“El agua que suministra Aguasvira es de las mejores de España y Europa”

Calidad del agua y regularidad en el suministro son las dos premisas que definen la gestión de Aguasvira, primera empresa de servicios vinculados al Ciclo Integral del Agua que opera en el área metropolitana de Granada

Miguel Gómez Márquez es su director gerente desde al año 2002. Este profesional ha desarrollado su carrera prácticamente dentro del grupo Aguas de Barcelona, en el que trabaja desde hace 17 años. Define Aguasvira como una firma mixta, cuyo accionariado está formada por un socio público y otro privado: el Consorcio para el Desarrollo de la Vega Sierra Elvira, que ostenta la mayoría del capital, y Aquagest Andalucía, del Grupo Agbar. La empresa da trabajo a 56 personas y factura en torno a los 13 millones de euros.

Aguasvira se crea en 1999. Por aquel entonces prestaba servicio a once municipios del área metropolitana granadina. Con el paso del tiempo se han ido incorporando otros nuevos y a día de hoy son 20 los municipios a los que da servicio, con una población conjunta de unos 150.000 habitantes. Su área de actuación dibuja un círculo que delimita Colomera por el Norte, Chimeneas por el Sur, Víznar por el Este y Fuensanta (Pinos Puente) por el Oeste.

El agua que suministra Aguasvira es calificada por Miguel Gómez Márquez como «de las mejores de España y de Europa». Procede de los pantanos de Canales y Quéntar y además del agua de lluvia, contiene aportes del deshielo de Sierra Nevada.

La calidad se controla con cientos de controles analíticos diarios, tanto los que realiza Aguasvira como los que realiza Emasagra en su red de transporte. «Dichos análisis forman parte de un sistema informático que controla el Sistema Andaluz de Salud, de forma que se garantiza que el agua tiene todas las garantías higiénico-sanitarias para ser consumida», aclara el responsable de la empresa.

En caso de sequías como las que años anteriores han amenazado los pantanos granadinos, las empresas metropolitanas disponen de fuentes de suministro alternativas: «Aunque principalmente nos abastecemos de los embalses de Canales y Quéntar, tenemos una batería de pozos dentro del área metropolitana, cerca de Huétor Vega, perforados a 200 metros de profundidad y con un caudal de 100 metros por segundo, de forma que llegado el caso podemos disponer adicionalmente de más de 1.000 litros de agua por segundo», explica Miguel Gómez. De hecho, ya en la última sequía que afectó a la provincia hace unos 3 o 4 años, ya se complementó el agua de suministro con estos pozos debido al bajo nivel que presentaban los pantanos. Gracias a estas otras fuentes, «nunca hemos tenido que cortar el suministro o reducir horas de suministro», aclara el gerente de Aguasvira.

Infraestructuras

Hasta la creación de Aguasvira en 1999, el servicio de suministro de agua en el área metropolitana de Granada era prestada por los propios ayuntamientos, con escasa capacidad inversora. Con la llegada de Aguasvira la situación se transforma y todos los años se destina alguna cantidad a renovar la red de abastecimiento, que suma 840 kilómetros. 

Incluso se han realizado desde el Consorcio planes específicos de inversiones, como el que se llevó a cabo hace cinco años de 10 millones de euros. «Esto ha permitido ir renovando las redes, que eran muy antiguas y no presentaban la calidad óptima, por otras más modernas de fundición dúctil, se han renovado también los depósitos y a día de hoy yo diría que tenemos un nivel más que aceptable y razonable», destaca el gerente de Aguasvira, Miguel Gómez Márquez.

Fraude

La actual coyuntura económico ha propiciado un aumento del fraude en el suministro de agua, un tema que Aguasvira trata de erradicar. «Vemos como en los últimos dos años la gente está agudizando mucho el ingenio para no pagar. Tenemos a inspectores trabajando todos los días en busca de fraudes y lo peor de todo es que se detectan a diario», afirma Miguel Gómez. 

El año pasado Aguasvira levantó más de 400 actas de fraude a particulares y empresas, lo que pone de relieve la importancia de este tema. «Si tenemos en cuenta que un año tiene unos 220 días laborales, estamos hablando de una proporción de casi dos fraudes al día, una cifra muy elevada que se mantiene a día de hoy». 

Ante esta situación, el director gerente de Aguasvira hace un llamamiento para concienciar a la población sobre la importancia de este asunto: «El agua que alguien está robando o está dejando de pagar, tenemos que abonarla entre todos y acaba repercutiendo en todos los vecinos, por lo que es muy importante que la gente sepa que no solo está defraudando a una empresa, sino a sus familiares y vecinos».

En aquellos casos en que un fraude es detectado, la sanción se impone según el reglamento de la Junta de Andalucía y puede oscilar entre los 2.000-3000 euros para una vivienda tipo a los 8.000-10.000 euros de una empresa de tamaño medio.

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