El Zahir refrenda su compromiso con la calidad con la certificación de la "Q" Turística

Diferenciación, fiabilidad y rigurosidad son aspectos que distinguen a Restaurante El Zahir, de Albolote, gracias a la obtención del sello “Q” de Calidad Turística, certificación que otorga el Instituto para la Calidad Turística Española (ICTE) y que representa la calidad en el sector turístico español. Esta distinción cuenta con el respaldo de la Secretaría de Estado de Turismo y las Comunidades Autónomas. Para la obtención de la “Q” de Calidad, El Zahir ha superado unas estrictas auditorías que aseguran que su prestación de servicio es garantía de calidad, seguridad y profesionalidad.

Este establecimiento abrió sus puertas en 1992 en la calle Ganivet de Albolote, impulsado por Rafael Garrido e Inmaculada Bailón, sus propietarios, ayudados por su hijo Juan Raúl. Todos ellos acumulan gran experiencia en el sector de la hostelería. 

El buen hacer y creatividad de Inmaculada Bailón, responsable de cocina, y la experta selección de las materias primas, realizada por Rafael Garrido, con las que elaborar los platos, han hecho posible que este restaurante oferte a su clientela una carta más elaborada, llena de posibilidades, con unos productos de alta calidad y magníficamente preparados.

Hay que destacar igualmente la distensión de la barra, muy visitada gracias a la amplitud y calidad de las tapas y platos que ofrece, así como una amplia variedad de vinos.

Cocina

La tradicionalidad de la cocina de este establecimiento tiene a los guisos entre sus grandes representantes. Destaca en este aspecto el choto al ajillo, muy famoso entre la clientela. El arroz con bogavante, acompañado con sepia, almejas y gambas no se queda a la zaga. También destaca la exquisita elaboración del arroz con conejo, la cazuela de fideos o las fabes, ejemplo éstas de la mano de Rafael, que elige las asturianas, las de mayor calidad.

Entre las carnes que ofrece el local se deben mencionar la presa ibérica, el cordero con Denominación de Origen Castilla y León, como no podía ser de otra forma, el lomo de buey y el solomillo de novillo argentino. Mención especial se merece el cochinillo con Denominación de Origen de Segovia, que se prepara en horno de leña, previo encargo del cliente, y en piezas que rondan los cuatro kilogramos. 

Rafael Garrido procura que el pescado, que se sirve en el restaurante que regenta, siempre sea fresco, es por ello que no puede garantizar ni comprometerse a ofrecer una gran variedad de pescado, ya que la oferta depende del mercado. Para Garrido es mejor no disponer de ciertas variedades de pescado, a ofertarlas de baja calidad a precios desorbitados. La filosofía de El Zahir es disponer para su clientela de los mejores y más frescos productos, si la estacionalidad y el mercado lo permiten. 

Otro plato destacado son las más que famosas patatas fritas del restaurante. No hay que dejarse engañar por la aparente sencillez en la preparación, ya que éstas son elegidas cuidadosamente según la idoneidad de las variedades para freir y la ideal para coción. Hay que decir también que el aceite utilizado, en la cocina del restaurante El Zahir, proviene de una del las comarcas con más fama en la producción de aceite de oliva. Esa no es otra que Priego de Córdoba.

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