Covigrán organiza una cata de vinos de la Rioja Alta en el restaurante Vía Colón

CATA-MARIDAJE / EL ARTE DE CASAR VINO Y COMIDA

Al acto acudieron numerosos clientes del establecimiento y responsables de la empresa Covigrán

Marcos Domínguez es gerente y propietario del restaurante Vía Colón y lleva la restauración en la sangre. Su padre, Ángel Domínguez, fallecido en 1997, comenzó su andadura muy joven,  regentó establecimientos como La Garnata y ofreció servicios de catering para eventos.  En 1995 la familia vio una oportunidad de negocio en Gran Vía y se lanzó a ello. Desde el fallecimiento de su padre, Marcos Domínguez gestiona el negocio familiar.

El pasado siete de octubre, Covigrán organizó una cata en el restaurante Vía Colón, en la que se abordó el maridaje entre vino y comida. Que Covigrán, la distribuidora de bebidas y especializada en vinos más importante de la provincia y que representa a vinos tan prestigiosos como Marqués de Cáceres o Protos, eligiera Vía Colón, no es casualidad. El restaurante lleva quince años ofreciendo vinos excelentes y comidas de primera calidad, junto a un servicio excelente. Marcos Domínguez nos explica que en el restaurante Vía Colón ya tuvieron la experiencia de una primera cata a principios de temporada y que la satisfacción que les dejó esta primera aproximación les ha llevado a repetir. Él mismo nos refiere el procedimiento: “Lo hago de forma totalmente gratuita. La bodega colabora con los vinos y yo me encargo del maridaje. Yo me debo a los clientes y es una manera de agradecerles que frecuenten mi local. Creo que el entorno, tras la catedral, hace muy agradable el evento y si todo lo demás está cuidado, la experiencia es un éxito”.  Sobre Covigrán, Marcos Domínguez apunta: “Yo adquiero el 90 por ciento de mis vinos a Covigrán. Lo llevo haciendo quince años y los productos y el servicio son impecables, hasta el punto de que se puede contar con ellos de forma desinteresada para un evento de estas características. También nos ofrecen asesoramiento y eso ayuda mucho a la hora de tener contentos a los clientes”. 

En la cata del pasado día siete, se degustaron vinos de la Rioja Alta y de la zona sur de la Península. El enólogo José María Merino presentó el acto e hizo una descripción de los caldos que se iban a servir. Merino puso el acento en la cualidad del vino para ser percibido por los cinco sentidos y en el maridaje de éste con la comida. Primero se ofreció a los asistentes un vino blanco con salpicón de marisco, después un tinto crianza con jamón de Trevélez, queso boffard, croquetas de morcilla ibérica y croquetas de jamón ibérico. Por último, el público degustó un Viña Ardanza reserva con el arroz que elaboró para la ocasión María Heredia.

Todos los vinos fueron provistos por Covigrán, que comenzó su andadura hace cincuenta años y se constituyó como sociedad anónima hace más de veinte. Entre sus productos, siempre de excelente calidad, destacan denominaciones de origen como Rioja, Ribera, Penedés, Rías Baixas, Rueda o Somontano y múltiples licores.

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