Los vinos de Granada ya tienen la Denominación de Origen que los equipara con los mejores
Los más expertos saben que cuando los consumidores están catando un vino de la tierra, están degustando un Vino de Calidad, pero sólo unos pocos conocen que lo que realmente ingieren es un caldo con Denominación de Origen, al mismo nivel que los de las mejores bodegas. La confusión viene dada por una reciente normativa europea, aprobada el pasado 24 de julio, por la cual los Vinos de Calidad de Granada se convierten automáticamente y con efectos retroactivos en caldos con Denominación de Origen Protegida.
Para Javier Rodríguez, presidente de la Asociación de Vinos de Calidad de Granada “es un espaldarazo importantísimo para el sector vitivinícola que supone llegar cuatro años antes al objetivo marcado”. Ahora bien, los caldos de menor calidad seguirán existiendo, puesto que la medida europea afecta sólo a las 17 bodegas -de las 82 existentes- cuyos productos se alzaron en enero de 2009 con la mención de Vinos de Calidad otorgada por la Consejería de Agricultura y Pesca. Eso sí, las ya prestigiosas empresas representan a las tres grandes zonas productoras: Norte, Sureste y Alpujarra.
La obtención de la Deno-minación de Origen supone poder acceder a los planes de ayuda pública para promocionar este tipo de productos y aparecer en las cartas de vinos entre los caldos de renombre del país, según explicó Rodríguez. “Confiamos en que a partir de ahora las posibilidades para salir al mercado aumenten”, auguró el portavoz de la asociación provincial. De no haber sido por la normativa europea, el proceso para obtener la Denominación de Origen hubiera requerido de al menos cuatro años de trámites.
No obstante, la consecución de la máxima categoría vinícola no supondrá un aumento del precio de los caldos granadinos, aunque sí que se tendrá que reducir por ley la producción a los 7.000 kilos en vino tinto y 10.000 en blanco.
