Retrato de una provincia agraviada

Granada tiene una de las tasas de paro más altas de España y mucha gente lo está pasando mal en la capital y en la provincia. Mal quiere decir que llegar a fin de mes es un verdadero quebradero de cabeza y esto lo sufre el 55% de la población en Andalucía. ¿Qué economía necesita nuestra ciudad para seguir viva más allá de su belleza tras haber sido declarada la ciudad “más bonita” de España? La universidad es una de los principales motores de Granada. De hecho, cuando la institución tuvo problemas de tesorería hubo negocios cuyas ventas dependían de la universidad que tuvieron severos problemas.

En estos momentos, al no existir conexión ferroviaria perdemos posibilidades de celebración de congresos, que son otra actividad económica para nuestra ciudad. La paralización del Plan Andaluz de Investigación, Desarrollo e innovación ha durado tres años en los que Andalucía ha tenido un vacío absoluto en Investigación y Desarrollo, con miles de jóvenes apostando cada vez más por el exilio como única vía de supervivencia. También granadinos y granadinas. El modelo productivo que Granada persigue requiere una universidad saneada que sea un verdadero motor de desarrollo socioeconómico.

Otros de nuestros ejes de crecimiento son el comercio y el turismo ¿Qué sería de Granada sin esos comercios con solera del centro de la ciudad, de los barrios, de los municipios granadinos? ¿Qué sería de nuestra ciudad sin los ojos en las calles que son nuestro comercio? Porque los comercios urbanos dan mucho más que aportación al Producto Interior Bruto, no solamente se crea empleo directo, indirecto e inducido, además, son los lugares donde se construyen los vínculos vecinales y la articulación social. El comercio da vida y quienes abren sus persianas y lo mantienen necesitan una verdadera apuesta de los poderes públicos por su mantenimiento en las ciudades.

Sobre la actividad económica ligada al turismo es preciso que las personas que trabajan en el sector tengan unos ingresos suficientes y unas condiciones laborales dignas. No me olvido de la Vega, cuya protección y dinamización podrían ser claves para otro modelo de desarrollo, para que Granada coma de su vega, o de nuestra industria prácticamente inexistente. Así como de la promesa incumplida de crear un motor de desarrollo en torno al Parque Tecnológico de la Salud (PTS).  Era el año 1989 y  en Granada se hablaba de la futura construcción del Campus de la Salud. Se tardó más de 10 años en  la tramitación administrativa que conllevaba la recalificación y autorización de las obras de urbanización y edificación. En mayo de 1999 colocaron la primera piedra sin rubor quienes cumplen legislaturas en lugar de años.

Recientemente nos trajeron una fusión hospitalaria que deja dos hospitales completos: el Hospital Clínico San Cecilio y el Hospital Universitario Virgen de las Nieves; en dos medios hospitales. Pero esta vez se equivocaron y miles de granadinos se lo estamos recordando. No tiene nada que temer quien se ve abocado al ostracismo y al maltrato público.

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