Entrevista a Ángel Gijón Díaz, presidente de la Cámara de Comercio, Industria y Navegación de Motril

“Acabada la era del azúcar, el turismo debe ser nuestra gran industria”

NUEVOS PROYECTOS/ Ángel Gijón reflexiona sobre la situación socioeconómica de la comarca motrileña

La Cámara de Comercio de Motril se fundó en 1911, por lo que su centenario es inminente, y a las celebraciones de este hito se unen los avatares propios de estos tiempos de crisis y reestructuración en tantos sectores. Factores clave en el nacimiento de la institución, fueron el puerto de la ciudad, la industria azucarera y los minerales que se exportaban desde Motril, entre los que destacan el zinc (que se obtenía en las minas de la propia comarca motrileña), el cobre, la florita y el plomo.

La industria, por desgracia, se ha ido mermando en las últimas décadas, pasando de tener once fábricas en el auge del comercio azucarero, a no tener ninguna en la actualidad. En cualquier caso, esto puede ser un acicate. Al menos, se puede hacer esa lectura de las palabras de Ángel Gijón, que considera que “la Cámara debe de ser un elemento integrador que cohesione la actividad productiva motrileña, y para eso tiene que empezar por modernizarse”.  

El presidente opina que la Cámara puede ser una importante ayuda a las empresas en cuanto a formación, innovación y modernización, aportando esos complementos que a menudo faltan en las empresas y que pueden ser muy relevantes a la hora de hacerlas competitivas. Y remacha: “Esta, y no otra, es la base de una sociedad próspera”. Efectivamente, todos los cargos de la Cámara, incluyendo el de presidente, son cargos no remunerados, por lo que las palabras de Ángel Gijón pueden tomarse más que en serio cuando dice que “lo que nos mueve es la vocación de mejorar nuestra sociedad, nuestra ciudad. Tenemos la obligación de mantener unas relaciones fluidas con la administración. Estamos tutelados por la Consejería de Comercio de la Junta de Andalucía y esto nos da el derecho de participar como órganos consultivos cuando se elaboran nuevas leyes relacionadas con la actividad comercial o  industrial, lo cual es una responsabilidad más que notable”. Esto convierte a la Cámara de Motril, como a casi todas las cámaras de comercio, en intermediaria entre las empresas y las administraciones públicas, por lo que debe comprometerse no sólo con las intríngulis que afecten al comercio, la industria o la actividad portuaria, sino también con derechos y ayudas sociales que son decisivos en el desarrollo socieconómico de la comarca. El presidente destaca entre las implicaciones sociales más recientes de la Cámara, el apoyo a las plataformas que exigen una mejora de las infraestructuras, y apunta que “desde la Cámara se sigue reinvidicando la finalización de las obras en el menor tiempo posible, ya que consideramos que, de prolongarse esta situación, la comarca quedaría sumida en el más absoluto subdesarrollo”. Gijón reflexiona también sobre el papel actual de los empresarios y llega a la conclusión de que quizás estén desempeñando funciones que no les corresponden, como coordinar a las diferentes administraciones para que no vuelvan a producirse las inundaciones que asolaron la comarca el año pasado y en febrero de este año. 

Las infraestructuras, por desgracia, se han convertido en un tema recurrente en esta comarca. El puerto de Motril es el único de todo el Estado que no está conectado ni con autovía ni con ferrocarril, lo cual supone un problema logístico que dificulta el desarrollo de la costa granadina, amén de un agravio comparativo. Otra de las apuestas de la ciudad de Motril en la que participa activamente la Cámara de Comercio, es la presencia de la Universidad de Granada en su término municipal. Para ello se han celebrado distintas reuniones. Así lo explica Ángel Gijón: “Hemos tenido varias reuniones y estamos trabajando mucho para que la Universidad tenga presencia en Motril. He hablado del tema con el rector y con personal del Ayuntamiento. El rector es proclive a ampliar las instalaciones de la Universidad en suelo motrileño y, gracias a esa actitud, el Centro de Lenguas Modernas, que se acaba de inaugurar, ya es una realidad. Pero seguimos trabajando para que haya más actividad universitaria en Motril, porque pensamos que el principal cimiento de una sociedad avanzada debe de estar en la cultura y en la formación”. 

La nueva corporación acaba de aterrizar en la Cámara de Comercio. El presidente, los vicepresidentes, el tesorero, los vocales y el secretario general tomaron posesión de sus cargos hace apenas cuatro meses, por lo que la puesta en marcha de las medidas más importantes está aún en su proceso inicial. En coherencia con la importancia que Ángel Gijón le da a la formación, la nueva ejecutiva de la Cámara de Motril está trabajando con el Consejo Andaluz de Cámaras de Comercio para atraer el mayor número posible de cursos a la Cámara y que, por supuesto,  sean de la mayor eficiencia y calidad posibles. El presidente destaca un curso que acaba de comenzar: “Ahora acaba de empezar un curso de la Feria del Conocimiento, dirigido fundamentalmente a las pymes y cuya razón de ser es ayudar a las empresas en la innovación, la formación y la utilización de las nuevas tecnologías como herramientas que aumenten la competitividad”. También hay cursos sobre programas informáticos muy concretos o relacionados con fenómenos como la inmigración. 

El máximo directivo de la Cámara muestra una ambición sana como presidente de la Cámara y afirma que uno de sus cometidos más importantes es conseguir que la Cámara de Comercio de Motril suba a la “primera división” de las cámaras. Es consciente de la dificutad de esa empresa, pero no renuncia a ella. Le gustaría que la Cámara tuviese una sede más amplia en la que se pudiera impartir una mayor variedad y cantidad de cursos para formar a nuevos empresarios. No obstante, opina que es mucho mejor que la anterior y agradece las gestiones del equipo que realizó las gestiones para adquirir la actual sede. Pero, igualmente, aboga por el crecimiento y tiene la convicción de que Motril tiene potencial suficiente para hacerse un hueco entre los puertos más importantes de España, lo cual empieza por una mejora de las infraestructuras que no se quede en una autovía y un ferrocarril nuevos, lo cual es muy importante, sino que también incluya una conexión marítima con el norte de África, una Cámara de Comercio potente que coordine y vertebre la actividad empresarial, una presencia estable e importante de la Universidad de Granada y unas empresas con un proceso de formación consolidado que garantice la excelencia. En cuanto a la presencia universitaria, es necesario aclarar que la UGR no es la primera con instalaciones en Motril, ya que la UNED tiene un centro asociado en la ciudad desde hace años. Precisamente, el curso de la Feria del Conocimiento que mencionaba Ángel Gijón se imparte en una de las aulas de este centro. En este sentido, el presidente de la Cámara de Comercio de Motril agradece a la UNED esta colaboración y se congratula de que se lleve a cabo, por la cualificación empresarial que supone. Otros cursos se imparten en academias a las que se les contratan los servicios, pero la intención del presidente es encontrar una nueva sede que se adecue a las características de la ciudad de Motril, que tiene 62.000 habitantes, y de la Cámara de Comercio, que ha crecido mucho y en la actualidad tiene el no desdeñable número de 6000 electores. 

Ángel Gijón destaca también como elemento vertebrador la colaboración entre cámaras y aclara que la Cámara de Motril está estudiando convenios con las cámaras de Almería y Málaga y con la de Granada, que permitirá que muchos motrileños puedan realizar diferentes cursos en la cámara de la capital de la provincia. 

Volviendo a la base de la economía de la comarca, Ángel Gijón hace una reflexión global sobre es
te asunto y se retrotrae a los inicios de las actividades que han tenido relevancia en Motril: “El mayor problema que veo a dos meses del inicio de la segunda década del siglo XXI, es la importante indefinición  de la realidad económica de la ciudad, la ambigüedad de su posicionamiento. Motril ha participado económicamente en los tres sectores productivos: el primario, con la agricultura, que era nuestra fuente de ingresos tradicional, el industrial, del que apenas queda alguna fábrica de celulosa y el terciario, que no termina de despegar porque el turismo no se consolida lo suficiente, debido a la falta de plazas hoteleras. Hemos tenido la mala suerte de no definirnos por ninguno de estos tres sectores, y la crisis nos ha pillado con todo por hacer”. Es cierto que Motril despuntó en su día por la industria del azúcar y la minería y hoy llama la atención la ausencia de cualquier tipo de actividad industrial. A falta de un gran polígono industrial, el turismo debe ser, posiblemente, la gran industria de Motril, a lo que debería sumarse un “Polígono del Conocimiento” que albergase las instalaciones de la Universidad y empresas de Investigación, desarrollo e innovación.

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