“La empresa necesita liquidez y un marco laboral flexible para adaptarse a la actividad real”
Afirma que la subida de impuestos a las empresas no es la solución a la crisis, pues “ya están poniendo su propio patrimonio en riesgo para asegurar su supervivencia”

Las empresas granadinas, como las del resto del país, han padecido y padecen un varapalo económico de magnitudes superlativas como consecuencia de la pandemia. Bien es verdad que no todos los sectores se han visto afectados de igual manera. En estos momentos encaran la recta final del año sin saber muy bien qué horizonte les espera y con qué ayudas públicas van a contar. Gerardo Cuerva, presidente de las pymes españolas y máximo responsable del empresariado granadino, desvela en la entrevista con GRANADA ECONÓMICA algunas de las claves para salir del atolladero en lo que a sus representados respecta. Apuesta por mantener los ERTE más allá del presente año y denuncia que España es el país europeo que menos apoyo presta a las empresas durante esta crisis. En clave provincial, considera que “en la Granada del futuro en la que creemos los empresarios, el turismo y el comercio seguirán siendo dos de los pilares de nuestra economía”.

Terminamos el verano con todos los indicadores económicos en negativo. ¿Qué medidas reclaman los empresarios al Gobierno para paliar esta situación en lo que queda de ejercicio?

Los empresarios tenemos claro que solo hay una fórmula capaz de sacarnos de la crisis generada por el COVID-19: salvar a la empresa. El coste económico y social de la pandemia está siendo enorme. Seis meses después de que se declarara el estado de alarma, nuestra economía ha perdido más de 70.000 empresas y casi medio millón de empleos, pese a la paulatina recuperación de algunos sectores productivos. La crisis social y la crisis económica son las dos caras de una misma moneda, y no podemos combatir una sin combatir la otra. Las organizaciones empresariales estamos trasladando a las administraciones, en todos los ámbitos, que si no apoyamos ahora a la empresa, si no invertimos en ella, tendremos que invertir más adelante en desempleo. La empresa necesita liquidez inmediata y un marco laboral flexible que le permita adaptarse a la actividad real. Debemos prorrogar medidas eficaces como los ERTEs todo el tiempo que sea necesario: no podemos dejar caer a ninguna empresa viable. Además, es necesario adoptar medidas que contribuyan a crear un marco estable para la actividad empresarial, que proporcionen certidumbre y seguridad jurídica y faciliten la atracción de la inversión. Por último, hay toda una batería de medidas imprescindibles si queremos sentar las bases de una recuperación estable, que van desde reformas estructurales en el ámbito laboral, fiscal y formativo, hasta la apuesta por la innovación y la digitalización de las pymes.

El pacto para la recuperación económica no acaba de arrancar. ¿Cuáles son las discrepancias desde el punto de vista de los empresarios?

La empresa necesita certidumbre. Es verdad que estamos ante una situación desconocida e incierta, pero precisamente por ello tenemos que buscar un marco y unas medidas que tengan como objetivo prioritario salvaguardar al tejido productivo y al empleo y reducir al mínimo posible el deterioro del mismo. Para ello, es preciso establecer medidas eficaces de apoyo a las empresas, con especial atención a las pequeñas y medianas, que son las más afectadas por esta crisis, y con una perspectiva a más largo plazo, porque está crisis económico-sanitaria va a tener graves efectos a medio y largo plazo. España es el país europeo que menos apoyo está prestando a las empresas en esta crisis, pese a que el impacto de la misma está siendo muy superior al del resto de los países de nuestro entorno. Es preciso actuar cuanto antes para evitar una destrucción mayor de empresas, que dificultaría nuestra recuperación económica.

El endeudamiento del Estado es galopante y muchos expertos temen una subida generalizada de impuestos en los Presupuestos Generales del Estado de 2021. ¿Qué opinión tiene al respecto?

La subida de impuestos a las empresas no es la solución a esta crisis. El coste de la recuperación no puede recaer sobre la empresa, que ya está poniendo su propio patrimonio en riesgo para asegurar su supervivencia y proteger el empleo. El Estado debe explorar otras vías para aumentar los recursos públicos y reducir el endeudamiento; entre ellas la lucha contra la economía sumergida, que supera hoy el 20% de nuestro PIB. Castigar a la empresa con más cargas fiscales solo lastrará la recuperación de la economía, llevará a más cierres y, por tanto, a una mayor destrucción de empleo.

El tejido empresarial granadino está formado en más de un 98% por pymes y un 85% de éstas ven en riesgo su supervivencia, según datos de Cepyme. ¿Qué tipo de apoyo necesitan, fiscal, laboral, en forma de subvenciones…?

La pequeña y mediana empresa y los autónomos tienen que estar en el centro de las políticas del Estado, de las administraciones autonómicas y de las entidades locales. La pyme es la columna vertebral de la economía española, y se encuentra en una situación crítica. El impacto de la crisis y de la paralización de la actividad ha sido enorme, y son muchas las pymes que no van a poder subir de nuevo la persiana si no cuentan con ayudas directas de la administración. Hasta ahora, medidas como los créditos ICO o el aplazamiento de impuestos están dejando fuera a muchas pymes. Necesitamos un marco normativo que tenga en cuenta que la pyme representa el 99,8% del tejido empresarial español, que piense en sus necesidades y reduzca de forma significativa los trámites burocráticos, que son un auténtico obstáculo para su competitividad.

La prolongación de los ERTE ¿ha de hacerse de forma indefinida mientras dure la pandemia?

La actual situación económica, que dista mucho de ser la anterior al estado de alarma, exige que los ERTE se extiendan más allá de 2020. Las organizaciones empresariales apostamos por mantener los ERTE tanto como dure la crisis sanitaria, sin diferenciar por sectores, sino atendiendo a las dificultades que estén atravesando las empresas.

¿Qué opinión tiene de los créditos ICO? ¿Han funcionado para dar liquidez a las empresas?

Los avales del ICO, junto con los ERTEs, han sido una de las medidas más eficaces de las adoptadas por el Gobierno para hacer frente a la crisis. Sin embargo, por su naturaleza, los créditos ICO tienen muchas limitaciones y son claramente insuficientes. Desde su puesta en marcha, pedimos de forma insistente que se simplificaran los trámites y la burocracia asociada a la concesión de los avales, porque excluían a muchas pymes: no podemos hablar de medidas eficaces si su implementación no es rápida y accesible, si necesitan de un departamento jurídico para ponerlas en marcha. Además, no podemos olvidar que los créditos ICO dan capacidad a la empresa para endeudarse, no son ayudas directas. Hay sectores, como el comercio y el turismo, que necesitan ya un fondo económico de ayudas directas para salir adelante.

Panorama granadino

Un dato desolador referido a la creación de empresas, fue la constitución de tan sólo 25 nuevas sociedades en Granada en el pasado mes de abril, según el IECA. ¿Remontará la iniciativa emprendedora o tendremos que esperar al fin de la crisis sanitaria?

El dato es, efectivamente, devastador; pero también comprensible. Las dos primeras semanas de abril coincidieron con el decreto de paralización total de la economía, y el resto del mes continuó con un estricto confinamiento. No es un escenario que invite al emprendimiento. A partir del mes de mayo, cuando comenzó la desescalada, hemos visto cómo ha ido creciendo la constitución de sociedades mercantiles. Aun siendo cifras muy bajas, en mayo se crearon 55 empresas y en junio, 84. Poco a poco el espíritu emprendedor de los granadinos se está recuperando, pero la situación actual, con rebrotes y confinamientos en ciertos territorios, no favorece la puesta en marcha de nuevas empresas. Emprender siempre conlleva riesgos, es lógico que quien inicie este camino intente hacerlo en un escenario con la mayor certidumbre y estabilidad posible.

Y otro asunto no menos destacado. El pasado mes de agosto se cerró con 102.525 parados inscritos en las oficinas del antiguo INEM en Granada, lo que supone 1.450 más que en julio. ¿Dadas las dificultades por las que pasan las empresas, estos registros seguirán aumentando en los próximos meses?

Todo va a depender de la evolución de la pandemia y de su impacto en sectores clave como el turismo y el comercio. Este verano ha sido atípico, sin apenas viajeros internacionales y con la actividad reducida al mínimo. Tradicionalmente, septiembre y octubre son meses malos para el mercado de trabajo granadino, que remonta a finales de año gracias a las campañas agrarias, al inicio de la temporada en Sierra Nevada y a la campaña de contrataciones de Navidad. Con excepción del campo, el comportamiento del resto de sectores sí está supeditado a la pandemia, que mucho me temo que seguirá marcando el ritmo del mercado laboral durante los próximos meses.

La excesiva dependencia de Granada del sector servicios, de la que han alertado distintos economistas en los últimos años, ¿es una factura añadida a la crisis por la que pasamos?

Evidentemente, la excesiva dependencia económica de Granada de sectores como el comercio y el turismo nos hace más vulnerables a las crisis, sobre todo cuando llevan aparejada una limitación de la movilidad de la población. Pero eso no significa que tengamos que olvidar estos sectores, que tengamos que hacer borrón y cuenta nueva. Granada no puede renunciar a una industria como el turismo, en la que es líder y que mueve miles de millones de euros. En la Granada del futuro en la que creemos los empresarios, el turismo y el comercio seguirán siendo dos de los pilares de nuestra economía. Un turismo y un comercio adaptados a los nuevos tiempos, que apuesten por la calidad, por la sostenibilidad y el valor añadido. Estamos convencidos de que la modernización de nuestra economía pasa por la creación de una potente Industria del Conocimiento, basada en nuestro potente sector tecnológico y en nuestra Universidad, pero también de que no puede hacerse de espaldas a nuestros sectores tradicionales.

   Los depósitos de los granadinos en las entidades financieras no paran de crecer y se cuentan por varios miles de millones. ¿Ha llegado el momento de que Hacienda incentive la inversión, la puesta en el mercado de buena parte de ese dinero para activar la economía?

Lo comentaba antes en relación con el empresario. Ahora mismo hay una gran incertidumbre y con incertidumbre el dinero no se va a mover. Obviamente necesitamos inversión, pública y privada, y necesitamos consumo privado en las calles, pero a mi juicio lo mejor que pueden hacer ahora mismo las autoridades es generar certidumbre, marcos estables en el ámbito fiscal, en el laboral… de manera que empresarios y ciudadanos puedan tomar decisiones de inversión o gasto.

Otro revulsivo económico, a nivel provincial, puede ser la llegada del acelerador del partículas al Parque Metropolitano, Industrial y Tecnológico, si se llega a materializar. ¿Qué más se puede hacer desde el ámbito local para acelerar los pasos dados en este proyecto?

Durante años, los empresarios y las instituciones granadinas hemos trabajado de forma concienzuda para conformar una candidatura solvente para albergar el acelerador de partículas IFMIF-DONES. Ese trabajo ha recibido el respaldo del Gobierno central, que hizo suya la candidatura, y de la Unión Europea, que también apuesta por Granada para la construcción de esta gran instalación científica y que la ha calificado como infraestructura prioritaria. Desde Granada ya estamos trabajando en distintos proyectos vinculados con el acelerador de partículas, entre ellos la fase preparatoria, que tiene entre sus objetivos dar a conocer IFMIF-DONES a la población y difundir su impacto económico y social. El clúster tecnológico OnGranada forma parte de este proyecto, junto a la Universidad de Granada y el CIEMAT.

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