“Electrofer lleva 30 años haciendo puertas automáticas de calidad”

Granada Económica • Especial – Administración de Fincas

ENTREVISTA /  Luis Fernández Fernández, gerente de Electrofer

Excelencia/ La empresa destaca en su sector por aportar las mejores y últimas tecnologías

Luis Fernández Fernández cuenta con 30 años de experiencia en el sector de las puertas automáticas, barreras, control de accesos o lectores de matrículas, aplicando las tecnologías hidráulica, mecánica, electrónica, neumática y cerrajería. El empeño de este empresario granadino, desde sus comienzos, viene siendo ofrecer la mejor calidad y los últimos avances tecnológicos a empresas, particulares o comunidades de vecinos. 

Al principio de su trayectoria contó con un socio, junto al que trabajó durante 12 años. Después de esta etapa, comenzó su camino en solitario y fundó la empresa que dirige en la actualidad, siguiendo con la premisa de la excelencia como valor primordial. Esta apuesta por la calidad y los avances tecnológicos lleva aparejada un incremento del precio, lógicamente. Luis Fernández afirma que “el incremento del precio merece la pena, porque el mantenimiento es mucho más barato; se producen muchas menos averías y a medio plazo la inversión se amortiza con creces”. 

Fernández se lamenta de la competencia desleal que desempeñan cerrajeros o electricistas no especializados, que utilizan materiales de baja calidad a precios muy económicos. “Yo entiendo que una comunidad de vecinos compare presupuestos y, a priori, elija el más económico. Pero sería bueno que los vecinos sepan diferenciar entre unas calidades y otras, y que comprendan las consecuencias que puede tener el hecho de elegir una instalación básica, con materiales precarios y, además, mal instalados. Muchos de los competidores desleales que se han subido al carro de este negocio huyendo de la crisis, calculan fríamente los réditos que obtendrán de una instalación defectuosa, ya que cuentan con volver a subsanar los errores cometidos y, dicho claramente, volver a presentar factura. Yo elijo lo mejor de cada proveedor y no me entrego a lo fácil, que sería ofrecer productos económicos que, además, me asegurarían beneficios cuando los motores, en dos o tres años, quedasen inservibles, ya fuera de garantía. No lo hago por una cuestión de ética y de amor y  respeto a mi trabajo”. 

“Está mal que yo lo diga, pero la ética con la que me conduzco ha llamado la atención a mis clientes en más de una ocasión. Alguna vez me han requerido para cambiar una puerta, de manera que estaban dispuestos a realizar el desembolso que conlleva una instalación completa. Pero yo les he dicho que no era necesaria; que cambiar las bisagras y ajustar el cuadro y el motor era más que suficiente. Esto lo hago por amor a mi trabajo y para ganarme el respeto de mi clientela”.

De la falta de profesionalidad el gerente de Electrofer destaca las consecuencias de una mala instalación: “El montaje es muy  importante. Esto no es un puzzle. Hay que tener nociones para dejar una instalación funcionando correctamente; para entendernos, sólo con ver la puerta, sé si la instalación es correcta o no y dónde están los fallos, o cómo hay que instalar un motor. Entiendo el trasvase de trabajadores autónomos a mi oficio, ya que la crisis obliga a agudizar el ingenio. El problema es que no tienen nociones suficientes y en muchos casos engañan a sabiendas al cliente y ni siquiera están dados de alta en el registro de autónomos. Deben portar una certificación que les habilite como profesionales con preparación para realizar instalaciones, y una vez que se haya realizado el montaje, llevar un libro de registro con toda la memoria de las incidencias en el mantenimiento, para que este sea óptimo”.

Precisamente, Luis Fernández nos cuenta que una nueva normativa se aplica en el sector, y que la instalación de motores inadecuados para el resto de la instalación, por ejemplo, puede ser peligrosa. “Según la normativa, las puertas automáticas pasarían a ser una máquina como por ejemplo los ascensores. En Granada ha habido incluso muertes por instalaciones defectuosas. La crisis es dura, de acuerdo. Pero esto no es un juego. El sector debe estar regulado y los profesionales deben ser cualificados y deben estar registrados”.

Este empresario granadino ama su trabajo. Su empresa emplea actualmente a tres trabajadores, que siguen las premisas del gerente: profesionalidad, calidad e innovación. 

Además de la instalación, Electrofer también repara todo tipo de elementos mecánicos, ya sean instalaciones propias o ajenas. 

Fernández también reflexiona sobre el tamaño de su empresa: “Aumentar el tamaño de mi empresa sería despersonalizar el servicio, mercantilizarlo y perder el control sobre los trabajos realizados. El tamaño actual me permite supervisar las labores de mis trabajadores y quedarme tranquilo y con la garantía de que los montajes han sido correctos. Yo he instalado puertas hace más de veinte años que aún no han dado problemas. Un coche, por ejemplo, vale mucho más caro y dura menos”.  

Otro aspecto importante para Luis Fernández es su plantilla. “He luchado mucho para no perder a ninguno de mis tres trabajadores. Son muy válidos. Les he transmitido toda mi experiencia y todos mis conocimientos y están muy especializados. La crisis también nos ha afectado, pero vamos saliendo adelante, y yo soy optimista; esto tiene que acabar más temprano que tarde. El hecho de que trabajemos con administradores de fincas y particulares principalmente, ha ayudado a que no suframos la crisis con demasiada crudeza. De todas formas, notarse se nota. A veces es difícil mantener a la plantilla, y cuando se ve un poco de luz al final del túnel, si te despistas un segundo, se vuelve a apagar, retrocedes en el túnel. Eso sí, mis trabajadores son muy importantes para mí. Son padres de familia, están muy cualificados y haré lo imposible para mantenerlos. Tengo un compromiso muy fuerte con ellos y, afortunadamente, ellos me corresponden. Para mí, la crisis ha sido prácticamente lineal desde que empezó, salvando algunos picos”. 

En cualquier caso, el optimismo de este empresario, eficiente, serio y experimentado, es inquebrantable, y se basa en la confianza de que el trabajo bien hecho siempre da sus frutos. 

Compartir es demostrar interés!