Casa Isla ficha al renombrado chef Jean-Paul Vinay e inaugura sus Jornadas

CASA ISLA / EL ESTABLECIMIENTO DE SANTA FE SE CONSOLIDA

El restaurante planea, a corto plazo, ampliar sus instalaciones y celebrar grandes eventos

Ramiro Isla Gallardo regenta, junto a su hermano Gonzalo, los restaurantes Casa Isla, siendo la cuarta generación en hacerlo. En la gerencia, cuenta con la ayuda de su cuñado, Juan Sergio Fernández Ruiz.

La familia comenzó su andadura en la repostería granadina en 1897, cuando el bisabuelo de Ramiro Isla , Ceferino Isla, decide rendir homenaje al Papa Pío IX, o Pío Nono, que proclamó el dogma de la Inmaculada Concepción, creando los piononos, pasteles que llevan el nombre del Pontífice y recuerdan estéticamente a la figura papal. En 1977, el padre del actual gerente se hace cargo del negocio, que entonces era una pequeña pastelería en Santa Fe. La casa matriz, que aún conserva la familia Isla, se puso en marcha con la ayuda de los seis hijos del matrimonio Isla-Gallardo y, en los albores de su andadura, se dedicó fundamentalmente a la elaboración de piononos. Más de treinta años después, el negocio ha experimentado una gran expansión a base de asumir riesgos y de trabajar duro, y su producto se ha diversificado y cualificado extraordinariamente.  En palabras de la otra cabeza visible de la empresa, Juan Sergio Fernández Ruiz, el éxito de Casa Isla estriba en “la calidad de los productos y la estricta elección de las materias primas”. Esto justifica que los precios de algunos platos sean elevados, pero también es la causa de los excelentes resultados de su oferta. Ruiz también destaca el crecimiento del negocio sobre una base de sacrificio y endeudamiento que ha permitido la generación de riqueza y la creación de más de 140 puestos de trabajo repartidos entre el obrador y los seis establecimientos que posee la familia. 

Casa Isla comenzó como una empresa de pastelería y poco a poco ha ido consolidando sus pasos hacia ámbitos de actuación más amplios. Se empezó por la heladería, un campo relativamente próximo a la repostería, y tras conseguir la excelencia en la elaboración de helados artesanales y sin ingredientes artificiales, se abrió el abanico a la restauración, siguiendo, como no, la línea de calidad que había caracterizado a la casa hasta entonces. Para ello, se fichó a un chef de primerísima calidad, Jean-Paul Vinay, que, entre otras cosas, cuenta en su currículum con el hito de haber trabajado cinco años en la cocina de El Bulli. La cocina que ofrece Casa Isla es eminentemente mediterránea y cuenta con el saber hacer y la destreza de este renombrado chef y con ingredientes de excelente calidad. El restaurante, actualmente, tiene un comedor con 15 mesas, pero la familia Isla aspira a utilizar a corto plazo el gran salón que posee bajo el establecimiento. El comedor que se utiliza en la actualidad es versátil y, mediante un juego de mamparas, se puede reducir o ampliar según las necesidades, con la posibilidad de acoger hasta 120 personas. La actuación más inmediata que realizará la casa será acondicionar el salón adjunto al comedor para dar cabida a unas 150 personas y responder a la demanda de eventos que se avecina en mayo con las comuniones. 

Para estas navidades, Casa Isla ya ha elaborado sus menús,  que tendrán mucho que ver con  los platos presentados en las Jornadas Gastronómicas celebradas del 26 al 28 de noviembre de 2010. Estas Jornadas han constituido la puesta de largo del restaurante ante la sociedad granadina, que ha podido comprobar la excelencia de producto y servicio de Casa Isla.

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