Entrevista al presidente de Caja Rural de Granada, Antonio León

Ingeniero agrónomo y diplomado en Alta Dirección de Empresas Agroalimentarias, Antonio León se incorporó a Caja Rural de Granada como empleado en 1989. Fue director de Gabinete Técnico entre 1990 y 2008, año en que fue elegido consejero de la entidad y reelegido nuevamente en Asamblea General en 2013. Es vicepresidente del grupo de empresas RGA (Rural Grupo Asegurador); y vocal, en la Junta Directiva de la Asociación Española de Cajas Rurales. Es asimismo, presidente del Patronato de la Fundación Caja Rural de Granada.

¿Cuáles son sus objetivos al frente de Caja Rural de Granada?

Mi objetivo, como el de cualquier responsable, es dejar la entidad en mejores condiciones, así como conseguir una mejor cuota de mercado en nuestro territorio natural, del que forman parte las provincias de Granada, Málaga y Almería. 

En Granada tenemos una cuota de mercado del 23% en recursos y el 14% en inversión. Esto, en un mercado tan maduro como el financiero, es importante.

En Málaga esa cuota de mercado es menor puesto que llevamos operando poco tiempo. En Almería contamos con cuatro oficinas abiertas y otras dos que abriremos en breve.

Así pues, nuestro objetivo no es otro que ser representativos y ser una entidad reconocida en Almería y Málaga y seguir posicionándonos de forma importante para familias y empresas en Granada.

A falta de unos meses para finalizar el año, ¿cómo valora este 2015?

Después de unos años difíciles, ya 2014 fue un buen año para la Caja y este ejercicio esperamos repetir.

En lo que respecta a beneficios, estaremos en torno a los 20 millones de euros, con una solvencia que puede alcanzar el 17% y una excelente liquidez. Continuamos con nuestra política muy prudente de seguir incrementado la dotación de determinados fondos.

En  inversión, vamos a cerrar el balance en torno a unos 6.000 millones de euros, mientras que los recursos de los clientes alcanzará los 3.300 millones de euros, lo que va a suponer un incremento respecto al año pasado del 2%.

El saldo de inversión se situará entre 2.800-2.900 millones, cifra que representa una disminución del saldo de la inversión con respecto al año anterior de un 3% aproximadamente. Pese a esta disminución, hay que destacar que seguimos ganando cuota de mercado.

En cuanto al número de operaciones, estas crecerán respecto a 2014 así como el importe de las mismas, aunque el saldo disminuye, síntoma claro de que la actividad no acaba de recuperarse totalmente.

Respecto a las sucursales, mantenemos las 194 que teníamos el año pasado, dando empleo a 813 trabajadores.

Por otro lado, algo que es importante para esta entidad es seguir creciendo en número de clientes, con 473.255 y 102.623 socios.

Las cifras de morosidad están muy por debajo de las del mercado y nuestra intención es cerrar el ejercicio por debajo del 10%.

Todo esto quiere decir que sin llegar a ser un año excepcional, sí será un buen año para Caja Rural.

Nos gustaría que la recuperación económica se traslade a la sociedad, a las empresas y a las familias y que disminuya el paro, porque eso redundará en beneficio de todos.

¿Es optimista para los próximos años?

Por naturaleza soy optimista.  Después de siete años de crisis los datos macroeconómicos están reflejando un cambio; yo estoy convencido de que estamos más cerca de la salida definitiva de la crisis y el inicio de la recuperación.

No me cabe duda de que cada año será mejor que el anterior.

¿Cómo es la relación de Caja Rural con las empresas y cooperativas granadinas?

Nosotros no olvidamos ni vamos a olvidar jamás que somos lo que somos gracias al sector agrario, gracias al sector de las cooperativas y, muy concretamente, gracias a un grupo de agricultores muy ligados al sector del olivar que crearon esta entidad en 1970.

El sector agrario tiene un peso en la economía granadina en torno al 6-7% del PIB, y por tanto estamos obligados a acudir a otros sectores para poder seguir dando un buen servicio.

Actualmente tenemos relación con empresas de todos los sectores y es un objetivo seguir creciendo en pymes, para lo que contamos con una amplia gama de productos dirigidos a ellas,   que son las que realmente crean empleo y a quienes más hay que apoyar.

La crisis ha cambiado totalmente el sistema financiero. ¿En qué medida ha afectado a Caja Rural?

Nos  ha afectado como a todas las empresas del sector financiero. Es cierto que a nivel general, las cajas rurales no teníamos una exposición tan fuerte como otras entidades al sector inmobiliario, y la prudencia que nos ha caracterizado es lo que nos ha permitido sobrellevar y pasar la crisis en mejores condiciones.

De cara a una recuperación inminente, estaremos en una muy buena situación para atender a nuestros clientes.

¿Qué ventajas representa el modelo de las cajas rurales frente a otras entidades?

Es un modelo que está funcionando muy bien en Europa y en España y prueba de ello es que hemos pasado por esta crisis sin ningún tipo ayudas públicas.

Nuestro modelo se basa en entidades locales muy próximas y cercanas al cliente, que es un valor fundamental para nosotros y al que no estamos dispuestos a renunciar. No tiene sentido cambiar nuestro modelo y crear grandes estructuras, porque supondría ceder o perder parte de ese valor fundamental.

Nuestro compromiso e implicación social permite que parte de  nuestros beneficios los devolvamos a la sociedad a través de nuestra Fundación y Gabinete Técnico y también poder seguir prestando servicio financieros en pequeñas poblaciones donde a otras entidades no les resutan rentables, evitando la exclusión financiera en el medio rural. 

Podemos decir a día de hoy, que Caja Rural ha quedado como la única entidad financiera granadina. ¿Qué opina al respecto?

Así es, aunque en cualquier caso es lo que menos nos preocupa. Nuestro objetivo es seguir comprometidos con nuestro entorno y con la sociedad en la que estamos implantados y haremos todo lo posible para que no exista la exclusión financiera allí donde operamos.

Nosotros, desde luego, somos de Granada, nos sentimos granadinos y no tenemos otras aspiraciones. Somos conscientes que esto es un valor para nosotros, pero nuestro objetivo no es otro que seguir siendo competitivos.

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