“Hemos conseguido minimizar el impacto de la crisis con los promotores privados”
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ENTREVISTA / Miguel Ángel Hernández Caler, presidente del grupo Ventuceli
En 2005 la empresa se metió de lleno en la construcción de centrales de energías renovables
El Grupo Ventuceli comenzó hace quince años dedicado fundamentalmente a la obra pública. Los primeros diez años, más de la mitad del trabajo lo hacía fuera de las fronteras andaluzas. En esta etapa la actividad de la empresa era fundamentalmente obra pública. En 2005 la empresa se metió de lleno en el ámbito de las energías renovables, en la construcción de centrales termosolares, parques eólicos y, en menor medida, centrales fotovoltaicas. La facturación, en la actualidad, es en un 80 por ciento de obra privada, ACS, Fomento, Acciona, Grupo OHL, Sacyr Vallehermoso, entre otras importantes empresas, y el 20 por ciento pertenece a la obra pública.
La empresa ha conseguido sobrevivir a la tempestad económica causada por la crisis financiera gracias al cambio del tipo de obra que experimentó cuando se especializó en el sector de las energías renovables. Lo que en 2005 era un 80 por ciento de obra pública y un 20 de privada, en la actualidad el porcentaje es totalmente opuesto, donde predomina con amplio margen el ámbito privado. Esto ha hecho que, a la hora de enfrentarse a la actual demora de pago de las administraciones públicas, la empresa mantenga una dependencia muy baja respecto a la obra de carácter público, consiguiendo, por lo tanto, mitigar la crisis financiera pública nutriéndose de capital privado. “A partir del 2005 cambiamos el origen de la facturación. Hoy hemos conseguido darle la vuelta a esa situación y minimizar el impacto de la crisis, compensándola con los promotores privados. Actualmente somos la empresa en España que, más termosolares ha hecho en cuanto a movimiento de tierras, árido y aglomerado”, explica el presidente de la compañía.
En cuanto al futuro del sector energético, Miguel Ángel Hernández no se muestra demasiado esperanzado, ya que “a las fotovoltaicas les han disminuido las primas de manera muy severa, a las eólicas en menor medida y a las termosolares también. Creo que quedarán alrededor de un par de años buenos en cuanto a construcción de las centrales termosolares, quizás menos. Tenemos muchos proyectos de construcción ya aprobados, la última central termosolar que nos han adjudicado ha sido la de Talarrubias, en Extremadura, de ACS”.
El Grupo Ventuceli ha construido las siguientes plantas termosalares, dos en los Llanos del Marquesado, una planta en Sevilla, en La Luisiana, cuatro en Ciudad Real, cinco en Badajoz, dos en Córdoba, más la planta de 200 hectáreas y 50 megavatios de Talarrubias, y son responsables del mantenimiento de todas ellas. Además de esta última adjudicación, el Grupo mantiene ocho proyectos aprobados más, de cara a los próximos dos años, “así que entiendo que en este período el sector energético puede seguir creciendo, a partir de ahí, dependerá de la regulación y de la normativa que este vigente entonces, y de si el Gobierno decide aumentar las primas al sector”, concluye Hernández.
Composición del Grupo
El Grupo Ventuceli está compuesto por una serie de empresas. Ventucelia Servicios fue la primera compañía que se creó, “la pionera”, y se dedicó a la obra englobada en la facturación de entes públicos. En 2005 nació Minaréx, con motivo de la incursión en el sector de las energías renovables, enfocada en este ámbito, principalmente en las eólicas y las termosolares.
El gran impulso que manifestó entonces la empresa en Extremadura reivindicó, por criterios de operatividad y funcionalidad, la creación de una nueva compañía, Extresur Excavaciones, que abarcaba todas las obras situadas en esa comunidad. Esta empresa goza de unas oficinas en Mérida y emplea, en un 95 por ciento, a trabajadores de Extremadura, “desde técnicos hasta operarios de camiones y máquinas”.
Para unir al grupo empresarial se creó Gruvensa, como empresa matriz que uniría todas las compañías bajo lo que hoy es el Grupo Ventuceli, que emplea a 250 trabajadores directos y alrededor de la centena indirectos. “Respecto al año pasado, nuestro número de empleados ha crecido en un diez por ciento y se prevé que, para el próximo años, la plantilla aumente entre el diez y el quince por ciento más, dadas las nuevas obras que se nos están adjudicando para comienzo de año”.
El parque de maquinaria se cifra en torno a las 250 máquinas, cuyo grueso se reparte entre camiones y vehículos de obra pública, de gran tamaño, y otros camiones viales, de cuatro ejes y articulados.
La parte técnica del grupo empresarial está compuesta por varios ingenieros de caminos, entre los que destaca el director del departamento, que coordina a los demás. “Por cada obra tenemos un ingeniero de caminos, que actúa de jefe de obra y trata directamente con las empresas contratistas”, explica el presidente de la compañía.
