La educación no es la clave
Editorial / Opinión • Granada Económica
Domingo FUNES
“Todo el mundo cree que la educación es la clave del éxito económico y eso es algo inexacto». Si no hubiera entrecomillado la frase y no dijera, antes de que me excomulguen, que es del premio Nobel de Economía Paul Krugman, pensarían que he sufrido una terrible insolación y desvarío.
Pero, ya ven, lo dice un tipo muy cualificado. Dice el profesor de Princeton, en un reciente artículo, que peligran, por ejemplo, los abogados dado que existen programas de ordenador capaces de hacer el trabajo que antes hacían legiones de ellos; programas a los que sólo les falta asistir a los juzgados. De alguna manera, todos sabemos que el progreso tecnológico está reduciendo la demanda de trabajadores cualificados, sobre todo en aquellas funciones rutinarias, por muy cualificado que sea, en general, el empleo. Sin embargo, para el economista hay una serie de trabajos manuales muy complicados de realizar por las máquinas, de lo que se deduce que prepararse para ellos puede ser más fructifero que estudiar una carrera. Viene bien esta reflexión de Krugman en un momento en que la única música que suena, como gran solución, es la que se refiere a la educación, a la que se han abonado todos, sin excepción. Y a lo mejor hay que observar un poco más la realidad, no sea que nos encontremos en unos años, ahora que asentamos las mimbres de un nuevo modelo, con miles de jóvenes preparadísimos y ociosos, sin empleo y sin futuro. Como ahora.
