“La Cámara ha estado en el origen de los grandes proyectos de Granada”

Granada Económica • En primera persona

ENTREVISTA/ JAVIER JIMÉNEZ ORTIZ. PRESIDENTE DE LA CÁMARA DE COMERCIO DE GRANADA

La institución se enfrenta a una situación complicada con la supresión del Recurso Cameral Permanente

Javier Jiménez Ortiz acaba de cumplir seis años al frente de la Cámara de Comercio y mantiene intacta la ilusión con la que entró en la institución. Este accitano licenciado en Ciencias Físicas, fundador de proyectos empresariales como Granada College y Grupo Tadel, y que ha ocupado importantes cargos en diferentes organizaciones empresariales, repasa para GRANADA ECONÓMICA la actualidad de la institución y de la economía provincial.

Desde sus inicios, la meta de los que le precedieron y dirigieron la Cámara fue lograr un desarrollo económico y social para la provincia, ¿Cuáles han sido, en su opinión, los mayores e importantes retos alcanzados hasta ahora?

Resumir en unas pocas palabras lo que la Cámara ha hecho a lo largo de 125 años es, obviamente, complicado. No olvide que la Cámara, de una u otra forma, estuvo en el origen de proyectos como el del Aeropuerto de Granada, la Feria de Muestras, el Palacio de Congresos, la Facultad de Económicas, Caja Granada…

Yo creo que lo más significativo es que la Cámara siempre ha sido una institución central en la vida económica de la provincia, preocupada por el desarrollo y reivindicativa y que, a través de diferentes etapas y diferentes circunstancias, hemos sido capaces de mantener ese espíritu.

¿Cómo definiría el momento actual de La Cámara, en el que confluyen la crisis económica y la decisión del Gobierno de eliminar la obligatoriedad del pago del Recurso cameral Permanente?

En cuanto a la crisis, yo creo que se trata del peor momento para varias generaciones de empresarios. Lo he dicho en varias ocasiones: es una crisis diferente, y más grave, porque en realidad se suman tres crisis distintas, la financiera, la del sector de la construcción en España y, finalmente, la de un sistema que está cambiando a gran velocidad; eso es evidente se mire hacia donde se mire. No verlo desde esa perspectiva es querer equivocarse. En lo que se refiere a lo cercano, a la realidad que nos preocupa a todos, las dos consecuencias de esa conjunción de crisis son la destrucción de empleo y el cierre de empresas. Y son consecuencias íntimamente relacionadas: por eso desde la Cámara defendemos políticas que contribuyan a la reactivación económica, a facilitar el mantenimiento y la creación de empresas.

Por lo que se refiere a la situación de la Cámaras tras el Decreto del Gobierno de Rodríguez Zapatero de diciembre del año pasado, lógicamente dejó a las Cámara en una situación precaria: de la noche a la mañana, sin consultarnos, sin ofrecer un periodo de transición, ni permitir el planteamiento de un nuevo modelo, vimos como perdíamos un elevado porcentaje de nuestra financiación, el que suponía, por decirlo de alguna forma, nuestros cimientos. Tratar de esa manera a instituciones más que centenarias, que han hecho tanto por provincias como la de Granada fue injusto y además, poco inteligente.

No hace mucho, usted se refirió a que la red cameral trata aún de definir su papel. Sin embargo, en la de Granada sí se han tomado iniciativas en ese sentido…

El Consejo Superior de Cámaras, con la presencia de todas las Cámaras de España está tratando de encontrar un modelo, de definir en qué terreno de juego podemos actuar; en la toma de esa decisión está, como no podía ser de otra forma, la Cámara de Granada. Pero hay que tener en cuenta dos cosas: por un lado, no olvidar que Granada es una de las provincias que se sitúa a la cola de renta, y por lo tanto, nuestra responsabilidad era actuar con rapidez, decidir cómo podíamos hacer que la Cámara de Granada siguiera siendo una institución clave para potenciar el desarrollo provincial; pero, por otro lado, la Cámara de Granada ya venía desarrollando un modelo, en el que el peso del Recurso Cameral Permanente era cada vez menos importante y en el que la financiación ‘externa’ vía proyectos o vía comercialización de servicios era cada vez mayor. En definitiva, teníamos parte del trabajo hecho y sólo hemos acelerado el proceso y adaptado nuestra estructura a las nuevas circunstancias.

¿Cree posible una fusión de las dos Cámaras de nuestra provincia y así hacer más viable su supervivencia?.

Eso es algo que no está en el horizonte. Lo que sí está y debe estar es una colaboración estrecha entre las dos Cámaras.

¿Han iniciado ya el mecanismo para buscar la adhesión voluntaria de empresas?

Lo acabamos de poner en marcha con motivo del 125 aniversario y la respuesta está siendo muy positiva. Proponemos una adhesión con una cuota voluntaria en función de la facturación de la empresa, y que estamos seguros que podemos devolverles con creces gracias a las ventajas que tendrá formar parte de la Cámara: hablamos de descuentos en nuestro amplio catálogo de servicios, en el uso de nuestras instalaciones, de desarrollo de proyectos ad hoc con las empresas que estén en la Cámara, de sinergias que se generarán entre ellas, de ventajas de grupo que podremos ofrecerles a través de Camergroup, etc.

Lo importante es que tenemos un proyecto interesante para las empresas que quieren ser competitivas, las más competitivas de Granada. Y por eso no entendemos sólo las grandes empreas, sino aquellas que hablan un lenguaje como el nuestro, que les interesa la internacionalización, la formación, la excelencia y que quieren ser innovadoras.

Puesto que este año es el último en el que se cobrará el recurso cameral, ¿Cómo será la financiación de la institución a partir del 2012?

Salvo que cambien radicalmente las cosas tras las elecciones y, en principio no parece que vaya a ser así, provendrá, de los tres recursos de los que acabamos de hablar: por un lado de las cuotas voluntarias que paguen las empresas y por otro lado del cobro de los servicios que vamos a prestar, del alquiler de nuestras instalaciones, del centro de negocios y de los proyectos públicos, que de acuerdo con los intereses de nuestras empresas, podamos poner en marcha; y, finalmente, de Camergrup, constituida cien por cien por la Cámara de Granada, con la que queremos hacer una gestión del colectivo de la Cámara a través de ofertas de servicios, energías, seguros, telefonía, etc.

Con todos estos cambios han tenido que reorganizar todo el organigrama de la corporación…¿Cómo ha afectado a la plantilla de trabajadores?

Cuando alguien sufre un recorte de sus ingresos –y más si es del volumen que  sufrió la Cámara- lo normal es adecuar sus gastos y buscar nuevos ingresos. Desgraciadamente hemos tenido que cerrar las delegaciones comarcales, hemos tenido que paralizar algún proyecto como el del Centro de Subtropicales. En ese contexto también hemos tenido que reducir nuestro coste salarial en un 40%, ajustando la plantilla  con medidas desagradables como los despidos que han afectado a 9 trabajadores, procesos de suspensión temporal como (un ERTE afecta a siete trabajadores) o no renovando contratos al personal asociado a determinados proyectos; pero también se han reducido los salarios de los directivos en un 10%. 

Y lógicamente ahora tendremos que avanzar en un nuevo organigrama más ajustado a las necesidades de las empresas que formen parte de la Cámara.

Háblenos de las principales actividades llevadas a cabo por la Cámara durante el mes de octubre con motivo del 125 aniversario.

El 125 aniversario ha sido muy especial para nosotros por muchas razones; por supuesto porque es una fecha importante que había que celebrar pero también porque, después del Decreto de diciembre, era un momento perfecto para contarle a la sociedad granadina que la Cámara seguía en la brecha, que t
iene vocación de futuro y que va a trabajar por seguir ayudando a las empresas a generar desarrollo para la provincia. Por eso ha habido dos partes bien diferenciadas: por un lado estuvo el homenaje del 3 de octubre a los expresidentes, al exsecretario y a todas las personas vivas que en las últimas décadas han contribuido a la historia de la Cámara y, a través de ella, a la de la economía de Granada. Poder reunión a Luis Curiel, Antonio Robles, Sebastián Ruiz, a Fernando Mir, y al resto de miembros de los distintos plenos de la Cámara no sólo fue emotivo, sino que era un acto de justicia.

Pero, con los pies puestos en la historia, la Cámara tiene que mirar hacia el futuro y por eso a lo largo de todo el mes de octubre hemos celebrado una serie de jornadas del más alto nivel en las que queríamos acercar a los empresarios de Granada a figuras destacadas del ámbito de la empresa, la consultoría, los medios de comunicación, para que desvelaran algunas de las claves de ese futuro. Y lo hemos hecho en terrenos que tienen que ser el leiv motiv de nuestro trabajo como la innovación, la internacionalización o la excelencia, que junto a la formación, van a  ser los ejes a través de las que nuestras empresas tienen que crecer. Creo que pocas veces en Granada se ha desarrollado en un plazo de 30 días un ciclo de conferencias que haya unido a gente como Carlos Rodríguez Braun, Alex Rovira, Josep Piqué, José María Castillejo, Santiago Álvarez de Mon o el excelente fin de aniversario con Fernando Botella y Jorge Blass. A lo que se sumaron los programas Onda Cero de Carlos Herrera, Julia Otero y Carlos Alsina, en un día histórico para la Cámara. Ese ciclo es una muestra de lo que la Cámara quiere para las empresas de Granada.

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