Importancia estratégica de la I+D+i

España es la novena potencia mundial en cuanto a capacidad para generar nuevo conocimiento y PIB, según datos oficiales.  Sin embargo, en innovación España ocupa el lugar 17 de la EU27. Esto ha llevado a plantearse la necesidad de un cambio de modelo productivo, fomentando la creación de estructuras que faciliten el mejor aprovechamiento del conocimiento científico y del desarrollo tecnológico, acercándose a los países líderes en innovación mediante una economía que pivota sobre un núcleo central, que es el conocimiento y su transferencia, fomentando la cooperación entre el sector empresarial y los organismos de investigación.

La cooperación entre universidades, organismos públicos de investigación, centros tecnológicos y empresas, que favorezcan la incorporación de las PYMES a la actividad innovadora, son colaboraciones estratégicas que permiten compartir riesgos y beneficios y así incrementar la capacidad científico-técnica de las empresas y de los grupos de investigación, en la búsqueda de la excelencia. Para conseguir este objetivo es importante contribuir a la internacionalización de las empresas participantes e impulsar un acceso más eficiente de los consorcios presentados a los programas internacionales, y en este campo también hay oportunidades para la innovación.

La Comisión Europea ha presentado una propuesta de un nuevo programa para el periodo 2014-2020, dotado con 80.000 millones de euros, que reúne por primera vez en un solo paquete todos los fondos europeos destinados a la investigación y la innovación, con unas reglas iguales para todos los participantes. A esta Estrategia europea se le ha llamado “Horizonte 2020”, donde se incluyen instrumentos de financiación por medio de los cuales la Unión Europea apoya las actividades de investigación y desarrollo e innovación, abarcando prácticamente la totalidad de disciplinas científicas.

El papel de las PYMES es tan relevante en esta estrategia, que de los tres pilares que lo conforman, uno está dedicado exclusivamente a “Liderazgo Industrial”, siendo su objetivo principal acelerar el desarrollo de las tecnologías e innovaciones que sustentarán las empresas del mañana, y ayudar a las PYMES innovadoras europeas a convertirse en empresas líderes en el mundo, especialmente en TICs, nanotecnología y biotecnología.

Para este fin la Comisión aporta herramientas como son: Acceso a la financiación de riesgo, donde se propone superar los déficits en la disponibilidad de financiación de deuda y de capital para los proyectos de I+D impulsados por la innovación en todas las fases de desarrollo e Innovación en las PYMES, que fomentará todas las formas de innovación, centrándose en las que tengan potencial para crecer e internacionalizarse en el mercado único europeo y fuera de él.

El objetivo específico es integrar el triángulo del conocimiento que forman la investigación, la innovación y la educación, y de este modo, reforzar la capacidad de afrontar los retos sociales actuales. Dada la relevancia que tiene el sector biosanitario en nuestra región, resulta clave aprovechar estas oportunidades para mejorar la salud a lo largo de la vida, el progreso y el bienestar de toda la sociedad, cubriendo toda la cadena que va desde la investigación a la innovación, y así generar riqueza social.

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