Presupuestos: una "deuda histórica" con la Costa Tropical

Es difícil analizar el proyecto de presupuestos generales del Estado para 2014, referidos a la Costa Tropical, sin contagiarse de los análisis que realizan los dos grandes partidos, condicionados en función de quién gobierna en Madrid. Pero hay un hecho irrefutable: cuando la inversión privada es mínima, se hace imprescindible un esfuerzo de la pública, como elemento generador de empleo y actividad económica. Hemos de reconocer el esfuerzo inversor en la autovía del Mediterráneo, en torno a 127 millones, pero nulo en lo referente al agua.

Como empresario del sector hortofrutícola, he de incidir en el persistente déficit en la realización de las infraestructuras de comunicación e hidráulicas en el litoral granadino. Autovías que se eternizan, especialmente el esperpento de la A-7 y su imagen tercermundista de los conos; la sucesión de chapuzas en la A-44 (¿se iba a denominar Autovía de la Costa Tropical?), con obras de reparación desde el mismo año de su apertura; falta de conexiones ferroviarias, tanto entre Granada y Motril (prometidas y olvidadas); injustificable discriminación al excluirnos del trazado del corredor litoral…

Aunque la mayor ‘deuda histórica’ la encontramos en las infraestructuras hidráulicas. El agua sigue siendo el principal problema de los agricultores del litoral. Sufrimos el bochorno de realizar una obra como la presa de Rules, sin incluir su uso agrícola o energético. Una ingente inversión que, si se realizaran las conducciones de riego entre Albuñol y La Herradura, pondría en marcha miles de hectáreas de nuevos cultivos, con la generación de unos 10.000 puestos de trabajo (entre directos e indirectos). Sin embargo, la falta de peso de la clase política granadina, cómplices necesarios del peloteo entre la Junta de Andalucía y el Estado en su realización, ha mantenido en los cajones de las administraciones el proyecto en la última década.

El resultado, la granadina presa de Rules se ha convertido en la única obra de este tipo en Europa sin una explotación adecuada a sus posibilidades y las necesidades de los agricultores. Clamamos indignados al ver cómo el agua se tira al mar, mientras nos vemos obligados a pagar un altísimo precio en energía para elevarla a nuestros campos, por la falta de canalizaciones. Una situación que lastra nuestro desarrollo, pues nos impide ser competitivos con otros productores cercanos. En nada nos consuela el aprovechamiento recreativo de Rules. 

Por no hablar de la ‘olvidada’ presa de Otívar, con proyecto aprobado desde 1996 y que llegó a contar con partida presupuestaria en 2002. En definitiva, décadas de retraso que están ralentizando el desarrollo del litoral, y que nos ha llevado a perder peso en el conjunto de la economía provincial. Una auténtica ‘deuda histórica’ con la Costa Tropical.

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