Instituciones – Granada Económica

ENTREVISTA / MANUELA MARTÍNEZ JIMÉNEZ. SECRETARIA GENERAL DE UGT GRANADA 

“Algunos empresarios pretenden que la crisis la paguen sólo los trabajadores” 

La reforma laboral no puede implicar una reducción de los derechos y garantías conquistados

La máxima responsable de UGT Granada se afilió al sindicato allá por 1987, por lo que conoce bien todos los

entresijos del colectivo que ahora dirige. Está licenciada en Sociología por la Universidad de Granada y es funcionaria de profesión. Casada y con dos hijos, afronta un nuevo reto personal en un momento difícil y muy complejo.

Por fin anuncian ustedes, sindicatos y empresarios, la recuperación del diálogo…

El diálogo, y la negociación colectiva, que ha sido un fiasco en 2009 a nivel  estatal, se frustró por las recetas que se barajaban para salir adelante. Nosotros entendemos que determinados empresarios han pretendido que la crisis la paguen exclusivamente los trabajadores. En ese sentido han intentado -y en muchos casos conseguido- incumplir lo previsto en los convenios colectivos y eso ha generado una pérdida de confianza que ha sido el detonante del desencuentro. 

¿Por qué cuesta tanto llegar a acuerdos entre sindicatos y patronal?

No creo que se pueda hablar de posturas inflexibles, porque yo creo que los sindicatos han demostrado su responsabilidad incluso en época de bonanza económica en la que los salarios han crecido moderadamente mientras que los beneficios lo han hecho de forma espectacular. Tenemos casos en Granada de empresas que no sólo es que tengan beneficios sino que además se están echando un buen número de horas extras sin abonar ni un solo duro a los trabajadores, e incluso le han bajado  el sueldo aprovechando el miedo  a perder el empleo que tienen muchos de ellos.

Desde UGT Granada ¿cómo se ve la inminente entrada en la negociación para abordar una reforma laboral?

Nosotros no hemos puesto ningún impedimento a que se hable de reforma laboral siempre y cuando ello no implique una reducción de los derechos y garantías adquiridos después de muchos años de lucha sindical. Siempre que eso sea así, estamos de acuerdo con una reforma que permita que todo funcione mejor. Pero, repito, hay que ser consecuente cuando se analizan determinados temas como, por ejemplo, cuando se critica la rigidez que existe en nuestro país para la contratación y el despidos y eso es un poco hablar de oídas. Cuando uno analiza los índices de facilidad de despido en relación con los países de nuestro entorno se da cuenta de que en España no es difícil despedir. Es verdad que hay mucha temporalidad, pero es porque las causas a las que van unidos estos modelos no se han cumplido. Se ha hecho un mal uso de los mismos y no se ha respetado la ley. 

¿Es suficiente eso para explicar que seamos los campeones europeos de la temporalidad?

Yo creo que esta realidad está motivada, fundamentalmente, por la cultura empresarial. En otros países, cuando un empresario hace una selección de personal que necesita para su empresa lo hace con vocación indefinida. Esa vocación de continuidad fue lo primero que me llamó la atención en mi anterior ocupación como consejera de la Red Europea de empleo (Red Eures). A mí, cuando me pedían trabajadores siempre me insistían en que al menos se quisieran quedar un año, porque estaban muy acostumbrados a que la contratación sea indefinida. Aquí sin embargo se ha apostado demasiado por el incentivo a la contratación, sea cual sea, y el empresario de ha acostumbrado a ese incentivo. Lo que necesitamos urgentemente es que se incentive la formación para el empleo.

Eso nos lleva a las políticas activas de empleo, donde tampoco somos de los que más invertimos…

Evidentemente, nosotros apostamos por incentivar las políticas activas de empleo, sobre todo las que van orientadas a recualificar a los trabajadores y a formarlos para adaptarlos a las necesidades reales que tiene el mercado. Ahora mismo, más del 60% de los parados de Granada tienen educación básica, es decir,  que no tienen ninguna formación que les permita adaptarse a ese nuevo sistema productivo que se quiere ir desarrollando. 

Para UGT ¿que es la ‘flexiseguridad?

La flexiseguridad aquí no existe. Sí en otros países europeos, porque es un término que se acuñó en Europa. Aquí lo que se practica   en la ‘flexi’ pero la ‘seguridad’ no. Nosotros lo que decimos es que si se apuesta por eso se haga con todas las consecuencias.  Estamos dispuestos a negociar las especiales circunstancias económicas negativas que pueda tener una empresa pero eso siempre debe estar unido a la necesidad de mantener la seguridad de los puestos de trabajo. Las empresas tienen que tener en cuenta que la competitividad no viene sólo por el recorte de los costes laborales, sino sobre todo por su inversión en innovación, en recursos humanos, nuevas tecnologías, etc. 

¿Qué opina sobre lo que ha venido en llamarse ‘dualidad’ del mercado de trabajo?

Creo que esos es fruto de una campaña malintencionada para que, en primer lugar, se diluyan las responsabilidades; es una manera de que la gente olvide quienes son los responsables de que estemos en esta situación económica. En segundo lugar, están atizando esa misma campaña los políticos, que parecen no darse cuenta de que ellos se tienen que dedicar a hacer política y si les toca estar en la oposición pues de forma constructiva, y no estar más pendientes de decirle a los sindicatos lo que deben hacer.  Pretenden decirnos cuando hacer huelga, cuando deben movilizarse, cuando presionar al gobierno…

Quizás desde la óptica de esos 4 millones de parados puede parecer que están ustedes más tranquilos que en otras crisis…

En absoluto. Los sindicatos estamos en pié de guerra desde que empezó la crisis. Si no hubiera sido así los expedientes de regulación de empleo ficticios que han llegado a la administración hoy serían puestos de trabajo perdidos; si no hubiéramos estado en pié de guerra muchos trabajadores habrían sido despedidos. En Andalucía, nuestra apuesta va a ser por priorizar el empleo porque sabemos que los que peor lo están pasando son los que han perdido el empleo, pero no se puede mentir a la gente como se está haciendo, el mercado de trabajo no es dual.

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