Caja Rural de Granada conserva la calificación crediticia de 2007

CALIFICACIÓN CREDITICIA/ LA ENTIDAD GRANADINA RESISTE BIEN A LA CRISIS

Según el análisis realizado por la Agencia Moody’s que revela el buen estado de la Caja, siendo la única, junto a Caja Asturias, que lo consigue en todo el Estado

El pasado 29 de Julio, Caja Rural hizo público el análisis de su estado financiero realizado por la Agencia Moody’s, que revela el buen estado económico y financiero que atraviesa la entidad.

La Agencia otorga a la caja granadina la calificación crediticia A3 para su deuda y depósitos a largo plazo, la máxima a la que puede aspirar por su volumen, P2 para el corto plazo y C en lo que se refiere a su vigor financiero.

Mientras que veintisiete entidades financieras, entre las que se encuentran grandes bancos como el Santander o el Popular, han visto como su rating descendía entre uno y cuatro puntos, Caja Rural de Granada mantiene su valoración. De hecho, el rating de la entidad se sitúa en el mismo nivel que el de entidades de mucho mayor tamaño, lo que supone una gran satisfacción para los directivos de la Caja.

Esta clasificación responde, entre otras cosas, a la capacidad de la entidad para hacer frente a la solvencia con sus propios activos y a su nivel de liquidez, que permite afrontar a corto plazo las deudas más urgentes.

Otro desafío, ya en marcha, es la creación de un SIP (Sistema Institucional de Protección), junto a las Cajas Rurales del grupo, aglutinadas en la Asociación Española de Cajas Rurales (A. E. C. R.). El proyecto se lleva desarrollando desde hace dos años y se espera verlo culminado después del verano. Esta nueva estructura colaborará en la salida de la crisis en el próximo ejercicio 2011, para lo que se coordinarán con organismos públicos y empresas privadas. A este respecto, Dimas Rodríguez, director general de Caja Rural de Granada, afirmó que la entidad funciona “como un SIP desde su creación”. Además, resaltó el hecho de que muchas entidades se acojan a este corporativismo casi con urgencia, afirmando que “lo están haciendo porque la situación actual no les permite seguir en solitario” y dejando claro que esa no es la situación de Caja Rural y que, por tanto, “no hay ninguna prisa en ejecutarlo”.

En cuanto a la valoración crediticia de la Agencia Moody’s, Rodríguez también hizo algunas reflexiones. Afirmó que “sabía que la entidad estaba bien, mejor que la media, y que  ahora se ha confirmado”. Resaltó que esta agencia “trabaja con mucha información y de manera continua” y que el análisis  realizado por ésta se ha realizado “de manera voluntaria, porque conlleva un gasto importante”, en economía y en tiempo. Terminó diciendo que la Caja quiere “que haya transparencia, por lo que se solicitará al Banco de España que haga públicos los datos”.

Por su parte, el presidente de Caja Rural, Antonio León, afirmó que “para bien o para mal”, los desafíos de la entidad se desarrollan en aun ámbito de actuación reducido, aludiendo al hecho de que los esfuerzos financieros de la Caja se vuelcan, sobre todo, en las ciudades de Granada y Málaga.

Haciendo referencia a la calificación de Moody’s, León se mostró satisfecho por el hecho de “poseer un rating superior al de cajas similares, aun teniendo un tamaño pequeño”.

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