LA CAJA RURAL DE GRANADA LLEVA INVESTIGANDO DESDE 1988 A TRAVÉS DE SU DEPARTAMENTO DE INVESTIGACIÓN Y DESARROLLO AGRARIO

Nacla-Puntalón, investigación y desarrollo de especies tropicales

En la finca se investiga sobre mangos, aguacates y chirimoyas para beneficio del campo andaluz

La producción hortícola intensiva bajo invernadero en Europa a partir de los años 70, se ha venido desplazando hacia el litoral mediterráneo del sur de la península ibérica y litoral atlántico (Canarias y Marruecos). 

España es el primer país en importancia, en cuanto a superficie. Con 53.843 Has. representa el 27%, seguido de Italia y Turquía. 

En la franja del litoral costero andaluz, sobre todo, las provincias de Málaga, Granada y Almería, se dan lugar unas condiciones climáticas muy favorables en cuanto a radiación solar, temperatura, humedad ambiental, régimen de vientos, precipitaciones, etc. Todo esto permite el desarrollo de una agricultura muy localizada en una franja de no más de 30 Kms de anchura desde la línea costera, en la que el cultivo de las hortalizas bajo plástico en invierno-primavera y la fruticultura tropical, como el Aguacate, el Chirimoyo y el Mango, representan la actividad agraria más importante de la Comarca de la costa de Granada. Más aún, si cabe, en cuanto que se trata de una iniciativa muy competitiva que acoge a una población de empleo nada despreciable (6-7 personas/Ha/año) y con un claro exponente de venta en los mercados del resto de Europa. 

En cuanto a la superficie por cultivos, el aguacate tiene 3000 hectáreas en Granada, 8000 en Málaga y ninguna en Almería. El chirimoyo, por su parte, tiene 2500 hectáreas en Granada, sólo 50 en Málaga y ninguna en Almería. El mango abarca 300 hectáreas en Granada, 3000 en Málaga y tampoco tiene presencia en Almería, que en cuestión de invernaderos se lleva la palma: mientras que en Granada hay 4500 hectáreas dedicadas a este tipo de cultivos y en Málaga sólo 1000, en la provincia de Almería los invernaderos ocupan una superficie de 27000 hectáreas.

Desde 1988, la Caja Rural de Granada puso en marcha la Finca Experimental La Nacla (Motril), con una superficie de 5 Has. El objetivo principal de la misma ha sido siempre la experimentación agraria, muy cercana a las necesidades del agricultor, tanto en el campo de la agricultura intensiva como en el de la fruticultura subtropical, donde podemos asegurar que en estos 22 años transcurridos, la aportación ha sido decisiva, tanto en la mejora de la agricultura de la Comarca como de sus agricultores.

El traslado al sector de los resultados de las experiencias realizadas es una de las principales preocupaciones. Para ello, además de las múltiples visitas que a nivel particular realizan los agricultores a la Finca La Nacla, se llevan a cabo a lo largo del año jornadas de puertas abiertas, para enseñar los ensayos, seminarios, publicaciones,  visitas de grupos de las empresas comercializadoras del sector, de donde nacen nuevas iniciativas de experimentación para los próximos años. Con este fin los agricultores conocen y pueden aplicar en su explotación todos los avances obtenidos en los trabajos de experimentación de primera mano.

En el año 2008, la Caja Rural de Granada, traslada su Finca de experiencias a una nueva ubicación en el paraje “Puntalón” (Motril). Las recientes instalaciones tienen una superficie de 3 Has., en una superficie más llana que permite un mejor aprovechamiento de los ensayos en general. En el campo de la fruticultura, se inicia un nuevo Protocolo de experiencias, mediante un Convenio con la E. E. La Mayora-CSIC (Málaga). 

En chirimoyo, se lleva a cabo el estudio de “nuevas variedades, técnicas de cultivo, fechas de producción, marcos de plantación intensivos”, donde se pasa de 180 a 1.100 arb./ha., etc. En aguacate, se ha planteado un “ensayo de portainjertos tolerantes a hongos de suelo”, muy frecuentes en nuestros suelos y principal causante de la muerte prematura de muchas plantaciones comerciales. 

Por último, en el mango, se ha planteado ensayos de diferentes patrones/variedades, al aire libre y bajo plástico. Se puede decir que se trata de un cultivo actualmente emergente y que puede representar una opción futura con buena rentabilidad para el agricultor de nuestra costa.

Todos los ensayos se han planteado sobre la base común de alargar la presencia comercial de la fruta durante el año, mejorar la calidad, reducir los costes de cultivo, aumentar su rentabilidad, barajando la posibilidad de manejo, desde la disciplina del cultivo ecológico y de la agricultura certificada, con lo que se pretende año tras año hacer llegar a los productores agrarios un avance de resultados que en 5-7 años se empezarán a consolidar con las plantaciones adultas.

En la horticultura intensiva, se siguen aprovechando las instalaciones anteriores y en ellas se desarrollan principalmente ensayos relacionados con la nutrición del tomate (cherry, raf, tomate grueso) y técnicas culturales (injertos, podas, etc.). En pepino holandés se están desarrollando ensayos comparativos de variedades comerciales en siembras tardías, incorporación de dobles cubiertas, etc.

Los ensayos sobre cultivo del tomate bajo plástico, tenían como objetivo conseguir un “tomate con sabor”, con aguas de riego de buena calidad. Así se ha producido un tomate estándar pero con una mejora considerable en grados Brix (azúcar), que lo hace más dulce. En definitiva, la visión de la Caja es que la horticultura bajo plástico tiene que buscar su nicho en el mercado europeo, apostando sobre todo por la calidad para intentar diferenciarse de los productos estándares que van a venir de nuestros competidores, dentro y fuera de la U. E.

Igualmente, se ha finalizado un ensayo que se ha realizado en los tres últimos años sobre cultivo de “fresón en siembras de otoño para producir en invierno” y los buenos resultados han permitido que se produzca una rápida transferencia a las empresas del sector donde actualmente, se desarrollan con éxito los cultivos a nivel comercial, con una producción que se adelanta a la campaña fresera de Huelva y aumenta nuestras posibilidades de mercado con nuevos productos. En definitiva, queda claro que Caja Rural de Granada apuesta por la investigación y la innovación agrícola, lo que redunda en el beneficio de los trabajadores del campo andaluz.

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