“El empresario tiene que apostar por la innovación y mirar hacia fuera”
Entrevista a Alejandro Zubeldia, gerente provincial de la Agencia de Innovación y Desarrollo de Andalucía, IDEA

Alejandro Zubeldia es el gerente provincial de la Agencia de Innovación y Desarrollo de Andalucía (Idea), organismo dependiente de la Consejería de Empleo, Comercio y Empresa de la Junta de Andalucía. Nacido en Granada, es licenciado en Ciencias Económicas por la universidad de esta ciudad y con posterioridad cursó un máster de Asesoría Fiscal y Dirección Contable y Financiera de la Empresa. Antes de ocupar su actual cargo, fue delegado provincial de Turismo, director de Gestión Patrimonial del ente público Infraestructuras y Servicios Educativos y delegado provincial de Innovación, Ciencia y Empresa en Granada.

¿Cuáles son las líneas de trabajo que tiene actualmente la Agencia Idea y qué objetivos persiguen?

La Agencia Idea, adscrita a la Consejería de Empleo, Comercio y Empresa, se dedica a prestar ayudas a través de incentivos a las empresas, prestar servicios de financiación y servicios tecnológicos avanzados y, además, cuenta con determinados lugares de alojamiento empresarial.

El pasado mes de julio pusimos en marcha dos grandes líneas de incentivos: la orden para el Desarrollo Industrial y Mejora de la Competitividad y la orden de I+D+i, enmarcadas ambas en el Pacto Andaluz por la Industria y canalizadas a través de la Estrategia Industrial Andalucía 2020, priorizando ocho sectores de actividad.

La orden de Desarrollo Industrial tiene como objetivo incrementar la actividad económica, fomentar la creación de nuevos proyectos empresariales y la creación y mantenimiento de empleo. A partir de ahí, esta orden tiene como novedad que se amplían los sectores de actividad, se incorporan nuevas líneas de proyectos y también damos características adicionales para subir el porcentaje de los distintos incentivos.

A grandes rasgos, las líneas de acción son: creación de actividad empresarial, mejora de la actividad empresarial, proyectos altamente generadores de empleo y servicios avanzados y de transformación digital. Hemos ampliado la intensidad de los incentivos, que van desde el 15% hasta el 50%. La orden mantendrá su vigencia hasta el 30 de diciembre de 2018, con una dotación presupuestaria inicial de 145 millones de euros.

La segunda línea de incentivos es la de I+D, con prácticamente los mismo objetivos que la de Desarrollo Industrial, es decir, mejorar la competitividad de las empresas, favorecer el concepto de la innovación y valorar el esfuerzo innovador que hacen las empresas andaluzas y granadinas.

Esta orden apoya el esfuerzo que hacen las empresas por la I+D, el esfuerzo por colaborar en proyectos conjuntos y la vocación internacional que queremos que tengan nuestras empresas.

Es una orden que también incrementa la tipología de proyectos y tipo de beneficiarios y como característica más importante subrayar que se rige por la concurrencia competitiva.

Desde el mes de julio, con la excusa de estas dos líneas de incentivos, estamos visitando el territorio y dando charlas informativas y formativas, tanto a nivel geográfico como sectorial.

¿Cómo está respondiendo el empresariado a estas líneas de incentivos?

En lo que a promoción de incentivos se refiere, Granada tiene una parte muy potente ya que hay muy buena colaboración con el empresariado.

Cada vez son más los empresarios que nos conocen y que dan el paso a solicitar incentivos, pero es verdad que todavía nos queda mucho trabajo por hacer porque de las miles de empresas que tenemos en la provincia de Granada, hay algunas que desconocen la existencia de este tipo de incentivos y su utilidad.

A falta del cierre definitivo del ejercicio, ¿nos puede adelantar resultados de la promoción de incentivos?

Aunque estas líneas de incentivos de las que te hablo están abiertas todavía y no tenemos cifras definitivas, sí puedo decir que en la anterior orden de Desarrollo Industrial correspondiente al año 2015, la provincia de Granada ha sido la que más expedientes ha presentado. Esto quiere decir que los empresarios de Granada están utilizando esta línea de incentivos.

En los últimos diez años, en Andalucía se han incentivado en torno a 17.000 proyectos empresariales de los cuales 3.500 han sido de la provincia de Granada. Esto supone que hemos ayudado a la creación de unos 6.400 empleos e inducido a la creación de otros 9.000 empleos. Es decir, gracias al esfuerzo incentivador de la Junta de Andalucía a nivel empresarial, podemos haber incidido en la creación  y mantenimiento de unos 15.000 puestos de trabajo en la provincia de Granada.

¿En general, se vienen agotando estas líneas de incentivos?

Esta es otra de las grandes demandas que tenemos con respecto al sector empresarial. El esfuerzo que hace lo público, en este caso a través de fondos públicos de la Unión Europea que a veces no se agotan y no es por voluntad política de ponerlos a disposición, sino que faltan proyectos.

De ahí la importancia de la promoción para que todos los empresarios conozcan que estas líneas existen y la iniciativa empresarial a la hora de presentar proyectos incentivables, porque dinero hay.

Hablaba antes de la vocación internacional de parte de las empresas que solicitan estas ayudas. Granada representa solo el 0,4% de las exportaciones nacionales. ¿Cree que hemos llegado tarde o es que aún estamos aprendiendo?

Estamos aprendiendo y a veces forzadamente. Si la crisis ha tenido algo positivo es que nos ha hecho replantearnos muchas cosas a nivel empresarial y económico. En esa reformulación, la industria ha sido la que mejor ha sobrevivido en el sector empresarial y ha forzado a que la economía se vaya dirigiendo hacia determinados sectores como la innovación e internacionalización, siendo muchos los empresarios que han tenido la visión y capacidad de riesgo de mirar hacia fuera.

Es verdad que llegamos tarde, pero cada vez son más las consultas que nos llegan sobre cómo vender fuera. Es decir, la mentalidad globalizadora que yo le presumía a los empresarios granadinos, por fin la estoy viendo. Personalmente me siendo satisfecho, pero me gustaría que estos empresarios hicieran de efecto tractor hacía otros con los que colaboren y se creen sinergias

Desde aquí, yo animo a que los empresarios se adapten a los tiempos que corren, apuesten por la innovación y se adapten al tiempo tecnológico que estamos viviendo y, por supuesto, que miren hacia fuera.

La desaparición de la red nacional de la línea eléctrica Caparacena-Baza-Vera está impidiendo que proyectos empresariales de la zona norte salgan adelante. ¿Es difícil incentivar y apostar por proyectos si no tenemos las infraestructuras necesarias?

Esta es la pescadilla que se muerde la cola. No podemos pedir que la gente invierta, cuando no se dan las condiciones necesarias para que se lleve a cabo esa inversión.

En este caso concreto no es que haya desaparecido la línea, es que ni siquiera se ha dibujado. Una vez más, el Gobierno de España le ha dado la espalda a la zona oriental de Andalucía.

Si por una parte, los empresarios y la administración andaluza estamos promoviendo la atracción de proyectos industriales para equilibrar el territorio y mejorar la calidad de vida de sus habitantes, nos hemos llevado un mazazo tremendo con la desaparición de este dibujo en la planificación de esta línea de Alta Tensión.

En estos últimos meses, en determinados territorios de la provincia de Granada, estamos atendiendo a proyectos empresariales que vienen de fuera y que solicitan, además de los incentivos, la generación de condiciones de desarrollo. En este sentido, hay dos puntos especialmente preocupantes como son la zona norte de la provincia, que se beneficiaría de la línea eléctrica Caparacena-Baza-Vera, y la Costa Tropical, donde no se dan las condiciones de suministro básico que necesita.

¿Qué le diría a aquellos que cuestionan las políticas de incentivos y subvenciones para reactivar la economía?

Es una cuestión de nomenclatura, porque no es lo mismo un incentivo, que una subvención, que un  subsidio. La propia palabra lo dice: Incentivo es favorecer o empujar para que se haga algo.

El tener los incentivos y el crear las características y requisitos induce, indirectamente, a empujar  hacia donde queremos que vaya la economía. Por eso, en este caso los incentivos se dirigen a la industria, y dentro de la industria hemos pensado en ocho sectores de actividad por donde tiene que ir la economía andaluza y granadina: logística, industria vinculada al transporte, recursos endógenos de cada territorio, potenciación del turismo, cultura, comercio y ocio, biotecnología, agroalimentación, renovables y sostenibilidad y las TIC.

¿Por qué a veces en Granada no somos capaces de retener los grandes proyectos empresariales  que se han gestado aquí?

Desde lo público se fomenta el que las empresas no se vayan, pero en un mundo globalizado da igual el dónde. Lo importante es que las grandes empresas mantengan aquí sus fábricas y centros de producción y actúen de efecto ‘tirón’ para traer más inversiones. Tenemos empresas señeras que hacen grandes esfuerzos de modernización y crecimiento y lo hacen desde aquí.

Los granadinos tenemos que sacar el orgullo provincial y poner en valor esos grandes proyectos que son el resultado de la colaboración entre administraciones, como el Parque Tecnológico de la Salud o el proyecto On Granada City Tech, dos claros ejemplos de que también somos capaces de ponernos de acuerdo. Son ejemplos que cabría trasladar a otras iniciativas como es el caso de las infraestructuras.

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