Posada del Toro, la historia continúa

Ferias-Fitur 2010

Entrevista a Manuel Vázquez, propietario del hotel Posada del Toro

Situado en la histórica calle Elvira, en el bajo Albayzín, y en pleno centro de la capital granadina, a un breve y placentero paseo de los principales hitos turísticos de Granada, se encuentra el emblemático Hotel Posada del Toro.

El edificio se levanta sobre la antigua posada del Toro de donde toma su nombre; construida en 1862 como una posada que permaneció en uso hasta mediados del siglo XX, dando hospedaje a mercaderes y comerciantes durante dos siglos, cuando se trasladaban a comprar y vender ganado, productos de la vega y sedas en la época de mayor auge de la economía y el comercio de la comarca. El inmueble se levanta sobre columnas de arenisca, y muros de fábrica de ladrillo macizo guardando las formas constructivas propias de la época de nacimiento.

Este hotel de 3 estrellas, regentado por Manuel Vázquez, cuenta con 15 habitaciones, todas ellas diferentes y equipadas al detalle para logra el máximo confort de los clientes, y 5 apartamentos. La idea de montar un establecimiento de esta naturaleza la tiene Vázquez desde que era prácticamente un niño, cuando trabajaba en un hostal capitalino. Desde entonces se ilusionó con la posibilidad de regentar algún día algo similar. Claro que, con toda seguridad, la Posada de Toro supera por su singularidad todo lo que podamos entender por normal. Aunque el primer negocio de este profesional fue el Bar Manolo de la calle Alhóndiga.

Con el paso del tiempo, paso a la calle las Tablas (con el famoso Bar Manolo) y, por último a Bib-Rambla, acompañado siempre por su mujer, Conchi Contreras Castro. En este sentido, Manuel Vázquez es un empresario hecho a sí mismo a base de jornadas laborales interminables a lo largo de más de tres décadas. La Posada del Toro es, por el momento, el culmen a toda una vida dedicada a la hostelería. Este hotel con encanto se diferencia de la inmensa mayoría en que se asienta sobre un trozo de historia de Granada, un edificio catalogado, con una propiedad compleja hasta que se desbloquea el tema administrativo y se recupera para mayor gloria del casco histórico.

Exteriormente, su belleza no decae. La fachada deja ver una falsa forma de balconada de las dos logias que se sitúan sobre los pórticos de la planta baja, y rematando la maravillosa fachada un extraordinario castillete conopial en la cuarta planta, con un entarimado del alero y estructura vista que probablemente la hagan única en granada, junto con las barandas de forja que protegen las logias y cierran el exterior.

Frente a este excelente edificio se presenta un patio con un empedrado granadino haciendo diversos dibujos geométricos exactamente iguales a como fue proyectado hace ya más de 240 años, embellecido con un maravilloso pilar tallado a mano a semejanza de una obra de Diego de Siloé conocido como “del Toro”, que se alojó en el lugar hasta el año 41, fecha en la que fue trasladado a Plaza Nueva, donde se encuentra actualmente. En la parte baja, el local cuenta con un acogedor restaurante en el que se ofrece recetario tradicional y algunos toques de modernidad. Una cocina contundente y segura, que sorprende al comensal, con materias prima de la mejor calidad, dirigida por las primorosas manos de Conchi Contreras. Ofrece menú diario y platos como habas con jamón, rabo de toro, y guiso todos los días.

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