El turismo resiste, pero no crece

Los andaluces unos más otros menos, sabemos que el turismo es uno de los segmentos claves de nuestro producto interior bruto. La crisis que está desmantelando la mayoría de nuestros sectores económicos, se está haciendo más llevadera gracias a que nuestro turismo, aún sin grandes cifras, está resistiendo.

Las previsiones para este año, apuntan a un crecimiento entorno al  1% , el mayor riesgo somos nosotros mismos, me refiero al turismo español que en Andalucía es el 65% y dada nuestra situación económica es este segmento el que puede ofrecer mayores dudas acerca de las cifras finales que tendremos este año.

El empresariado del sector está sin embargo teniendo que manejarse en márgenes de beneficios muy ajustados, que impiden que la influencia del mismo en la creación de empleo   pueda tener el peso que ha tenido en campañas anteriores. Sería conveniente por tanto que la administración de común acuerdo con el sector y los sindicatos, que en este campo han actuado hasta ahora con mucha responsabilidad, revisen la estrategia que deben llevar a cabo en estos críticos momentos.

Hoy además de atacar mercados emergentes, que pueden ser una solución al  estancamiento, que parece deducirse de los datos del primer cuatrimestre de 2012, con 4,3 millones de viajeros (0,8% menos) y 10 millones de estancias (1% más) que en el pasado cuatrimestre del pasado 2011, es preciso revisar la rentabilidad que puede darle al sector la asistencia a determinadas  Ferias que son muy costosas y de dudosa repercusión.

Debemos además prepararnos para conocer con precisión que nos demandan los turistas que nos visitan cada año, con objeto de ofrecer una mejor imagen de nuestro turismo. 

El turismo de Sol y Playa  sigue siendo sin duda un gran reclamo para atraer visitantes, pero el continente en el que debemos de ofrecerlo, no responde hoy a las fórmulas de hace décadas, las exigencia son cada vez mayores, por lo tanto la calidad de nuestros alojamientos hoteleros debe estar siempre en primera línea de nuestra preocupación y la administración debe actuar y colaborar con el sector para  impedir, que la crisis afecte a la calidad de nuestro Parque Hotelero, del que tan orgullosos debemos estar, ya que pocos destinos turísticos son comparables a la calidad del nuestro.

Es necesario la actuación de la administración en el equipamiento e infraestructuras que complementan a nuestro parque hotelero, ya que este no puede ser una isla de calidad en su entorno, sino un elemento más del mismo.

Los porcentajes de turismo residencial y turismo hotelero, deben de variar en favor de este último, sin renunciar al desarrollo del turismo residencial, es necesario que este responda más al criterio de calidad, que de cantidad. El desarrollo urbanístico debe estar sometido a la creación de un entorno sostenible que permita que nuestro destino turístico se acerque cada vez más a la excelencia. Si la crisis tiene que tener una lectura positiva, es sin duda la reordenación del sector turístico residencial. El exceso de desarrollo de este sector pone en riesgo la gallina de los huevos de oro.

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