La economía de propaganda

Se atribuye a Albert Einstein una frase que dice algo así: “si se hace siempre lo mismo, no se pueden esperar resultados distintos”, eso parece ser cierto en el modelo de la física general, pero no ocurre lo mismo en cuanto se  intenta aplicar a las relaciones humanas, a pesar de la tozudez de los datos.

Hace unos días tanto el ministro Montoso como la vicepresidenta Santamaría han sorprendido a tirios y troyanos con dos declaraciones algo peculiares, el primero aseguraba en sede parlamentaria y sin rubor alguno, que los salarios en este país, no decrecían, sino que aumentaban, la segunda se llenó la boca con unos datos sorprendentes, casi el 20% de los que reciben la prestación por desempleo, son unos defraudadores, en particular, aseguró que 520.000 parados que cobraban la prestación hacían trampas. 

Dichas estas palabras, la prensa y otros muchos, intentaron contrastar esas afirmaciones y se encontraron con que en ambos casos, los datos suministrados eran falsos, no se correspondían con la realidad estadísticas que lo propios ministerios ocupados del ramo dan como ciertos. 

Suponer que ambos miembros del gobierno son idiotas de solemnidad o unos indocumentados es la conclusión fácil y sencilla, pero nada más lejos de la realidad, ambos lanzaron dichas cifras con un fin específico, a sabiendas de que la propaganda juega un papel importante en la percepción sobre la realidad social, de ese modo, para el primero de ellos, negar la mayor sobre la realidad de la devaluación de los salarios en España solo puede ser entendida como factor justificativo de nuevas disminuciones salariales en el tiempo, ya sea a través del incremento de los impuestos directos o congelaciones salariales. Para la segunda miembro del gobierno, conocedora de que nada es más aceptado por parte de los ciudadanos, que la persecución del fraude, sus palabras alumbran un futuro mucho más restrictivo para los futuros perceptores de la renta por desempleo. Tanto en uno como en el otro caso, la propaganda anuncia que el camino elegido para salir de esta crisis, seguirá siendo el mismo que hasta ahora, la restricción del gasto que asegure el cobro de los intereses de los prestamistas, tal y como dice la Constitución Española, pues aquí lo importante son los números y no las personas.

Compartir es demostrar interés!