El mes de noviembre termina con 2.630 parados menos en Granada

El paro en la provincia de Granada ha descendido en el mes de noviembre con respecto al mes anterior. En concreto, el Servicio Público de Empleo ha contabilizado en el penúltimo mes del año 2.630 parados menos que en octubre, cifra que supone un 2,55% menos. También significativo ha sido el descenso con respecto a 2014, ya que hay 3.595 personas inscritas en paro menos que hace un año (103.980), cuando disminuyó el desempleo en 1.778 personas. 

En el análisis por sectores, ha descendido el desempleo en todos ellos, por este orden: agricultura (-1.049), servicios (-644), construcción (-624), industria (-212) y colectivo de personas sin empleo anterior (-101). 

En cuanto a la contratación, durante este mes se han realizado en Granada un total de 39.639 contratos, 3.249 más que en el mismo mes del año 2014 (36.390). 

Del total de contratos de noviembre, 38.326 han sido temporales, un 96,68%. En cuanto a los contratos acumulados de lo que llevamos de 2015 (416.788), que suponen 15.953 más que hace justo un año (400.835), se han formalizado sólo 14.593 contratos indefinidos en la provincia de Granada, un 3,50% del total.

Valoración

El presidente de la Confederación Granadina de Empresarios (CGE), Gerardo Cuerva, se mostró satisfecho por los datos del paro correspondientes al mes de noviembre: “Se trata de cifras positivas que nos empujan a seguir trabajando por mejorar el tejido empresarial para continuar creando empleo y riqueza, porque aún hay mucho por hacer para ser verdaderamente optimistas”, afirmó Cuerva.

Para Manuela Martínez, secretaria general de UGT Granada, el descenso del número de personas desempleadas en noviembre, es un dato positivo, pero considera que   tiene que valorarse con cautela “ya que nuestro modelo económico sigue dependiendo excesivamente de la estacionalidad, por mucho que el Gobierno se empeñe en alardear de la bonanza económica como fruto de su legislatura”. “Ni hay milagro económico ni la crisis ha desaparecido”, ha afirmado. Porque el enquistamiento del paro de larga duración, el deterioro de la calidad del empleo y la devaluación salarial han provocado una fuerte pérdida de renta de las familias, aumentando de forma notable la población en riesgo de pobreza o exclusión social, que alcanza ya casi al 30% de la población.

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