Y por fin en 2011E

Los territorios de Granada se han puesto de gala una vez más para celebrar las Jornadas del Vino, Jamón y Chacinas en Huétor Vega. En esta ocasión el lugar que ha acogido esta semana completa de actividades ha sido el Restaurante El Lucero. Desde el 31 de enero de 2014 hasta el 9 de febrero, la agenda ha estado repleta de acontecimientos. Entre ellos, el Concurso de Vinos de Granada y provincia, que ya va por su VII edición. Este año 2014 ha experimentado el mayor número de muestras de vinos presentadas de las distintas bodegas, con un total de 59 vinos participantes en las distintas categorías. Desde blancos hasta tintos, pasando por rosados, la estructura ha desplegado una clasificación profesionalizada de clases de vino, diferenciando entre vinos jóvenes y vinos con paso por barrica, es decir, con envejecimiento en madera.

El VII Concurso de Vinos de Granada sigue coexistiendo con la ya XXI edición del Concurso de Vinos de Huétor Vega. Más actividades, como la comida-maridaje con los vinos ganadores del concurso celebrado en 2013, la correspondiente rueda de prensa, la entrega de premios (que inauguraba la apertura de stands) de las bodegas participantes en las jornadas que se han desarrollado este fin de semana (del 7 al 9 de febrero de 2014) han aglutinado una semana repleta de actividades que han hecho las delicias de los asistentes.

En el caso que me toca, he tenido el placer de asistir a estos eventos, en los que hemos obtenido el primer premio con la medalla de oro para uno de nuestros vinos. En concreto, es la primera vez que participa el vino blanco de vendimia de 2013 del Anchurón en un concurso. Esto sirve de impulso y recompensa a la labor que los integrantes de la bodega de Darro llevamos a cabo. También era la primera vez que competía este vino en un concurso, por lo que vivimos la alegría aún con más intensidad.

Granada se merece un concurso como el que se ha celebrado este fin de semana pasado. Queda camino por recorrer, para conseguir el reconocimiento oficial, incluirse en calendarios de concursos de vino homologados y, quizás, incluso ampliar fronteras. Todo esto ha de hacerse con precaución y cautela. Estoy seguro que la gestión va con paso firme, ampliando fronteras escalonadamente, y que —quién sabe— el día de mañana se trate de un concurso de calado internacional con repercusión creciente de los vinos que participen. Los vinos de Granada tienen toda una senda que recorrer para posicionarse en un sector de gran competitividad y en el que están mostrando el esfuerzo, la inversión y el valor que aportan a esta tierra que tanto queremos.

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