Entrevista a Ángel Ruiz Contreras, director general de Industrias Kolmer

Ángel Ruiz Contreras es uno de los jóvenes empresarios que están liderando en la actualidad empresas punteras de nuestra provincia, empresas  familiares que gozan de buena salud. Pertenece a la tercera generación y está sobradamente preparado. Se licenció con honores en Administración y Dirección Internacional de Empresas por la Universidad de Derby (Reino Unido) y es Master Executive en Economía y Dirección de Empresas por el Instituto Internacional San Telmo. En el año 2000 inicia su trayectoria profesional en la empresa fundada por su familia en el año 1940, Industrias Kolmer, donde ha ocupado distintos cargos de responsabilidad, como director Adjunto, director Comercial y, desde 2010, que asume la dirección General.

Bajo su dirección, Kolmer se ha consolidado como el primer fabricante de pinturas de Andalucía y se engloba en el grupo Industrias Kolmer, con 90 empleados y una facturación que supera los 9,5 millones de euros. En la actualidad, la planta industrial de esta compañía cuenta con más de 27.000 metros cuadrados  de superficie, encontrándose entre las primeras de España, tanto por espacio edificado como por la modernidad de sus equipos y procesos productivos, gama de productos, inversión en tecnología, investigación, desarrollo e innovación y capacitación de sus recursos humanos.

Sabemos de la larga existencia de su compañía, 79 años, ¿podemos interpretar estos años de existencia como una acertada gestión?

Está claro que hoy en día la empresa está donde está gracias a la gestión que se ha ido haciendo en los años anteriores. Hoy en día sería fácil analizar todo lo gestionado y poner pegas o dar explicaciones a lo que se ha hecho, pero lo que es evidente es que Kolmer es lo que es gracias a la gestión efectuada.

Actualmente, usted es el director General de la compañía, y teniendo que hacer frente a la grave crisis económica, con un mercado nacional bajo mínimos, ¿qué líneas de actuación está llevando a cabo para hacer frente a estos tiempos difíciles?

Estamos gestionando la empresa y modificando los planes de actuación ya que el clima económico no deja de cambiar, lo que ayer era válido y una verdad absoluta, hoy no serviría para poder funcionar, por lo que hay que volver a reestructurar la estrategia y adaptarla a esos cambios tan rápidos con los que nos encontramos.

Una alternativa más que evidente es deslocalizar la actividad para que cuando se produzcan estos cambios, no nos afecten de forma tan global, si no que exista un colchón de otras economías (con la globalización cada día es más difícil, pero ayuda). Por ejemplo, si se vende en varios países, el hecho de que en España estemos meses sin gobierno, no afectaría tanto a las ventas en el extranjero. O si se afectan las ventas que realizamos en el Reino Unido por el Brexit, que se nivelen con las de Estados unidos…

De forma que una apuesta desde hace ya años es la internacionalización de la empresa.

¿Cuáles son los retos que ha tenido que asumir para mantener a Kolmer como una de las empresas de mayor éxito de nuestra provincia?

Los retos que ha asumido Kolmer son muchos y variados, desde mantener todo el personal posible sin que haya despidos por las bajadas de las ventas, (si que se ha prescindido más del personal eventual de campaña) hasta diversificar actividades para ir aprovechando las sinergias y minimizando las bajadas de ciertos sectores.

Nos hemos visto gestionando instalaciones deportivas, centros de bricolaje, talleres de automoción…

La inversión en I+D cada día ha sido más importante , no sólo para desarrollar nuevos productos, si no para que los actuales cada día sean más eficientes y obtener mejores productos a un precio competitivo tanto en España como en el extranjero.

Actualmente somos la única empresa de Europa que tiene prácticamente todos sus procesos integrados, desde la propia investigación de productos, fabricación de materias primas, la fabricación y decoración de los envases, fabricación y envasado de los productos,  hasta la distribución en la mayoría de los clientes.

Su empresa está internacionalizada desde hace tiempo. ¿Cómo ha sido su experiencia como exportadores?

Lo bueno que tuvimos en su día es que empezamos a ir tocando mercados exteriores antes de que nos llegara la crisis, por lo que actualmente no ha sido una salida al mercado exterior a la desesperada. Hace ya más de 15 años que hacíamos pinitos con venta de contenedores a Cuba.

La experiencia como exportadores ha sido como regla general buena, aunque como es normal, siempre se suelen pagar novatadas y vas aprendiendo con el paso del tiempo, y de las experiencias.

El comercio exterior es como cualquier otro comercio, hay que empezar a trabajar e invertir mucho dinero antes de que salgan los frutos, no es como algunos puedan creer, que vas a ir a un país con una misión comercial y ya te vas a traer ‘los dineros’ de cuatro pedidos debajo del brazo.

Hay países que son difíciles por cultura, otros por legislación o reglamento, incluso por contactos …

Nosotros pensamos en positivo, si existen esas barreras de entrada para nosotros, una vez que consigamos penetrar, nos habremos quitado gran parte de la competencia que no pueden acceder a estos mercados. Le voy a poner un ejemplo, lo último que nos ha pasado para poder vender a un proveedor internacional ha sido que nos pedían un seguro de producto de 5 millones de euros, pues esto no es fácil que mucha de nuestra competencia lo pueda presentar.

Actualmente estamos contentos con los países a los que estamos vendiendo y nuestro reto es ir incrementando poco a poco los destinos de nuestros productos.

Háblenos de la línea de productos actuales y nuevos proyectos para el futuro.

La línea va por productos de dos tipos, productos que cada vez respeten más el medio ambiente y productos que sean mucho más eficientes, tanto tecnológicamente como económicamente.

Es decir, productos que cumplan varias funciones en sí mismo.

Hemos desarrollado una pintura que con unas micro esferas cerámicas huecas, aíslan tanto térmicamente como acústicamente con excelentes prestaciones. Es decir, pintamos, decoramos, aislamos térmicamente, acústicamente y evitamos condensaciones en los interiores de las viviendas con un único producto que además no supone un incremento sustancial en el precio. Por esa línea van las vías de desarrollo.

Estamos compartiendo con otras empresas, proyectos de investigación de pinturas al agua para señalización vial con muchas mejores prestaciones de duración y seguridad, de forma que se ahorra en repintados y duran más las marcas para que los viales sigan durante más tiempo visibles. Todo ello con tecnología base agua para contaminar mucho menos.

Como esos, varios proyectos más.

Cambiando de tema, y para que nos dé su opinión desde su perspectiva de empresario joven, ¿qué necesita Granada para dar un salto y que su economía se industrialice, que exista más emprendimiento entre los jóvenes, y por tanto, que ello nos lleve a un mejor desarrollo económico para nuestra provincia?

Granada actualmente no la concibo como una provincia industrial, es más bien de servicios, y no creo que debamos empeñarnos en cambiar las cosas, creo que ellas mismas se suceden.

Lo que quiero decir es que si somos una provincia con inmejorables condiciones para crear negocio de los servicios, deberíamos sacarle el mejor partido posible a este sector, de forma de que todo fueran facilidades (no he dicho ayudas).

Envidio ver sitios turísticos donde el turista se encuentra como en casa. Tiendas en otros sitios donde todos los dependientes hablan dos o más idiomas para ver que el cliente se encuentre a gusto gastando insaciablemente su dinero.

¿Por qué me refiero al turismo? Porque deberí
a ser nuestro motor. Si una cosa en la que somos fuertes, funciona, hará que el resto también lo haga, que se cree industria auxiliar y otros tipos de industria para poder desarrollar la primera. Es el mismo efecto de un gran centro comercial, meter una o dos locomotoras y el resto de alrededor ya van funcionando. Esto debería pasar con la industria aquí en Granada.

Para que los jóvenes emprendieran más habría que hacer que vivieran en un entorno de emprendimiento. Esto no es una ciencia infusa, el emprendimiento se genera tras despertar curiosidades y ver ejemplos. Sería bueno que pudieran vivir experiencias durante todos los veranos en empresas para que les despertase el gusanillo empresarial y de emprendedor de aquellos que están dispuestos a emprender, (no todo el mundo que estudia empresariales tiene por qué ser emprendedor) pero sí que ayudaría a descubrirlos.

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