“El éxito de esta empresa radica en la calidad, la dedicación y el esfuerzo”

Granada Económica • Especial – Ranking de Empresas 

ENTREVISTA /  ANTONIO RODRÍGUEZ ANTEQUERA, GERENTE DE FRUTAS LOS CURSOS

REIVINDICACIÓN/ Adecuadas infraestructuras como impulso a la agricultura e industria tropicales

Antonio Rodríguez Antequera es el gerente, desde hace 30 años, de Frutas Los Cursos, nombre derivado del lugar donde nació, el barranco de Los Cursos, en Rioseco Alto, Almuñécar. Tras tantos años en el sector agrícola, Rodríguez recuerda sus primeros pasos y los define como complicados, por la falta de experiencia, contactos y de infraestructuras que abastezcan la zona. “Nadie sabe lo que hemos pasado aquí con el agua. Litros y litros perdiéndose todos los días en la mar, sin que nadie los aproveche y sin que nadie haya hecho nada por remediarlo”. 

Su dilata experiencia le sirve para afirmar que con los medios apropiados y el respaldo adecuado, “la gente no hubiese temido las sequías y se hubiese invertido más dinero en el campo de Almuñécar”. El gerente de Frutas Los Cursos rememora la época de sequías en los años 90 en Andalucía y su lucha “ante la policía en las manifestaciones por el agua o por las cosechas perdidas. Pero nadie ha hecho nada, todo sigue igual”. 

El éxito de la empresa frutícola radica, en palabras de Rodríguez Antequera, en la calidad de los productos tropicales que aquí se cultivan, en el buen servicio de la empresa y en su siempre cumplimiento. Estos ingredientes han hecho posible que la flota de camiones de Frutas Los Cursos, que porta el nombre de Almuñécar, recorra Europa, con el nombre de Almuñécar en ellos, abasteciendo los mercados continentales. La moderna flota de vehículos incorpora desde pequeños y medianos camiones, que transportan los productos desde las fincas de los agricultores hasta las instalaciones de la empresa, cinco carretillas elevadoras de carga, transportadoras de palés y polipastos, hasta los trailers que surcan el continente europeo. 

En cuanto a las instalaciones situadas en Almuñécar, donde también se ubica la sede empresarial, Frutas Los Cursos dispone de una superficie que ronda los 3.000 metros cuadrados, en los que se encuentran unos almacenes, de 200 metros cuadrados, equipados con las más modernas cámaras frigoríficas, adaptadas según las necesidades de maduración y conservación del tipo de frutas que comercializa, las tropicales, mangos, nísperos, aguacates y chirimoyas principalmente. Las empaquetadoras de última generación, para cualquier tipo de envases, completan una infraestructura capaz de satisfacer las necesidades más exigentes de los mercados internacionales. 

El éxito de esta empresa frutícola radica, en opinión de su gerente, en la dedicación y el esfuerzo. “Muchas horas y trabajo”, resume Antonio Rodríguez. Pero la gran calidad de sus productos se debe “al clima y a la tierra que tenemos aquí”. La situación geográfica de las montañas protegen del frío a la zona, que es bañada por más de 320 días de sol al año. Ambos hechos, junto a la generosidad de una tierra que “se mantiene con poco agua”, hacen de esta franja costera “un lugar único en el mundo”. 

El personal fijo empleado en la empresa es de 30 personas, aunque en plena campaña pueden alcanzar los 75 trabajadores. Desde la empresa se hace hincapié en la preparación de su personal, que conoce perfectamente todos los aspectos y etapas relacionadas con los frutos que trabajan y con su comercialización. Esa especialización de los empleados, junto a la infraestructura de la organización, hacen de la compañía una empresa perfectamente capaz de seleccionar las mejores unidades, preparar los más adecuados envíos, contrastar su calidad mediante muestreos de sabor, azúcares, colores y aromas, y enviarlas a los mercados, nacionales e internacionales, en perfecto estado de maduración y conservación.  

Consejo Regulador 

Antonio Rodríguez Antequera siempre abogó por la necesidad de implantar un ente encargado de regular e identificar la chirimoya, es por ello que es uno de los fundadores del Consejo Regulador de esta fruta. “Poco a poco se van haciendo cada vez más cosas”, dice en referencia el entrevistado y reclama que “tiene que haber más gente, porque esto es para todos y entre todos se pueden hacer las cosas bien”. 

El gerente de Frutas Los Cursos es partidario de la disminución de la cantidad en pro de la calidad. “Hay que mandar al mercado menos kilos, pero esas partidas deben ser de calidad y la calidad cuesta tanto dinero. Hay que enviar productos buenos y que la gente los pague”, explica. El producto excedente se puede destinar a otros sectores. “Puede comercializarse como marca blanca o dedicarse a sectores como la cosmética”, explica Rodríguez en referencia a estudios, como el de la Universidad de Granada, que concluyen que las propiedades de algunos frutos tropicales son susceptibles de aplicarse, entre otros, como tratamiento cosmético o para zumos y helados. 

A través del Consejo Regulador y del cercano trato con los agricultores del cofundador, se intenta asesorar sobre la colocación de los tropicales en el mercado. “Yo les informo y les oriento bien”, explica Rodríguez como parte de las obligaciones del Consejo, “porque esto es único y no tiene por qué cobrar un agricultor 20 céntimos por un kilo de chirimoyos”. 

En referencia a la promoción de los tropicales y en contraste con aquellos que sostienen que estos productos están suficientemente publicitados, Antonio Rodríguez insiste en la necesidad de aumentar la promoción y conocimiento de este tipo de frutos. “Todavía hay gente en España que no conoce la chirimoya, que ni siquiera sabe como comerlo. Hablamos mucho del exterior, pero en el interior también es necesaria la promoción de estos productos”. 

El gerente de Frutas Los Cursos reclama mayor colaboración entre los productores y los hosteleros de la zona, “porque caminando juntos las cosas cuestan menos”. Cuando la gente viaja, retorna con los productos característicos del lugar al que ha viajado, “es como debe ser”, explica Rodríguez, y prosigue ejemplificando, “si usted va a Valencia, seguro que vuelve con una bolsa de naranjas. Cuando se venga aquí, la gente debería regresar con una caja de chirimoyas”. 

Con vistas al futuro, Antonio Rodríguez espera crecer “un poco más”, aunque hace hincapié en la necesaria constancia y en la dificultad que conlleva la creación de una marca. Además reclama a los organismos competentes que realicen esfuerzos para llevar a la zona, “de una vez por todas”, el agua que tanto necesitan. “Aquí si traen agua, no habría ni paro ni crisis”, concluye el gerente. 

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