Un año más llega la época de confesarse con Hacienda
La opinión del experto

La Agencia Tributaria prevé que se presenten cerca de 20 millones de declaraciones de la Renta este año, número similar a las dos últimas campañas. Espera que esta campaña aporte a su finalización, el próximo 2 de julio, unos 80.000 millones de euros a sus arcas.

Dentro del proceso de digitalización, el año pasado la Agencia Tributaria sustituyó el popular “programa Padre” por el denominado Renta Web, y este año se ha presentado una aplicación móvil de Agencia Tributaria (App Renta), disponible tanto en iPhone como en Android. Esta aplicación permite confirmar y presentar el borrador, pero no modificarlo.

Todo este despliegue tecnológico, a mi parecer, supone un alejamiento físico de los contribuyentes por parte de la Agencia Tributaria. No está encaminado a facilitar la confección de su declaración, sino a que el ciudadano confirme casi compulsivamente una situación que le puede ser perjudicial, o incluso sancionable.

Muchas son las quejas de los ciudadanos con los borradores y por diversos motivos, certeramente denunciados continuamente por los Técnicos del Ministerio de Hacienda (asociados en Gestha).

Hay que recordar que el borrador de la Renta es una propuesta de declaración, que se calcula con parte de los datos fiscales disponibles, y es el ciudadano quien tiene que comprobarlos, siendo su único responsable si los confirma.

Pero el contribuyente lo confirma basándose en el principio de confianza legítima que debe regir la relación entre administrado y su Administración, no esperando que el borrador sea erróneo o incompleto.

La Agencia Tributaria se defiende diciendo que técnicamente, el borrador no contiene errores. Lo que ocurre es que como se elabora con información obtenida de terceros, puede que haya datos que no estén incluidos, por no haber sido puestos en su conocimiento. Además, hay otros datos, como los que afectan al estado civil, nacimiento o adopción de hijos en el año, o al derecho a deducción por ascendientes, que únicamente pueden aportar los afectados. Incluso hay datos, como el abono de cuotas sindicales, que por imperativo legal no pueden ponerse a disposición de la Agencia Tributaria.

Otros datos tampoco aparecen en sus borradores, como los gastos de seguros vinculados a la financiación de la vivienda, los gastos en abogados por conflictos laborales, los gastos por arrendamiento de vivienda, los gastos por movilidad geográfica del empleado, las cuotas colegiales, algunos donativos, y una larga lista de deducciones autonómicas, que conforman un entramado donde el contribuyente está condenado a perderse.

Todos los años me encuentro con multitud de contribuyentes que no han deducido correctamente muchos de estos conceptos, al aceptar el borrador propuesto, suponiéndoles un perjuicio de cientos de euros, cuando ellos pensaban que le salía gratis hacerse la declaración. Una vez más, lo barato le sale caro al contribuyente.

Mi único consejo es que se pongan en manos de un buen profesional que les asesore y le aplique certeramente los beneficios fiscales a los que tenga derecho.

Juan Carlos de Cara López,

Secretario del Iltre. Colegio de Economistas de Granada

Compartir es demostrar interés!