La enseñanza online acelerada por la pandemia
Teresa Campaña, Directora Académica GRADO Escuela Internacional de Gerencia

El comienzo de la pandemia puso a prueba la capacidad de adaptación de prácticamente todos los sectores productivos, entre ellos el sector educativo. En cuestión de semanas nos vimos forzados a garantizar el aprendizaje,  decidiendo sin apenas tiempo cuál era la m ejor manera de hacerlo, acercando nuestra forma de enseñar a tecnologías nuevas  y  todo esto en un entorno de caos,  ansiedad e incertidumbre entre el conjunto de la comunidad educativa y la sociedad en general.

La situación actual nos ha brindado la oportunidad de darnos cuenta definitivamente de que nuestros alumnos necesitan una serie de habilidades que poco tienen que ver con la formación presencial tradicional. Durante la pandemia han aprendido a autogestionarse y son menos dependientes de sus profesores,  han desarrollado una mayor tolerancia al estrés y son ahora más flexibles y por lo tanto saben y sabrán adaptarse mejor a nuevas situaciones futuras, incluidas las laborales.

Los docentes hemos constatado que la tecnología por sí misma no es suficiente para ofrecer una enseñanza de calidad y apropiada al momento actual. Hemos visto la necesidad de combinar distintos  espacios de aprendizaje, lo presencial en el aula  con lo remoto en entornos virtuales como Moodle o Canvas, a la vez que buscamos maneras diferentes de provocar el aprendizaje autónomo.

Han sido imprescindibles grandes dosis de esfuerzo conjunto  y  creatividad para adaptarnos a los intereses y motivaciones de nuestro alumnado, que vive y se relaciona en un contexto totalmente digital.  Videos, links, podcasts, conferencias en línea,  tareas colaborativas online, cuestionarios,  espacios de debate y exposición de ideas son algunos  de los recursos utilizados enfocados a estimular el interés, la curiosidad y el espíritu crítico de nuestros jóvenes.

La formación online durante la pandemia también nos ha enseñado a gestionar el estado de ánimo del alumnado de manera virtual. Mantener el vínculo emocional ha sido determinante en muchos casos en los que las situaciones  personales y familiares han sido  complicadas. Nuestros jóvenes necesitan estar conectados tecnológicamente para poder reconectar emocionalmente con su grupo de clase y su profesorado.

Durante esta pandemia ha quedado de manifiesto que las habilidades tecnológicas, que en muchos casos hemos tenido que aprender a marcha forzada,  nos han ayudado a mejorar nuestras habilidades humanas. Ahora tenemos más capacidad de autogestión, de adaptabilidad, de resilencia, pero también somos más conscientes de la necesidad de ayudarnos entre nosotros, de colaborar, de darnos ánimo y entender las situaciones ajenas.

Podemos asegurar que la educación online, aún acelerada,  nos ha  preparado  mejor para aceptar y desenvolvernos en un futuro que seguirá siendo sin lugar a dudas incierto.

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