Ditema abandona el proyecto empresarial de Marruecos

El centenar de empresas españolas, la mayor parte de las cuales son granadinas, y otras tantas marroquíes que configuran la sociedad Desarrollo Industrial y Tecnológico de Marruecos (Ditema-Maroc), se retiran definitivamente del proyecto del gran parque empresarial y residencial que promovían en la ciudad alauita de Settat. Cae un proyecto que hubiese supuesto una inversión global de 600 millones de euros, que tenía previsto facturar anualmente unos 500 y con el que se hubiese materializado un espacio de más de 4 millones de metros cuadrados, el mayor de todo el país vecino y que llevaba el nombre oficial de ‘Parque Empresarial y Residencial EntreTres’. Una vasta superficie de desarrollo económico cuyo plan se puso en marcha allá por 2006 y que pretendía levantar una gran ciudad que integrase los usos industrial y residencial en armonía, articulando una zona administrativa, financiera y corporativa al servicio de la gestión empresarial que estaba llamada a ser el elemento centralizador del parque. 

Pero nada de esto se llevará finalmente a cabo. El consejo de administración de Ditema decidió el pasado mes de enero y por amplia mayoría, retirarse del proyecto ante la constatación de que resulta inviable. Han transcurrido más de diez años, las infraestructuras debían estar ya terminadas y operativas, pero lo cierto es que no se ha puesto un solo ladrillo. Y lo que es peor, no hay financiación posible para haber seguido con la aventura empresarial pues un buen número de las firmas participantes se han retirado o simplemente han desaparecido barridas por una crisis que ha tenido un recorrido temporal similar al que ha hecho naufragar al mayor intento de internacionalización conjunta del empresariado granadino. 

Ditema acumula en propiedad un total de 1,6 millones de metros cuadrados en Tamadrost, en la región marroquí de Settat. La única salida posible para esta vasta superficie es en estos momentos su venta, en la cual trabaja la sociedad tras la decisión de su consejo de administración y ante la evidencia de que muy pocos de sus socios están dispuestos a aportar más capital para llevar adelante el proyecto. Así lo confirma José Luis Alarcón, presidente de Ditema desde el pasado mes de mayo en sustitución de Ramón Arenas-Guerrero. “De lo que se trata en estos momentos es de retirarnos del proyecto y de recuperar la mayor parte del capital que pusieron nuestros socios con la venta de los terrenos que son de propiedad de la sociedad”, explica a GRANADA ECONÓMICA. Alarcón reconoce que hay empresas aún interesadas en seguir adelante con el plan, entre ellas la suya propia que trabaja desde hace tiempo en Marruecos y que tenía interés cierto en instalarse en el parque empresarial. “Pero no puede ser, hemos de vender los terrenos ante la imposibilidad de seguir adelante”, añade el empresario granadino. 

La compra de los solares, ubicados en un enclave privilegiado, pues cuenta con insfraestructuras básicas de comunicaciones -autopista y línea de ferrocarril que unen Casabablanca y Marrakech, en el primer caso, y Casablanca y Ouez Zem en el segundo-,  que le hacen muy competitivos, ha suscitado el interés de una multinacional kuwaití que Alarcón prefiere no desvelar para no entorpecer las negociaciones. Esta empresa, a través de su dirección general en Marruecos, ya ha establecido contacto con Ditema-Maroc. “El problema al que nos enfrentamos en esta negociación es el del tiempo, pues en general las empresas árabes no tienen prisa alguna en cerrar acuerdos y en este caso tampoco”, añade el presidente de Ditema. Alarcón cree que hay voluntad de llegar a un entendimiento por parte de la citada firma kuwaití, a la que incluso se le ha sugerido el llevar adelante el proyecto de parque empresarial, pero ciñéndose a la superficie en venta para que sea viable. 

Razones

El hecho ya incuestionable de que el gran parque empresarial de Ditema-Maroc haya naufragado, pese al interés empresarial y al apoyo de distintas administraciones de los dos países, obedece a distintas circunstancias. El máximo responsable de Ditema explica que la primera de ellas, la dura crisis económica que estalló con virulencia precisamente en 2008, el año en que la sociedad dio sus primeros pasos formales con la firma en Marruecos del convenio interministerial que dio vía libre a la puesta en marcha del parque empresarial y residencial que se promovía en la ciudad de Settat. Una amplia delegación granadina se desplazó hasta la zona para asistir, el 24 de junio de junio de ese año, a tal rúbrica. Era el ‘pistoletazo’ de salida después de un largo periodo de tiempo de negociaciones a un lado y otro del Mediterráneo para sacar adelante el proyecto. Fue en esa fecha cuando se firmó en Settat el citado acuerdo interministerial de colaboración entre Ditema-Maroc y tres departamentos del Gobierno del Reino de Marruecos: los de Industria, Comercio y Nuevas Tecnologías; Interior y Economía, y Finanzas. En la fotografía del momento aparecían los titulares de los citados ministerios marroquíes, el alcalde de Granada, José Torres Hurtado, y el presidente de Ditema-Maroc, Ramón Arenas-Guerrero, entre otros asistentes. Entonces todo eran parabienes y ambas partes declararon que en 2013 el proyecto sería realidad y abriría -y de qué manera- la internacionalización de las empresas granadinas en todo el área del Magreb.

Pero nada de eso ocurrió. La crisis, convertida con el paso de los años en recesión, se llevó por delante a un buen número de socios de Ditema y forzó a la sociedad a quedarse con un buen paquete de acciones de estas empresas, que traducidas en terrenos suponían nada menos que 66.000 metros cuadrados. “Cometimos un error de cálculo. Si hubiéramos acometido un parque mucho menor, quizás hoy la situación hubiese sido distinta, pero nunca lo sabremos”, añade Alarcón. En este punto hay que reseñar que el plan financiero diseñado para sacar adelante el proyecto contemplaba la asunción por parte de las empresas integradas en Ditema-Maroc de una inversión de 600 millones de euros. Para empezar, la adquisición de terrenos sumaba 10 millones, a razón de 2,5 euros el metro cuadrado, que estarían directamente a cargo de los socios. 

La sociedad hubiera de haber recibido, después, una inyección de 60 millones más para la urbanización de los terrenos, que tendrían las tecnologías de comunicación más avanzadas. Una vez que los socios hubiesen recibido estos solares ya terminados, se hubieran tenido que subrogar en la hipoteca que una entidad financiera -que es la que ofrecía el dinero- ponía a su disposición. 

A lo anterior se añadió otra cuestión no menos determinante: lo farragoso que resultó la compra de los terrenos, demorada a lo largo de ocho años y con tribus a las que había que compensar con otros solares pues ocupaban un suelo colectivo, en usufructo, y había que facilitarles otros similares. “Todo este tiempo se comió gran parte del dinero de Ditema-Maroc y además comprometió las fechas que habíamos acordado con el Gobierno de Marruecos, por lo que también se cuestionaron las ayudas de éste e incluso su obligación de cedernos esos terrenos de carácter público”, agrega el empresario. 

En definitiva, once años después de que se dieran los primeros pasos para el gran proyecto del empresariado granadino en Marruecos y tras mucho trabajo con gran profesionalidad por parte de quienes impulsaron esta iniciativa, Ditema-Maroc se retira y deja paso a quienes quieran recuperar la misma para que las empresas granadinas puedan recuperar la inversión con la que en su momento apostaron por su internacionalización en el continente vecino

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