registrado en Granada

El número de parados registrados en las oficinas del Instituto Nacional de Empleo (INEM) en Granada, en junio de 2013, ha caído en 1.538 personas en relación con el pasado mes de mayo, lo que supone un descenso del 1,43%.  En total, el paro registrado en los Servicios Públicos de Empleo ha sido de 106.130 personas. Un dato positivo, pero que aún no permite asegurar el cambio de tendencia, a pesar de llevar tres meses a nivel granadino y cuatro a nivel estatal con caídas. Tanto es así que en relación con el año anterior,  en la misma fecha, mantenemos 3.816 parados más en la provincia. En todo caso, lamentablemente, estamos a una eternidad de aquellos 48.749 desempleados de enero de 2008.

Por sectores

Analizando el paro por sectores ha descendido en todos excepto en agricultura, destacando el ascenso en servicios, con 1.011 desempleados menos, seguido de colectivos sin empleo anterior, construcción e industria. Respecto a la contratación, durante este mes se han realizado en Granada un total de 32.777 contratos, de los que tan solo 980 han sido indefinidos. Lo que evidencia que no se quiere contratar con carácter indefinido por el miedo a que al poco tiempo se tenga que despedir, a pesar del abaratamiento del despido.

A nivel estatal, el número de parados registrados en las oficinas de los servicios públicos de empleo bajó en 127.248 desempleados en junio, un 2,6% respecto a mayo, registrando su mejor dato en un mes de junio de toda la serie histórica, iniciada en 1996. Con esta caída, la cuarta consecutiva, como antes apuntábamos,  tras las de marzo, abril y mayo, el número de parados baja hasta los 4.763.680. 

Andalucía

En Andalucía, el número de parados registrados ha bajado en 16.442 personas, lo que supone un descenso del 1,52% respecto a mayo, con lo que se alcanzan 1.065.051 desempleado en nuestra tierra. Por sectores, en línea con lo que pasa en prácticamente toda la comunidad, descendió especialmente en el sector servicios, con 14.268 desempleados menos.

Granada ha sido la cuarta provincia de Andalucía donde más ha bajado el paro, por detrás de Málaga, Cádiz y Jaén donde ha descendido un 3,24%, un 2,75% y un 1,49% respectivamente. 

Y es que, naturalmente, junio es un mes en el que tradicionalmente desciende el desempleo y dentro de la serie histórica estatal sólo se observa una subida, la de junio de 2008, cuando el desempleo subió en 37.000 personas. En igual mes de 2012, el paro bajó en 98.853 personas. 

Reacciones

La interpretación de estos datos, como también es habitual, difiere según quien la haga. Para Manuela Martínez, la secretaria provincial de UGT, recientemente reelegida para el cargo, los datos deben leerse teniendo en cuenta dos factores importantes: el efecto estacional y el preocupante efecto desánimo. Parece evidente que el paro baja en junio por los servicios relacionados con el turismo, lo que habrá que determinar es si la tendencia está cambiando o no. A nivel estatal cuatro meses y la curva que nos muestra el gráfico que incorporamos con esta información, parece indicar una mayor intensidad en la caída del desempleo, pero la prueba definitiva para ver si esto no es más que el típico descenso veraniego más o menos acusado, será a partir de agosto hasta la entrada de diciembre. 

Por su parte, el presidente de la Confederación Granadina de Empresarios, Gerardo Cuerva, ha expresado su satisfacción por las cifras de paro del mes de junio, que considera positivas, “especialmente por la acumulación de tres meses de descenso en el número de desempleados, una tendencia que esperemos se consolide en los próximos meses”. 

Para confirmar la tendencia, la patronal granadina insiste en que es imprescindible apoyar de forma definitiva a quienes crean empleo: empresas y autónomos. Asimismo, Cuerva pide que se lleven a cabo las reformas necesarias que permitan a las empresas poder competir en igualdad de condiciones con las empresas de países de nuestro entorno.

UGT ha elaborado un informe donde explica qué es eso que han venido en denominar efecto desánimo. Según este sindicato, los datos de cierre del año 2012 publicados en la Encuesta de Población Activa pusieron de manifiesto un hecho parece confirmarse, siempre según el estudio elaborado por esta central, como una tendencia futura del mercado de trabajo español. 

Si en periodos anteriores de la crisis económica por la que atravesamos predominó el efecto del trabajador incorporado o adicional (especialmente mujeres que se incorporan al mercado para compensar la caída de ingresos de los hombres de la familia) durante el último año se percibe un “efecto desánimo” entre la población trabajadora, que acompaña al efecto desánimo en el sector productivo, según la central ugetista. Este efecto refleja el desaliento de las personas que desean trabajar y no encuentran un empleo en periodos de crisis. Este efecto se agudiza a medida que avanza el tiempo y las posibilidades de empleo se reducen. 

Esto lo que viene a decirnos es que parte de la caída del número de desempleados registrados podrían ser personas desanimadas y que no encuentran estímulo alguno para permanecer registrados en los servicios públicos de empleo pues no tienen confianza en que les encuentren un trabajo. Efecto este muy acusado entre los jóvenes hasta los 25 años y en personas mayores de 60 años. 

Los representantes de los empresarios consultados no comparten semejante diagnóstico y achacan la caída a la estacionalidad y a la salida de muchos jóvenes del país y a lo que parece una incipiente mejoría económica, pero no a ese efecto. En cualquier caso, ambos esperan a ver que ocurre en otoño para alumbrar alguna esperanza de forma más contundente.

Impulso a la actividad

Frente a las posiciones más liberales, que prefieren que el Estado baje los impuestos y “adelgace” de forma sustancial para recuperar el impulso económico, cada vez se alzan más voces pidiendo que el Gobierno  compatibilice las medidas de saneamiento de las cuentas públicas con otras de impulso de la economía, pues parece ser mayoritaria en estos momentos la creencia de que para salir del agujero es preciso el impulso del Gobierno. Siendo el plan PIVE un recurrente ejemplo.

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