'Es verdad que en Harley-Davidson no vendemos motos sino sueños'

Especial • Motor

REPORTAJE /  HARLEY-DAVIDSON GRANADA

ÉXITO/ El granadino es el segundo concesionario en ventas por habitantes a nivel español

José Manuel Arquelladas Hita comenzó su andadura profesional en el mundo del motor hace muchos años. Apenas contaba con 15 años y ya era mecánico. Luego, pasó a jefe de taller y posteriormente a ventas de una marca de vehículos ‘premium’.

Tras este periplo recaló por fin en las motocicletas, en un concesionario que comercializaba varias marcas muy conocidas, en el que estuvo de gerente durante 13 años. Antes de hacerse con el concesionario en Granada de Harley Davison, completó su ‘formación’ en Mitsubishi, BMW y Honda e incluso estuvo por su cuenta con un negocio de motocicletas. 

Pasión por la marca 

A pesar de haber trabajado con otras marcas, la pasión de José Manuel Arquelladas siempre ha sido Harley Davison y al final, tras una lucha comercial muy complicada por el nivel de los competidores, se ha hecho con el concesionario en Granada de la mítica marca americana. El concesionario que regente Arquelladas está situado en el Polígono la Paz, antes de llegar a Mercagranada, en la Carretera de Córdoba, y lleva abierto un año y medio.

En ese periodo, según nos comenta el gerente, la ventas van muy bien y “vamos los segundos a nivel nacional en matriculaciones en motos por habitante”. Asimismo, en venta de ropa y complementos también va muy bien. “Algo que en gran parte es mérito de Rosa María Mesa, -más conocida por clientes y amigos como ‘Pochola’- que compra muy bien, algo que es fundamental para vender“. La empresa cuenta, además, con taller propio. El concesionario, aperturado el 15 de enero de 2009, y que en breve será galardonado con el Master de Popularidad 2010, cuenta con una nave de 900 metros, de los cuales 700 son de exposición y el resto de taller y recambios. 

En Granada había “hambre” de Harley Davidson. “Hay que tener en cuenta -nos explica el empresario- que todos los clientes de la marca tenían que ir a Málaga a pasar revisiones, garantías y comprar las motos fuera”. Y lejos de pensar que el haber satisfecho la demanda embalsada puede traer consigo una relajación en la actividad de la empresa “está ocurriendo todo lo contrario, vamos a más, porque también hay que tener en cuenta que muchas personas que querían comprarse una Harley no lo hacían porque tenían que salir fuera a otras provincias y al final optaban por comprarse otro marca”.  En Andalucía sólo hay tres concesionarios de la legendaria marca estadounidense. El concesionario granadino ha vendido motos en buena parte de nuestra comunidad, porque si un concesionario andaluz tiene un modelo que otro no tiene el cliente se desplaza y lo compra. 

Clientela diversa

Los clientes de Harley Davidson “son muy  variopintos, desde notarios hasta médicos, con un nivel adquisitivo medio alto, a pesar de que tenemos motos desde algo más de 7.750 euros, asequibles para todos los bolsillos». De hecho, una de las motos que más se vende en este concesionario granadino es la Iron 883 que vale algo más de 8.000 euros. Se trata de un modelo que gusta mucho y que viene en colores mates. Harley Davidson tiene cinco familias de gamas. El cliente de la marca es fiel en todos los sentidos: arregla la moto siempre en los talleres de Harley Davidson, pasa sus revisiones puestas a punto, “porque además no es más caro, todo lo contrario, el mantenimiento es barato porque son motos que tienen mantenimientos cada ocho mil kilómetros, son motores bicilíndricos muy sencillos y que trabajan a muy pocas vueltas y, por poner otro ejemplo, la correa de tracción viene para 200.000 kilómetros” nos explica José Manuel Arquelladas. El concesionario granadino suele dar motos de sustitución o incluso, cuando es gente de fuera se le da cita y se suelen ir con la moto tras la revisión, en apenas un par de horas.  

Estilo de vida

Harley Davidson es además una marca que representa todo un estilo de vida que nada tiene que ver con los restos de esa imagen de gamberros y bandas de golfos que el cine ha traído hasta prácticamente nuestros días. Ahora la marca está asociada a valores muy diferentes, aunque proporcionando a sus propietarios, como un vestigio de aquello, y por razones puramente comerciales, una imagen de ‘chico malo’. Las bandas de moteros que sembraban el pánico allá por donde pasaban se han transformado en grupos de mototurismo por el que compiten las ciudades y pueblos por cuyas carreteras discurren. 

En ese sentido, en Granada, el propietario de una Harley se puede asociar al Chapter (colectivo de socios de la marca a nivel local) o al Hog (a nivel mundial). El club organiza salidas muy bien planificadas todos los meses y recientemente se les pudo ver por el centro de Granada. Un espectáculo de primera categoría que congregó a más de 150 motoristas. Quizás por todo eso, como se encarga de recordar Pochola, un Harley es mucho más que una moto.

Compartir es demostrar interés!