La financiación de los emprendedores

Uno de los problemas fundamentales a los que hacen frente los emprendedores es el de la financiación para la puesta en marcha de sus proyectos. El crédito bancario es caro y difícil. Algunos estudios realizados a escala europea sobre la oferta de crédito a las PYMES señalan que España es uno de los países de la UE en donde el crédito se ofrece en peores condiciones (intereses altos, comisiones, garantías…) Si esto es así para PYMES ya consolidadas podemos imaginar fácilmente la dificultad de la financiación bancaria para los emprendedores.

Por eso es necesario que los nuevos proyectos cuenten desde su inicio con una base de fondos propios considerable. Según la información estadística proporcionada por el Banco de España, las PYMES españolas tienen de media una estructura financiera compuesta por aproximadamente un 45 por ciento de fondos propios y un 55 por ciento de endeudamiento bancario. Es una estructura razonable, pero no vale para los emprendedores; sobre todo para aquellos con proyectos intensivos en I+D+i, que precisan de un capital social mucho más importante (en términos relativos) que soporte el elevado nivel de riesgo de ese tipo de proyectos.

Nos encontramos sin embargo con muchos proyectos de emprendedores que apenas cuentan con los 3.000 euros de rigor para constituir una sociedad limitada. Algunos de ellos verdaderamente buenos proyectos, pero que parten de un enfoque de la financiación poco consistente. Inician un peregrinaje condenado al fracaso por entidades financieras y agencias públicas de promoción. A estos emprendedores hay que decirles alto y claro que sus proyectos no serán viables hasta que fortalezcan los recursos propios.

En Granada, aunque no sean una figura institucional pública y conocida, existen business angels que estudian y entran en nuevos proyectos empresariales. Es cierto que no son abundantes en número, ni en oferta de fondos, pero son una fuente de financiación que deben considerar los emprendedores. Son además smart money o dinero inteligente, es decir, empresarios con experiencia que no solo aportan fondos sino también consejo y buenos contactos.

Y para aquellos emprendedores que han pasado ya de una fase semilla, ¿Por qué no acceder a los Venture Capital de Madrid o de Barcelona? Según el último informe anual de ASCRI (Asociación Española de Capital, Crecimiento e Inversión), la inversión en capital privado o capital riesgo en España en 2015 fue de 2.939 millones de euros. Se contabilizaron en España 657 inversiones, siendo el 44 por ciento de ellas inferior a 250.000 euros. Es decir, montantes muy razonables en línea con las necesidades de los proyectos empresariales intensivos en conocimiento que se están poniendo en marcha en Granada en los últimos años. Sin embargo, solo el 1,9 por ciento de esa inversión tuvo como destinatarios proyectos empresariales desarrollados en el conjunto de Andalucía. Los emprendedores necesitan en consecuencia mejorar su enfoque financiero, pero también desprenderse de prejuicios y acceder directamente a los business angels locales y a los venture capital nacionales.

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