Rescate necesario, información pésima

Nuestros bancos tienen una exposición al “ladrillo” aproximadamente de 350 mil millones de euros. Los últimos Gobiernos les han obligado a dotar provisiones por algo más del 50%. Por tanto, se entiende que con 100 mil millones de euros será suficiente para cubrir cualquier escenario de riesgo relativo a los activos de nuestros bancos relacionados con el sector inmobiliario. Esto debería de ser suficiente para que nuestros bancos acudieran a los mercados financieros con una imagen solvente y obtener así liquidez  que llegaría a empresas  y familias para mejorar nuestra producción y nuestro empleo.

Disponer el Estado de ese fondo hará lógicamente que aumente la deuda pública del Estado y los intereses generados supondrán un gasto público que deberán compensarse con otros recortes o subida de impuestos si se quiere contener el déficit público. Para defenderse de esto,  el Gobierno ha hecho un planteamiento optimista en el sentido de que los bancos se sanearán,  podrán realizar nuevamente con normalidad su actividad bancaria y el Estado podrá vender sus acciones obteniendo unas plusvalías.  Esto es simplemente “el cuento de la lechera”.

Por otro lado,  desde algunos sectores de la izquierda se está voceando que los ciudadanos tendremos que pagar una vez más los excesos del capitalismo y aunque, en parte, pueden tener razón, olvidan que los principales causantes del problema no ha sido la banca privada sino las cajas de ahorro,  esas fundaciones “sin ánimo de lucro” que bajo el paraguas de contribuir al desarrollo de los territorios financiaron actuaciones de todo punto inviables con el único objetivo de defender los intereses políticos de quienes las gobernaban.  Por tanto, es probable que algunos de los que hoy sacan el dedo acusador contra los abusos del capitalismo estuvieran en los consejos de administración de las citadas entidades tomando irresponsables decisiones sin reparar en que sus abusos algún día tendríamos que pagarlos todos.

Sr. Rajoy, ¡nos han rescatado! Porque era necesario si no queríamos que nuestro sistema financiero se desmoronara como un azucarillo. Me da confianza que los hombres del traje de Bruselas vigilen el funcionamiento de nuestra banca porque no tengo confianza en los que los que los han gestionado hasta ahora. Llámele a las cosas por su nombre y recuerde que  El PP no perdió las elecciones del 2004 por el 11-M, perdió por manipular la información y ahora el rescate les va a pasar factura, no por recibirlo sino, nuevamente,  por manipular la verdad. No escarmientan.

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