Se evitó la bancarrota, pero quedó la banca rota

Un buen sistema financiero es esencial para que la economía funcione. Su papel es, ni más ni menos que canalizar el ahorro hacia la inversión, es decir, poner a producir el dinero. Los bancos son necesarios porque multiplican la capacidad de generar riqueza que el dinero tiene. Para explicar esto baste un ejemplo: Supongamos que en la economía sólo hay un billete de 1000 € que lo poseo yo y que decido ingresarlo en un banco; éste le prestará los 1000 € a alguien que los utilizará para pintar la casa (dará trabajo a un pintor). El dinero obtenido por el pintor volverá a ingresarlo en el banco que lo prestará a otra persona que los necesita para mejorar la fontanería de su casa (dará trabajo a un fontanero) y así sucesivamente. Este ejemplo simple demuestra que la economía no puede funcionar sin la banca; por tanto, queda justificado el sacrificio que hemos tenido que hacer todos los españoles para impedir que la banca quebrara.

Y ahora que la banca está salvada, ¿qué?, ¿ayudarán para que nuevamente se cree trabajo para el pintor, para el fontanero, etc.?; la respuesta es NO. Las sucesivas reformas legales sobre el sistema financiero que se han hecho en los últimos gobiernos persiguen mejorar la solvencia del sistema financiero español, los acuerdos de Basilea III y las exigencias de los mercados financieros van en la misma dirección. Los bancos han tenido que mejorar su solvencia en los últimos años mejorando el ratio que relaciona sus recursos propios con los activos de riesgo (préstamos concedidos). Esto explica que hayan reducido drásticamente la concesión de créditos.

En esta situación si yo ingreso en el banco los 1000 € quedan abducidos, desaparecen, no producen y en este caso la loable función del sistema financiero que era canalizar el ahorro hacia la inversión se transforma en canalizar el ahorro hacia la salvación (de la banca o del Estado ya que lo poco que invierten los bancos lo hacen en adquisición de deuda pública).

No sé cuál es la solución, lo que sí sé es quienes son los culpables y quienes son las víctimas. Hubo una época en la que los bancos nos iban ofreciendo dinero por la calle (por supuesto para devolverlo). Esta brillante idea ha hecho que el sector privado no financiero esté arruinado, que el sector financiero esté arruinado y que el sector público esté arruinado. Los que idearon aquella estrategia ganaron mucho dinero pero a costa de arruinar a mucha gente y dejar tambaleándose al sistema financiero y por ende a la economía real. Ninguno de ellos está en la cárcel, ni siquiera, inhabilitado. Desde su atalaya construida sobre ruinas y desesperaciones contemplan como mucha gente de bien sufre y sufrirá los efectos de sus errores o de sus fechorías (como ustedes quieran llamarle). 

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