La economía se puede parar por decreto pero no se pone en marcha del mismo modo
Asegura que la caída del PIB provincial, hasta más de un 11%, tendrá un gran impacto en el mercado de trabajo
El parón económico que sufre el mundo entero a causa de la pandemia de coronavirus es de tal magnitud que nadie sabe a ciencia cierta cuándo se iniciará la recuperación y en qué forma llegará la misma. Provincias como Granada, muy dependientes del sector servicios, están aún más expuestas. De las claves para intuir siquiera lo que ocurrirá en el tejido productivo granadino, en la obra pública, en las inversiones y exportaciones, hablamos con un economista que conoce muy bien los entresijos de la provincia en esta materia. Miguel González Moreno, en la entrevista concedida a GRANADA ECONÓMICA, desvela algunas claves.
La tendencia alcista de la economía granadina, nacional y mundial que se había registrado en los últimos años, se vio interrumpida el pasado mes de marzo por el parón a que obligó la pandemia de coronavirus. Antes de entrar en cifras, ¿cree que la recuperación será en V o tenemos un escenario de caída que afecte a largo plazo?
¿Cómo y cuándo será la recuperación?, nadie lo sabe a ciencia cierta. Con toda sinceridad y honestidad, al menos yo lo desconozco. En la actualidad, todo son especulaciones, aunque las principales instituciones europeas (Comisión Europea y Banco Central Europeo) nos advierten de que lo peor está por llegar. El pronóstico más optimista es el que contempla una rápida recuperación de la actividad económica (V); otra posibilidad que se baraja es que la economía tarde un cierto tiempo en recobrar el pulso (U); y habría que no descartar el contexto más pesimista, según el cual se tardaría un tiempo indefinido en volver a la senda del crecimiento (L). Soy escéptico respecto al primero, aunque lo deseo fervientemente; el segundo dependerá de que adoptemos las medidas de política económica adecuadas para una situación de máxima gravedad; y no quiero ni imaginarme el tercero. Lo que sí creo que ha quedado claro es que la economía se puede parar por decreto, pero no se pone en marcha por decreto.
Aunque las perspectivas económicas están sometidas a una incertidumbre muy elevada, ¿en cuánto cifra la caída del PIB granadino al final del presente año?
Como es sabido, a nivel provincial no contamos con la misma abundancia de datos estadísticos que a nivel nacional. La previsiones más serias y fiables son las realizadas por Analistas Económicos de Andalucía para el conjunto de 2020 y publicadas el pasado 21 de mayo; estiman que, en el escenario más favorable, el PIB granadino caerá un 8% y, en el más pesimista, se reducirá un 11,2%. Cifras nunca registradas desde que disponemos de este tipo de información.
¿Y del andaluz?
Según la misma entidad de estudios, en el mejor de los casos la actividad productiva andaluza descenderá un 8,4% en 2020 y en el peor un 11,5%. Estas previsiones lo que nos están reflejando es la profundidad y la dimensión de la crisis, pues estos valores tan negativos nos sitúan ante una crisis sin precedentes.
¿Qué efectos, en lo que toca al empleo y a la afiliación a la Seguridad Social puede tener un descenso del PIB como el que menciona en una provincia como Granada? Le recuerdo que somos de la últimas en renta per cápita de España y de toda Europa.
Es evidente que un contexto caracterizado por caídas de los niveles de actividad de la magnitud apuntada tendrá un impacto muy negativo en el mercado de trabajo. El desempleo se incrementará tanto en valores absolutos (número de parados) como relativos (tasa de paro) por dos vías: una, la destrucción de empleo existente; y dos, las personas que accedan al mercado laboral en demanda de un puesto de trabajo lo más seguro es que no lo encuentren. En este tema, la economía granadina tiene un dato a su favor y otro en contra. A su favor juega la fuerte presencia del empleo público en su mercado de trabajo, empleo que está menos expuesto a los efectos de la crisis; y en su contra debemos señalar el elevado peso que en la estructura económica granadina tienen las actividades más afectadas por el coronavirus y que, además, son intensivas en la utilización del factor trabajo: hostelería, turismo, restauración, comercio, transportes, etc.
Pese a todo, los efectos de la desescalada provocaron que, a nivel provincial, en mayo se crearan 2.879 empleos y volvieran al trabajo 7.594 profesionales de empresas en situación de ERTE. ¿Estos datos animan a pensar en positivo o son un simple espejismo?
Conforme recobremos la normalidad económica vamos a tener ilusiones estadísticas, o sea, es lógico y previsible que según se vaya elevando el ritmo de actividad mejoren súbita y sorpresivamente algunos indicadores que se habían desmoronado. Lo más prudente y sensato es esperar a ver qué ocurre después del verano, para así comprobar cuántas de las empresas que se han visto afectadas por la crisis vuelven a abrir sus puertas y cuántas han decidido desgraciadamente poner fin a su actividad; cuántos de los trabajadores amparados por un ERTE retornarán a su antiguo puesto de trabajo y para cuántos su destino será el desempleo.
Dado el peso específico del sector servicios en Granada, y en especial el del turismo, ¿sería aconsejable que el Gobierno prorrogara varios meses más la situación de los ERTE para empresas en dificultades?
Por ahora se han prorrogado hasta finales del próximo mes de septiembre. Ahora bien, más tarde o más temprano desaparecerán los apoyos públicos y, llegado ese momento, comprobaremos cuántas empresas se pueden valer por sí mismas y cuáles no, cuántas se han hundido y cuántas han logrado salir a flote. En realidad, es toda una incógnita lo que ocurrirá el día que desaparezcan o disminuyan las coberturas públicas; en todo caso, no es prudente confiar en que el endeudamiento público por sí solo reanime a la economía española y, además, esta estrategia nos puede conducir a un callejón sin salida.
Construcción e industria fueron los únicos sectores en los que el paro bajó en mayo en el conjunto de la provincia. Concretamente, en 1.104 personas el primero y en 126 el segundo. ¿Es de esperar que sean los que tiren del carro de la economía en este segundo semestre del año?
Como ya he advertido, es pronto para saberlo. A expensas de cuáles sean las decisiones de política económica que se adopten, sobre todo en materia de inversión, es previsible un repunte del gasto en obra pública con la intención de que tenga un efecto multiplicador sobre el conjunto de la economía. En cuanto a la industria, aún a pesar de que se recuperase, desgraciadamente Granada en particular y Andalucía en general no cuentan con un sector industrial importante, avanzado y competitivo. Sin duda éste en un flanco muy débil de nuestra economía y que lastra las expectativas de futuro. A corto plazo, para que la recuperación tenga fuerza debe estar liderada por el sector servicios, el más importante con diferencia de la economía granadina.
Reforma Laboral
¿Qué opinión le merece la decisión del Gobierno de eliminar la Reforma Laboral -está por ver si en su totalidad- en una coyuntura tan complicada como la que vivimos?
Dejando a un lado la polémica política que ha suscitado este tema, me gustaría centrarme en sus aspectos económicos. Durante cerca de 40 años he sido profesor de política económica en diferentes universidades y considero que nuestros responsables políticos desde hace tiempo cometen varios fallos. Por un lado, pecan de voluntarismo; se creen que los problemas económicos se solucionan a base de promulgar leyes y más leyes. Por otro lado, llevan a cabo reformas poco meditadas que, además de no solucionar los problemas existentes, traen consigo otros nuevos. Y por último, no se examina si las reformas ya emprendidas han sido beneficiosas o no. Lo procedente, a mi juicio, sería evaluar y hacer un balance de los resultados de la reforma laboral y con arreglo a ello potenciar los aspectos positivos y subsanar los negativos. Más que reformas precipitadas y planes de ayuda sectoriales deslavazados, lo que necesitamos con urgencia es un programa de política económica coherente, elaborado con inteligencia económica, con un amplio respaldo político, y sensible a las realidades humanas y sociales.
¿Qué efectos puede tener una decisión como la anterior en el tejido empresarial granadino?
Como es lógico, en materia laboral el tejido empresarial granadino no es una isla separada del resto nacional. También, cómo no, para la economía granadina lo mejor es contar con un marco laboral estable, transparente, favorecedor de la creación de empleo, y acordado entre los sindicatos y los empresarios.
En medio de toda esta debacle económica, resulta alentador que las exportaciones granadinas hayan crecido en los primeros meses del año. ¿Cómo explica este indicador, por la fortaleza de las empresas agroalimentarias?
Por razones conocidas, durante estos últimos meses el sector agroalimentario ha sido clave para abastecer en tiempo y lugar a una población confinada en sus domicilios. Junto con otros sectores, con una mención especial para todos los empleados sanitarios, han prestado un gran servicio a la sociedad española. Sin duda, en la medida en que los mercados exteriores se vayan abriendo, las exportaciones pueden ser un factor más que contribuya a la recuperación, y en el caso granadino, las exportaciones de productos agroalimentarios juegan un papel cada vez más relevante en su economía. Pero no debemos olvidar que el sector agroalimentario padece desde hace tiempo una crisis estructural, no sólo de precios en origen, que lo ocurrido en estos meses no debería ocultar.
El tejido empresarial, ¿tendrá que reinventarse en algunos aspectos para superar esta crisis? ¿Hacia dónde ha de caminar?
No creo que veamos ni grandes ni nuevos cambios, soy muy escéptico en cuanto a que las crisis nos lleven a corregir los fallos cometidos o a que nos fortalezcan y nos hagan mejores. Lo mejor es evitarlas, no padecerlas. La experiencia nos dice que, en el caso español, no escarmentamos y volvemos a cometer los mismos errores una y otra vez. Lo que sí creo probable es que la crisis del coronavirus acentúe los cambios que ya estaban desarrollándose con anterioridad. En el caso granadino, así como para el conjunto nacional y regional, sería aconsejable ampliar y diversificar la estructura productiva. Por ello, y en muy pocas palabras, yo entiendo lo siguiente: seguir haciendo aquello en lo que somos competitivos y tenemos una contrastada experiencia y profesionalidad como, por ejemplo, el turismo; pero también apostar por nuevas actividades para las que contamos con el factor más valioso: el capital humano.
¿Los autónomos serán los grandes perjudicados de esta crisis? ¿Por qué?
Esta crisis no hace distingos, todos somos perjudicados; pero como siempre, unos más, otros menos y algunos nada. El tema de los autónomos me es muy cercano, pues mis padres lo fueron y mi esposa lo ha sido hasta hace poco tiempo. Me consta las dificultades de todo tipo a las que tienen que hacer frente y la dejadez de los responsables políticos a la hora de atender sus justas demandas. Suelen ser uno de los eslabones más débiles en cualquier crisis y ésta vez no va a ser distinto. Esto puede ser debido a varias razones: soportan unos costes operativos elevados en relación con su volumen de negocio; desarrollan su trabajo en unas actividades muy sensibles a las crisis; y los autónomos no tienen los mecanismos de protección de los que disponen otros colectivos.
Caja Rural de Granada, en la que usted es miembro de su consejo rector, se ha volcado para ayudar a empresas y particulares en esta crisis. ¿Cómo valora su posición?
Ha contribuido, de forma más que notable, a que en estos momentos tan difíciles las empresas granadinas puedan contar con financiación, gracias a la línea del Covid aprobada por el Gobierno de la nación. Los créditos están en función del desarrollo de esas líneas de apoyo. Por otro lado, ha llevado a cabo una campaña para transmitir confianza a los granadinos para salir adelante. Con respecto a la crisis de 2008, ha facilitado liquidez a las empresas, dado que la situación era muy diferente a lo ocurrido entonces. En definitiva, ha estado y está volcada con la provincia para poder superar estos momentos tan conflictivos.
