Granada necesita un gran pacto

Personalmente me es indiferente quién impulse un acuerdo de mínimos por la provincia siempre que alguien lo haga. La situación económica exige de nuestros representantes un esfuerzo importante por sentar las bases de nuestro desarrollo los próximos años. No se trata de anular los programas políticos de los distintos partidos y ceder todos a la idea paternalista del pacto total. No. Porque la esencia de la democracia en términos ideológicos es la confrontación dialéctica, las distintas formas de acercarse a los problemas que cada formación, legítimamente, plantea. Pero tampoco podemos ignorar que existen momentos en la historia en los que un acuerdo de mínimos antes una situación excepcional, como sin duda es la provocada por el coronavirus, es tan conveniente como necesario. Se trata de sentar unas cuantas bases que puedan prolongarse unos lustros al margen del signo político de los inquilinos provisionales de las instituciones. La situación dramática de muchas empresas y trabajadores justifican este acuerdo. En la capital se hizo un amago de pacto, pero la realidad nos dice que hay poca voluntad. Sería lamentable aumentar el dolor de la gente tan solo por la incapacidad política de entender el momento que vivimos. Veremos.

 

DOMINGO FUNES ARJONA

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