Entre las versiones del Peugeot 208 ninguna supera los 100 g/km de CO2

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Revolución francesa/ Peugeot diseña un modelo menos contaminante, más ligero y pequeño, pero con mayor volumen, con un diseño innovador

La opción diesel mantiene un consumo de 3,4 litros cada cien kilómetros y la opción gasolina sólo 4,3

El nuevo Peugeot 208 representa una renovación conceptual en la marca francesa. Este modelo viene a sustituir al 207 pero presenta varias distinciones. La más obvia son sus medidas, siete centímetros de longitud y uno de altura menos que el modelo 207.

También mantiene un peso medio inferior que el vehículo que sustituye, 110 kilogramos menos que el 207, que pesa casi una tonelada de media. El vehículo está construido con material reciclado en un 25 por ciento y sus emisiones de CO2 se han reducido, en relación a su predecesor, en 34 gramos el kilómetro. La versión diesel emite sólo 87 gramos al kilómetro de CO2 y el gasolina no alcanza los cien gramos al kilómetro.  

El nuevo 208 moderniza la estética de Peugeot. El exterior, esculpido, elegante y deportivo, presenta una firma luminosa excepcional, con los pilotos traseros en forma de boomerang. 

El interior reafirma el carácter innovador propuesto por el diseño exterior. El diseño de la parte delantera ha sido modificado por la casa francesa, que ha reducido el volante, ha elevado la instrumentación y la ha dotado de una pantalla táctil, que permite al piloto el acceso ágil a toda la información del vehículo, ganando espacio de maniobrabilidad para el conductor. 

Los diseñadores han dotado a la parte trasera de cinco centímetros más que aumentan el espacio de los pasajeros, y han  incrementado sensiblemente el maletero, en 15 litros.

Respeto medioambiental

El 208 presenta una media de emisiones de CO2, que le sitúa como líder de su segmento. Sus tecnologías de motores de última generación y la casi generalización del sistema de micro-hibridación e-HDi se añaden a lo ganado tanto en peso como en aerodinámica, cuyo Cx, coeficiente aerodinámico, es de 0,29, gracias a la disminución del punto de gravedad del vehículo.

La oferta diésel dispone un consumo de 3,4 litros cada cien kilómetros. En cuanto a las mecánicas de gasolina destaca la llegada de dos nuevos motores de tres cilindros, que cubican uno y 1,2 litros, permitiendo presumir de una versión ahorradora que consume 4,3 litros cada 100 kilómetros y emite sólo 99 gramos al kilómetro de CO2.

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