Economía para “tarugos”

De todos es conocido que las previsiones económicas suelen tener como característica que cualquier parecido con la realidad es mera coincidencia. Cuando esto ocurre surgen las preguntas, una de ellas es si los sesudos analistas son tan poco serios, a pesar de disponer de instrumentos de análisis muy sofisticados, que yerran como la paloma de Rafael Alberti. Otras pregunta que nos podemos hacer es si esas previsiones tienen o no un componente de  intencionalidad política, pues analizando los distintos datos ofrecidos a través de las comparativas entre los datos estimados y los reales se observa que por regla general los gobiernos y las instituciones que se dedican a esos menesteres suelen estimar  a la baja sus previsiones de crecimiento.

Desde hace años la escuela de negocios ESADE viene publicando un indicador llamado DianaEsade que compara las desviaciones entre los estimados de crecimiento del PIB con el dato real del Instituto Nacional de Estadística (INE) de ese año, para ello ha elaborado un panel de previsores que van desde el propio Banco de España al Gobierno, el Fondo Monetario Internacional (FMI) y otros tantos organismos e instituciones. Una visión retrospectiva pone de manifiesto que en el período 2003 a 2015, es decir en un rango de 13 años, las desviaciones medias del crecimiento del PIB estimado con relación al crecimiento del PIB observado han estado por debajo en 10 de los 13 años estudiados, es decir, durante esos años, los gobiernos de uno y otro signo político ha podido sacar pecho al demostrar a los ciudadanos que sus medidas económicas han superado las expectativas, en las otras tres ocasiones, donde lo observado y lo estimado ha sido al contrario, es decir, las estimaciones daban un mayor crecimiento del PIB que el dato real se dieron en los años 2008, 2009 y 2012 y no hay duda que tras esos “errores” se oculta una razón política, que ya les explicaré en otra ocasión. 

Vistas estas secuencias se me ocurren algunas respuestas, una de ellas es la razonable fiabilidad para predecir el futuro dados los instrumentos de análisis disponibles,  es más, las herramientas no ofrecen realmente grandes desviaciones, imaginen que hacen un presupuesto en su casa y estiman que ese año su PIB es de 1000 euros y al finalizar el mismo el dato real es que fue 1010, sólo un 1% de desviación o pongamos que se equivocan a la baja, en vez de 1000 euros son 990, sin duda en su economía doméstica esa desviación no tendría mayor repercusión, siempre y cuando sus gastos fueran acorde a sus ingresos, pero la realidad de nuestro país es bien distinta, pues la cosa cambia cuando hablamos de grandes números y el PIB es un número mágico bien grande, de hecho ¿Cuantas personas conocen el PIB en número sde España? 

Para su información, estamos entorno al 1,1 billones de euros, es decir, cada décima representan unos 10.000 millones de euros, mil millones arriba, mil millones abajo,  pero con un ligero inconveniente, el volumen de deuda actual es más de lo que producimos en un año, este país solo ha estado a este nivel una vez, fue en el reinado de Alfonso XIII en 1909 cuando la deuda de España representó el 101% de su PIB, ahora es del 100,5%, “menos mal” que estalló la primera guerra mundial. 

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