Financiación de Startups y EBTs
Curro Rico Abogado. Experto en Empresas de Base Tecnológica

Cuando hablamos de startups y empresas de base tecnológica, uno de los temas habituales es la financiación que requieren debido a que son proyectos con altas necesidades en este campo, hasta que maduran y pueden comenzar a vender como una empresa normal.

En nuestro país las empresas de estas características pueden acudir a diferentes instrumentos con los que financiar sus proyectos. Pero habitualmente se encuentran con que el inversor tradicional suele ser reticente a invertir en este tipo de empresas principalmente debido a que no entienden ni el modelo de negocio ni el producto que se está vendiendo. Y esto es normal porque estas empresas suelen estar a la vanguardia de la tecnología.

Este es uno de los principales escollos con los que se encuentran estas empresas, que deberán tener muy clara cuál va a ser su estrategia en función de la fase en la que se encuentren. Es decir, una empresa de base tecnológica no va a poder elegir a su inversor, sino que será el estadio en el que se encuentre el que determine qué inversor va a elegir a esa empresa. No es lo mismo hablar de Business Angels, que de crowdfunding, que de venture capital. Es un error muy frecuente por parte de las startups orientar su compaña de captación de financiación hacia cualquiera de esas fuentes sin tener en cuenta que la orientación necesaria para afrontar cada una de ellas es totalmente distinta.

Como decimos, Startups y EBTs pasan por diferentes estadios y sus directivos deben conocer en cuál se hallan realmente. Y aquí hay que ir de menos a más. Siendo el venture capital, casi en la mayoría de los casos, la última fuente de financiación a la que puede acudir una startup. Ello es así por el grado de madurez necesario que debe darse en la empresa para resultar atractiva de cara a los inversores de capital riesgo. Esto es muy negativo para la Startup que no es consciente de su grado de madurez y cómo orientar su crecimiento, ya que va a perder un tiempo muy valioso que puede perjudicar su time to market.

Una de las formas de financiación, regulada desde el año 2015 en España, es la microfinanciación (o crowdfunding). Si bien España no es pionera en esto, ya han proliferado una serie de plataformas que permiten la captación de fondos para un proyecto tecnológico y que están teniendo bastante buena aceptación entre los inversores particulares, que son los que en definitiva suelen invertir en estas rondas con cantidades pequeñas. El beneficio es mutuo: la empresa puede levantar capital procedente de mucha gente y toda esta gente puede participar en un proyecto empresarial poniendo pequeñas cantidades de dinero.

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