La automoción andaluza: el trabajador, el autónomo/empresario, y un virus.
La opinión de los pequeños profesionales que sostienen el sector andaluz de la automoción

La Declaración del Estado de Alarma supuso cruzar en muchos aspectos una línea invisible que, con el paso del tiempo se ha hecho más que visible en todos los aspectos y más de lo que podríamos imaginar. Ha supuesto para muchos, desgraciadamente, dejarnos para siempre por culpa de un virus, y ello pese al ingente esfuerzo de nuestros respetados profesionales de la sanidad, que siempre serán nuestros “Ángeles de la Guarda”. Sí, en efecto, le quitábamos importancia en Enero, y aquí estamos.

En el aspecto económico, del que queremos hablar, sin menospreciar lo más importante que es sin duda el aspecto humano de esta pandemia, este “bicho” ha supuesto a muchos en la Función Pública abandonar la zona de confort y para otros, los políticos, retratarse “para bien y para mal” en un momento en el que se demandan grandes decisiones, valientes, rápidas, pero también ajustadas a derecho, equilibradas y con aplicación práctica.

Desgraciadamente, esto no ha sucedido. Por supuesto no es nuestra función como patronal del sector andaluz señalar a nadie; cada cual que aguante su vela. Si, por el contrario creemos que nos corresponde meter el dedo en algunas llagas que están haciendo mucho daño al colectivo que representamos, de más de 10.000 empresas, la mayoría micropymes y muchas de ámbito rural, en manos de aguerridos autónomos que mantienen una importante masa de empleos, en otras palabras, familias.

GANVAM Andalucía la constituyen las asociaciones mayoritarias y representativas del sector (venta y reparación de todo tipo de vehículos, ya sea oficial o independiente multimarca), en su naturaleza de pertenecer a las Confederaciones Empresariales de cada provincia. FEDAMA-Málaga, ASEMTAGRA-Granada, ATRADECO-Córdoba, FDM-Jaén y FEMCA-Cádiz

Por tanto esta es nuestra voz:

– Siendo clara la situación de los vendedores de vehículos, al menos en lo concerniente a la venta minorista recogida como actividad clausurada en el RD 463/2020, no entendemos la situación en la que quedaron los talleres.
Desde el estado de alarma inicial el 14 de Marzo, y salvando los primeros días de ambigüedades normativas donde “no sabían si debían abrir al público” y qué medidas de seguridad tomar, se les alentó a ser “esenciales” pero sin sus ventajas para garantizar el funcionamiento del estado de alarma, garantizando los suministros y la movilidad en cada momento. Pero, importante, sin clientes, trabajando el que pudiera a puerta cerrada.

Esta circunstancia kafkiana continúa ahora con la prolongación del estado de alarma y reapertura de los centros de trabajo de actividades no suspendidas por el Decreto 463/2020.

Una medida de tanto calado y que afecta a la sostenibilidad de tantas miles de empresas nada más que en nuestra región, debería, a nuestro juicio, de haber partido de un estudio más en profundidad de cada subsector en combinación con el volumen de población y parque móvil real con “movilidad permitida”. Gráficamente; de nada
sirve, sino para ahondar más en el perjuicio económico de las pequeñas empresas, mantener abierto “legalmente”, por ejemplo, un taller de carrocería y pintura cuando las únicas operaciones que podrá realizar son las esenciales y solo las encaminadas a “garantizar la movilidad mínima”.

Sin duda esta circunstancia ha afectado enormemente en la dificultad-imposibilidad de acceder de manera clara y objetiva a los ERTEs por fuerza mayor puestos en marcha por el gobierno central. Más aún, para qué sirven 10.000 talleres de reparación abiertos con una población confinada que tiene prohibido ir al taller.

Adicionalmente, si se hubiera constatado de manera expresa la consideración del servicio de reparación de vehículos como servicio esencial “obligado” a mantener incluso dotación de servicios mínimos para garantizar las reparaciones esenciales (Orden TMA 259 / 2020 de 19 de marzo en su artículo segundo), nuestros profesionales hubieran podido optar a incentivos y ayudas.

En definitiva hubiera sido más lógico haber establecido qué talleres según actividad, tamaño y localización debían ser considerados esenciales accediendo a las ventajas propias de esta naturaleza esencial. El resto, cerrados por imperativo legal, pudiendo acceder de manera objetiva y directa a las medidas extraordinarias para actividades
clausuradas desde el estado de alarma, así como a la consideración directa de la fuerza mayor por ser establecimientos clausurados legalmente eliminando los requisitos dejustificación subjetiva o de fuerza mayor “impropia” como ha venido a definirse.

– Por lo tanto pedimos para nuestras empresas, que se cuentan por miles, las cuales con gran valentía (son muchos los instrumentos y más las trabas para acceder a ellos) están afrontando una crisis con cotas enormes de incertidumbre, que se apruebe de manera generalizada la causa de fuerza mayor en los expedientes presentados (venta y reparación), sin barreras y obstáculos burocráticos. Que la vía del silencio administrativo se valide en términos prácticos sin inspecciones futuras sumarias, haciendo esto extensible a los criterios de la Inspeccion de Trabajo y Seguridad Social,  conociendo la imposibilidad del sistema de validar uno por uno los más de 90.000
expedientes ERTE que se han presentado en Andalucía.

Solo así las miles de empresas podrán garantizar los mas que miles puestos de trabajo (que son familias andaluzas) una vez comencemos el largo camino de la recuperación de las cotas de trabajo anterior al 14 de Marzo. El empresario necesita reducir su incertidumbre, quiere mantener empleo y quiere poder “hacer sus números” para que
esta circunstancia excepcional, sea eso, excepcional, y no un motivo de cierre de su empresa; recordamos pequeña empresa de autónomo y trabajador, en la mayoría de los casos y en otros, empresa concesionaria familiar con muchas familias a su cargo.

– Por último, y no menos importante creemos vital la prolongación más allá del final del Estado de Alarma de todas las medidas extraordinarias establecidas por el Gobierno del Estado, así como de la Comunidad Andaluza.

No es posible pensar que el mismo día de la “apertura” los clientes estarán esperando para comprar vehículos eléctricos ni para realizar en masa revisiones de mantenimiento, o pintar el vehículo. Se trata de acompañar a los empresarios (y sus trabajadores) en la recuperación de la actividad, incorporando poco a poco a los trabajadores que, por ejemplo hayan estado en ERTE, y continuar durante un periodo con bonificaciones en cuotas de seguridad social, entre otras medidas.

Se trata de impedir el cierre de empresas y la más que probable proliferación de la economía sumergida (taller y vendedor pirata) en un sector que lleva décadas luchando contra esta lacra.

– Para terminar, como representantes del sector, manifestar la confianza en que en breve se puedan anunciar las esperadas medias extraordinarias para autónomos y líneas de financiación de circulante anunciadas desde la Junta de Andalucía.

Como patronal representativa tendemos la mano para que de ahora en adelante podamos actuar a tiempo real como interlocutores sectoriales en el seno de la Confederación de Empresarios de Andalucía, para cualquier medida futura que afecte a nuestro sector. Nuestra mano está tendida para sumar y añadir valor a las propuestas del Gobierno Regional.
Como en la película de Sergio Leone, quizás no seamos “el bueno” pero seguro que las empresas no somos ni “el feo” y menos “el malo”, somos la palanca de Andalucía.

Comunicado subscrito por las asociaciones provinciales andaluzas en GANVAM ANDALUCIA:
FEDAMA-Málaga, ASEMTAGRA-Granada, ATRADECO-Córdoba, FDM-Jaén y FEMCA-Cádiz

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