Transformación digital, transformación mental

En los últimos años estamos asistiendo a la era de la transformación digital. Las empresas parecen ser ya conscientes de que el salto al mundo digital, a internet, no sólo es necesario sino incluso imprescindible. Cuestión de vida o muerte en muchos casos.

Pero, ¿vale todo a la hora de “transformarse”? La respuesta, si me preguntan, sería: no. Para dar ese paso hay que darlo bien y comprender el panorama digital desde dentro; no basta con ser meros observadores.

Pongamos el caso de una empresa que decide abrirse camino en internet. Lo primero que hace es crear su página web, después, abrir cuentas en redes sociales y, más tarde, comprar un paquete de publicidad de Google. ¿Hay transformación? Claro que sí, pero no implica que sea una transformación eficaz o que vaya a merecer la pena la inversión. Dependerá, en gran parte, de cómo se gestionen esos recursos.

Para que la transformación implique evolución es aconsejable también hacer algo que las empresas olvidan a menudo, medir resultados y descubrir qué canales funcionan mejor: afiliación, redes sociales, SEO, SEA, etc. El retorno de la inversión es un punto básico de partida para una correcta digitalización.

Pero, si hablamos a rasgos generales, yo diría que la primera clave que engloba a todas las demás es cuidar la imagen corporativa. Hay que aprender que cualquier detalle influye en la imagen que proyecta una empresa digital, ya que nos encontramos ante unos consumidores activos y exigentes que tienen armas suficientes para dejar constancia de lo que les gusta de tu empresa y lo que no. Son los llamados “prosumers”. 

La segunda clave, también de vital importancia, es adaptarse a los cambios de la sociedad y aprender su nuevo idioma: el digital. La publicidad ya no es lo que era y los clientes digitales necesitan que les aporten mucho más. Tenemos que conocer sus intereses y darles lo que buscan en cada momento, ya que si ellos creen y confían en nuestra empresa, harán que otros lo hagan. Y la mejor forma de lograrlo es establecer un vínculo y aportarles valor a través del contenido que encuentren en internet sobre nuestra empresa. 

En SIDN, como agencia pionera en España en inbound marketing, sabemos que no hay estrategia que funcione mejor que esa a la hora de seducir, atraer y fidelizar a los clientes. Serán los propios consumidores los que se interesen por tu empresa sin necesidad de bombardearlos con publicidad directa como se hacía antaño. Es más sencillo de lo que parece, basta con pensar más en las personas.

Desde luego, se trata de un proceso. Para conseguir una verdadera transformación digital tiene que haber primero una transformación mental. Las empresas que no se adapten serán parte del pasado (y puede que aún no lo sepan).

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