Deporte, Empleo, Salud y Cultura

Calidad de vida, autoestima, salud, estrés, socialización, rendimiento académico, espíritu de superación, autodisciplina… Sobran las razones por las cuales aumenta día a día, y de forma exponencial el número de granadinos que, cada vez con más frecuencia, practican alguna actividad  de índole deportiva; práctica  que induce un gran mercado y, como consecuencia, una inyección de salud a nuestra quebrantada economía. El 2,4% de la riqueza española (24.000 millones de euros) procede de este sector  que, no solo resiste la crisis, sino que a diario da  señales de un más que exitoso  futuro.

Los triunfos mundiales de las estrellas de fútbol, tenis, ciclismo, triatlón… han ayudado a cambiar el estilo de vida ciudadano. Casi 4 millones de españoles tienen algún tipo de licencia federativa, casi el 40% de los mayores de 15 años practican con frecuencia semanal algún tipo de actividad deportiva. Es decir, gasta en gimnasios, compra ropa, alimentos y material deportivo, paga su inscripción en alguna de las multitudes de competiciones que se ofertan, paga por ver a sus ídolos…

De todo ello no es ajena, en modo alguno, nuestra provincia. Con más de cincuenta centros deportivos, públicos y privados, abiertos en los últimos años, ocupamos uno de los puestos más altos en el ranking nacional por número de habitantes.

Nos encontramos en un sector maduro con precios claramente a la baja, en una batalla por conseguir y retener clientela. 

Gestionar estas empresas y obtener un lícito beneficio a final de año no es empresa fácil. Son muchos los retos a los que nos enfrentamos en este sector. Por mencionar algunos: las inversiones realizadas han sido altas en lo referente a instalación y maquinaría –en multitud de casos todavía se continúan pagando los prestamos de dichas inversiones-; la subida del IVA del 8% al 21% desde el 2012 –es bueno reconocer que en la mayoría de los casos, el diferencial del 13% no se le ha repercutido al usuario-; la cercanía de unos centros a otros, que hace que los consumidores se dejen llevar por las ofertas más baratas y atractivas; los altos costes de personal, mantenimiento y limpieza; motivar y retener a los mejores  técnicos docentes supone también una tarea complicada en el sector, debido a los bajos salarios y al alto nivel de exigencia requerida. 

En mi modesta opinión, además de lo anterior, además de seleccionar la ubicación de la instalación, elaborar un buen proyecto y una buena imagen corporativa, además de  la selección del personal y una oferta deportiva con las cuotas más ajustadas posibles, debiéramos centrarnos en la  especialización. Esto es, en dirigirnos en exclusiva a un público objetivo: estudiantes, familias, tercera edad,  amantes del croossfit, actividades dirigidas, entrenamiento personal… Es necesario, como empresarios, saber a qué grupos vamos a dirigir nuestra atención desde un principio. Optar por atender a todos genera muchas deficiencias y costes difíciles de absorber en este mundo, el deportivo, que tan apasionante se nos hace a todos, y tanta salud y cultura genera.

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