Las empresas exportadoras muestran su fortaleza

El inicio de la crisis económica allá por el año 2007, más tarde convertida en una dura recesión, hizo ver a un buen número de empresarios granadinos que el futuro de sus sociedades no se encontraba ya en el mercado nacional. La supervivencia pasaba por dar el salto fuera de las fronteras españolas, por la búsqueda de nuevos mercados que en algunos casos estaban en otros continentes. El dilema que se les planteaba no era otro que el de implantarse en territorios en los que sus marcas nunca habían tenido presencia o desaparecer con el paso de lo años. La exportación abría puertas a nuevas oportunidades de negocio y un buen número de empresarios de todos los puntos de la provincia se puso las pilas y acometió la complicada tarea de enviar sus productos, de llevar sus servicios, a miles de kilómetros. El paso del tiempo ha demostrado, con alguna excepción, que la idea fue buena y que la labor de apoyo de instituciones públicas como el ICEX o la Agencia Andaluza de Promoción Exterior (Extenda) ha dado a la postre excelentes resultados gracias a los planes de internacionalización implementados por ambas.

 Los últimos datos dados a conocer por ambas instituciones -la primera, dependiente del Estado y  la segunda, de la Junta de Andalucía- y que están referidos al cierre  de 2015, reflejan crecimientos importantes en la comparativa con el año precedente. Para el caso concreto de la provincia de Granada, hay que señalar que el número de empresas exportadoras se situó al término del pasado ejercicio en un total de 2.122, un número que ya de por sí resulta más que significativo en una provincia en la que la actividad exportadora nunca tuvo un peso cuantitativo importante en su economía. Tal número de sociedades supone un incremento del 15,5% con respecto a las 1.837 existentes en 2014. Lo mismo cabe decir con respecto al volumen de facturación de todas estas empresas, que alcanzó en el ejercicio de referencia casi los 1.020 millones de euros, frente a los algo más de 925 del año anterior, con un aumento del 10% y con un hecho tan significativo como es el haber traspasado la barrera psicológica de los 1.000 millones de euros. 

Tales cifras, referidas en exclusiva a la provincia de Granada, alcanzan aún una relevancia aún mayor si las comparamos con las que presentaron otros territorios de Andalucía en los que hubo caídas más que notables tanto en el número de sociedades exportadoras como en el volumen de ventas de las mismas en los diferentes mercados. Por no señalar a ninguna provincia en concreto, el análisis comparativo con la media regional es revelador: en el conjunto de la región en número de empresas a las que podemos definir como exportadoras -un total de 18.905- disminuyó en un 1% en relación al cierre del año precedente. En lo tocante al volumen económico que supuso su actividad, la diferencia es aún más notoria. El pasado año, todas estas empresas andaluzas facturaron por valor de algo más de 24.967 millones de euros, lo que supuso una caída del 6,3% en relación a los 26.649 millones con que terminaron 2014. No hay que ser ningún experto para comprobar que las diferencias relativas en los resultados obtenidos por la provincia de Granada con respecto al conjunto de la comunidad autónoma son más que reseñables, teniendo en cuenta incluso que la media andaluza incluye también los datos de la actividad exportadora granadina que palían lo que es un batacazo aún mayor si se excluyese de la estadística la aportación hecha desde esta parte del territorio de la región. 

Habrá quien asegure que todas estas empresas exportadoras granadinas no han mantenido una actividad continuada a lo largo de los años, lo que desvirtuaría en parte la estadística mencionada. Por ello, tanto el ICEX como Extenda también ofrecen datos desagregados al respecto. Así, fijan el número y el volumen económico de lo que denominan empresas exportadora regulares. O lo que es lo mismo, las que han mantenido su actividad de forma ininterrumpida durante los últimos cuatro años. Pues bien, incluso con esta distinción, la fortaleza de las firmas granadinas también es notoria pues su volumen de facturación en 2015 rozó los 957 millones de euros -sobre los casi 1.020 antes citados-, con un incremento en este caso sobre el año precedente del 11%. En lo que la diferencia es mayor es en el número de sociedades, que bajo el parámetro descrito se situó en 360 frente a las 337 de 2014, con un aumento en este caso del 6,8%.

Toda una década

Al abrir el abanico del espacio temporal y para remontarnos a años precedentes a la crisis económica, tomamos como referencia el periodo comprendido entre 2005 y 2015. En este decenio transcurrido, la evolución de la actividad exportadora de Granada no presenta otra evolución que no sea al alza. Fruto, a su vez, del mayor número de empresas que se han incorporado a la misma y de la creciente conquista de diferentes mercados a los que destinan sus productos y servicios. La estadística no refleja otra cosa que esa línea creciente de ambos parámetros, más acentuada o más ralentizada en determinados ejercicios, pero siempre dentro de una escalada continua.

Una década atrás, el volumen de exportación granadina alcanzó los 653 millones de euros. Esta cifra, con el paso de los años, casi se ha llegado a duplicar al montarse en los mencionados 1.020 millones. 

La comparativa es aún más destacable en lo que toca al número de sociedades granadinas que han apostado por la exportación a lo largo de estos últimos diez años. Si en 2015 sumaban un total de 727, pasados estos años tal cifra se ha multiplicado por tres hasta llegar a las también mencionadas 2.122 con que terminó el pasado año. Triplicar el número de compañías exportadoras en un periodo de tiempo no excesivamente largo como el que hablamos, supone un éxito sin paliativos. Máxime en una provincia como Granada en la que el sector industrial tiene un peso relativo pequeño, que se traduce a nivel exportador en un contado número de empresas, frente a otro que acapara buena parte de esta actividad como es el agroalimentario. Cabe recordar en este punto que la actividad exportadora en Andalucía se ha visto muy favorecida por el auge que ha tomado el sector aeronáutico, que por sí solo ‘vendió’ el pasado año por valor de 1.585 millones de euros, un 9,2% más que en el ejercicio precedente. Pues bien, Granada no cuenta con este tipo de industria y pese a ello la evolución exportadora fue claramente positiva.

No obstante todo lo anterior, hay que matizar que Granada no se situó el pasado año -ni de lejos- como una de las provincias con mayor volumen económico en lo que a sus exportaciones se refiere. Más bien todo lo contrario. Se quedó anclada en la séptima posición de Andalucía, con provincias como Cádiz donde se alcanzaron los 6.114 millones de euros, por la gran facturación que supone el sector naval; o Sevilla,  provincia donde sus empresas lograron facturar 5.179 millones. 

Efectos del ‘brexit’

La decisión del Reino Unido de abandonar la Unión Europea (UE) mediante referéndum, el conocido ‘leave’ (salir), no solo ha provocado una catarata de consecuencias internas en el país anglosajón que han ido ocupando las primeras páginas de todos los periódicos desde el pasado mes de junio, sino que es muy probable que afecte en mayor o menor grado a las exportaciones españolas hacia aquel país y también, en consecuencia, a las de Granada. Al margen de otras consideraciones económicas de gran calado, como la incidencia negativa en los mercados bursátiles o la incertidumbre que ya padecen los residentes británicos en nuestro territorio, lo cierto es que la depreciación de la libra frente al euro encarecerá para los británicos la compra de todo tipo de productos procedentes de la UE. Y si estos cuestan más dinero, es de suponer que las empresas españolas y granadinas tengan más problemas para ex
portar hacia ese destino. Por no hablar de la implantación de aranceles entre las dos partes, cosa que se puede evitar en la negociación que ha de tener lugar en estos próximos dos años.

Los datos facilitados por Extenda fijan en el entorno de los 56 millones de euros el volumen total de las exportaciones de Granada con destino a Gran Bretaña en el ejercicio de 2015. De esta importante cantidad de dinero, 20 millones los atribuye a productos hortofrutícolas, mientras que el resto se reparte en productos metalúrgicos y de otro tipo. ¿Qué caída puede tener la exportación con este país? Nadie se atreve a pronosticarlo. Es muy pronto y pueden ocurrir muchas cosas. Lo que sí es cierto es que Gran Bretaña es uno de los mejores clientes de Granada y en esta particular relación comercial, el ‘Brexit’ ha sido una muy mala noticia. 

Sectores y balanza

Los sectores protagonistas de la exportación de las empresas granadinas apenas han cambiado su posicionamiento a lo largo de la década de referencia. Alimentación, bebidas y tabaco han tenido y aún mantienen un liderazgo indiscutible. La potente industria que se dedica a la transformación de las materias primas con que cuenta esta provincia en el ámbito del que hablamos, siguen funcionando como auténticas locomotoras de la exportación provincial. Los datos más recientes, los del pasado cuatrimestre ratifican lo anterior: de los 374,1 millones de euros que vendieron las compañías granadinas fuera de nuestras fronteras, el 63,6% lo acapararon las empresas que engloba el apartado antes citados. Con oscilaciones mayores o menores a lo largo de los años comprendidos entre 2005 y 2015, la situación se repitió pues no en vano los productos alimenticios de altísima calidad -léase aceite de oliva, hortalizas, fruta tropical, o el propio tabaco cultivado en la vega granadina y bebidas espumosas o vino de excelente factura- han tenido una evolución en la demanda que siempre ha marcado una tendencia alcista. También los bienes de equipo ha presentado una notable petición más allá del territorio nacional. Ocupan un digno segundo puesto con casi un 13% del total de las exportaciones en cuatro primeros meses del año en curso.

 Por lo que respecta a la balanza comercial, es claramente favorable a la economía de Granada. Entre enero y abril pasados, supuso un saldo positivo de 150,8 millones de euros y una tasa de variació anaual del 14,3%. Es decir, vendemos más que lo que compramos. Tal situación puede tener diferentes lecturas, puesto que ante el hecho evidente de que siempre es mejor vender más que lo que se adquiere fuera de España, no deja de tener también su contrapunto al significar que la economía provincial no tiene la velocidad de crucero suficiente como para necesitar mayor cantidad de bienes y servicios que proporcionan empresas de terceros países. 

Sea como fuere, lo cierto es que las empresas granadinas que exportan productos y servicios más allá de las fronteras del territorio nacional han mantenido una envidiable fortaleza -con todas las excepciones que se quieran- que les ha permitido no solo salvar en muchos casos el negocio sino trasladar una imagen de la marca Granada como potente reclamo por su buen hacer frente a terceros competidores.

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